La Guerra de las Galaxias tuvo un gran comienzo en los años 70’s y 80’s con su primera trilogía, presentando un vasto universo lleno de flora, fauna, culturas y personajes carismáticos. La segunda trilogía que llegó casi a principios de los años 2000, amplió aún más el inmenso universo de Star Wars, presentando películas precuelas de los acontecimientos ocurridos desde A New Hope.
Odiadas por algunos, amadas por muchos, el día de hoy comentaremos las 3 películas que conforman la segunda trilogía de Star Wars: The Phantom Menace, Attack of the Clones, y Revenge of the Sith. Ya revisamos la primera trilogía en la edición número 03 de la revista Comiqueros, puedes leerla pinchando aquí.
Efectos especiales
En 1999, la tecnología de las películas había evolucionado notoriamente desde el estreno de A New Hope. Es evidente que estas películas aprovechan los efectos especiales como el CGI, que si bien, no son los mejores, le dan cierto carisma a esta trilogía, crea un ambiente «caricaturizado», el cual le da su propia personalidad a esta trilogía.
Por otro lado, los efectos CGI permitieron un gran salto y acierto en el ámbito de las peleas, sobre todo las que implicaban sables de luz, es decir, la mayoría de las peleas de la saga. Mucho más fluidas, mucho mejor coreografiadas, mucho más épicas; lamentablemente algunos de estos aspectos no se pueden disfrutar en la trilogía original.
Ahora bien, los efectos prácticos tampoco fueron dejados totalmente de lado. El uso de maquetas, moldes, etc., se aprecian demasiado, y juegan bastante bien con el CGI, creando un buen balance entre efecto práctico y efecto computarizado.
Personajes
Esta trilogía, al ser una precuela, presenta a varios personajes que ya conocimos en la trilogía anterior. A pesar de esto, las películas logran dar una nueva faceta a estos personajes, cambiando aspectos de sus personalidades, pero manteniendo su esencia, esto se puede apreciar bastante el maestro Yoda, o el mismo Anakin Skywalker.
También hace un gran trabajo con la cantidad de personajes nuevos, convirtiéndolos en personajes entrañables, reconocidos, y queridos; bueno, la mayoría… (ejem, Jar Jar Binks, ejem).
Historia y ritmo
La historia de las precuelas no es innecesaria, merecía ser contada, hasta cierto punto incluso obligatoria para los orígenes de algunos personajes. Esto ayudó a ampliar el lore de Star Wars, manteniendo la esencia del mismo.
Por otro lado, el ritmo en general de las tres películas es bastante lento, llegando a ser tediosas, incluso, sentirse muy largas. Como se dijo, estas películas aumentan el universo Star Wars, por lo cual introducen mucha información, sobre todo cultural y política, lo que termina por ralentizar el ritmo de la trilogía.
Banda Sonora
Toda la banda sonora de la saga es espectacular, y esta trilogía no se queda atrás ni siquiera un poquito. Escenas espectaculares que sin su respectiva melodía de fondo no serían lo mismo, tales como la batalla de Anakin y Obi-Wan o la escena final de Revenge of the Sith. Melodías épicas, relajadas, tristes, y también motivadoras; John Williams lo deja absolutamente todo.
Conclusión
La segunda trilogía de Star Wars es inolvidable. Falla en varias cosas, pero también fue el pilar argumental para otras películas dentro de la saga. Efectos especiales que, te guste o no, mejoraron aspectos para esta trilogía, otorgándole originalidad. Una banda sonora inmejorable y actuaciones que por lo general, están bastante bien.
Mi favorita de estas tres, y creo que varios estarán de acuerdo, es Revenge of the Sith, seguida por Attack of the Clones, terminando en The Phantom Menace. Próximamente revisaremos la tercera y última trilogía (hasta el momento) de la saga Star Wars, en la cual también podrás conocer mi opinión general sobre la saga.
