Reseña Ceres: ciencia ficción a la chilena

El sello Minotauro se estrena en Chile con la publicación de Ceres, una space opera a cargo de José Miguel Martínez

Escrito por Chile en viñetas

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El Grupo Planeta, una de las más grandes editoriales presentes en Chile, tiene distintos sellos bajo su manto. Entre ellos destaca Minotauro, dedicado a la fantasía y ciencia ficción, donde hay publicados grandes autores del género, como Tolkien, Dick, Le Guin, entre otros. Hasta ahora, 2021, no había una publicación de un autor chileno.

Planeta ya nos ha sorprendido con el gran trabajo desarrollado con el cómic chileno. Según Diego González, editor chileno, a la editorial le llama la atención la gran producción de historietas de calidad que se produce en Chile. A esa versión chilena de Planeta cómic ahora podemos sumarle la versión nacional de Minotauro, que se estrena en Chile de la mano de José Miguel Martínez, con su libro Ceres.

El libro

Ceres es un libro de ciencia ficción espacial, que a pesar de situarse claramente en ese género, se va aventurando con distintos estilos a lo largo de sus nueve cuentos. Ceres es un planeta enano situado entre las órbitas de Marte y Júpiter. Este hecho le sirve de inspiración a Martínez para imaginar un mundo, que podríamos llamar futurista, donde seres humanos se fueron de la Tierra para habitar este nuevo planeta.

No solo humanos vemos aquí, sino que también hay seres de otros planetas, así como androides y cíborgs. No se quedan atrás los monstruos espaciales, esos que buscan proteger su medioambiente en “La garganta de Occator”, nombre que recibe el primero de los cuentos, donde dos compañías extractivistas mineras luchan entre sí por hacerse con el agua disponible en el planeta.

Llegará un personaje a revolver todos los acuerdos que tienen ambas compañías, ofreciendo sus servicios a base de traición y descaro. El tono cambia cuando se sabe de la existencia de gorkis, seres que nos recuerdan a los gusanos de Dune, los que no son nada amables cuando los molestas y se presume, son responsables de múltiples muertes de mineros.

El tono cambia en el segundo cuento, “Estudio de las sombras”, donde nos transportamos a una cárcel del país, de la cual cualquiera puede escapar, pero ateniéndose a las consecuencias. Aquí ya podemos ver toda la tecnología implicada, con drogas sintéticas que borran la memoria y herramientas que potencian la vida cotidiana.

Así van pasando los capítulos, algunos con un tono más post-apocalíptico (“Los escombros”), otros que juegan con la inteligencia artificial (“El androide”), mientras que a la vez se aborda la dualidad alma-cuerpo (“El cuerpo de Paul Varlotta”). Además de estar todos situados en el mismo planeta, también hay personajes que se van repitiendo, aunque se denota el paso del tiempo y los sucesos, ya que van cambiando su personalidad.

La propuesta de Ceres

Si bien la ciencia ficción suele relacionarse con el futuro, con una realidad que nunca llega y es aparentemente muy lejana a lo que nos espera, la verdad es que en múltiples ocasiones refleja mejor la realidad de lo que se espera. En el caso de Ceres no es la excepción. A pesar de la aparente alteridad de los relatos en relación a nuestra vida, vemos reflejado en los cuentos, formas de ser y relacionarse que tenemos los seres humanos.

La lógica extractivista que está destruyendo el planeta es la misma que nos presenta el libro, por mucho que acá no haya insectos monstruosos. Se presentan discusiones que tienen larga data, como lo es la separación cuerpo y alma que plantea “El cuerpo de Paul Varlotta”, lo que es abordable desde la filosofía clásica griega. No sólo de la dualidad se alimenta ese cuento, sino que también respecto a la esencia del ser humano, si acaso podemos seguir siendo nosotros mismos si estamos en otro cuerpo.

La inteligencia artificial es cada vez una preocupación más presente, debido al avance de la tecnología, que nos lleva a cuestionarnos por la dignidad de lo artificial, si acaso podemos hacer lo que queramos con ellos o si a medida que muestren rasgos más humanizados deberíamos darles un mayor trato. Estos temas clásicos de la ciencia ficción se abordan de gran manera en Ceres.

Comentarios técnicos

El libro respeta ciertas formas clásicas del género. Más allá de que pueda innovar en algunas cosas, salta a la vista desde un primer momento que estamos ante ciencia ficción espacial, con temáticas y características propias de la ciencia ficción. En este sentido, se ve la influencia de los grandes referentes, queriendo hacer algo propio con todo ese respaldo.

Una de las grandes novedades que tiene el libro es la incorporación de una banda sonora propia. A cargo de Tomás Arriagada, cada cuento viene con un código QR que te lleva a una lista de reproducción de Spotify.  Todas instrumentales y de una duración cerca a los 4 minutos. Más que como una compañía de la obra, la música funciona como un complemento, como una expansión del mundo creado por Martínez, apelando a escenas particulares o a características de sus personajes.

“Inicialmente la idea era que ambas obras se pudieran experimentar de forma separada y no necesariamente en paralelo. Esto ya que la música no tenía la duración de los relatos y, a su vez, se trataba de una interpretación sonora de los mismos, a veces inspirándose en la psicología de sus personajes, en escenas más emblemáticas y/o en las secciones que cada historia proponía.”

Entrevista a Tomás Arriagada en Culto, La Tercera

En lo que respecta a escritura, en ocasiones el desarrollo de los cuentos se vuelve un poco lento, a pesar del aparente frenesí de los mismos. Este tono pausado apela a una mayor introspección de parte del lector respecto a las situaciones que ocurren y lo que sienten sus personajes, pero para algunos puede volverlo un tanto tedioso.

Particularmente en el primer cuento, “La garganta de Occator”, está demasiado claro quiénes son buenos y quienes malos (o menos buenos) faltando matices que permitan abandonar la visión maniquea del mundo. Esto se ve un tanto menguado en el resto de las historias, ya que de ahí salen personajes que volveremos a ver a mediad que avanza la lectura.

El lanzamiento virtual del libro

Comentarios finales

Para los fanáticos de la ciencia ficción y quienes disfrutan con mundos espaciales, llenos de artefactos futuristas y donde la línea entre lo humano y lo artificial se ve cada vez más difuminada, esta es una gran opción de lectura. Esperemos que la versión chilena del sello Minotauro haya llegado para quedarse y que este puntapié inicial dé fuerza para las creaciones futuras.

Al ser de Planeta, se puede encontrar en cualquier librería, así como en ciertas tiendas virtuales. Aunque como siempre, mejor apoyar a las pequeñas librerías.