La escritora Carolina Brown (1984) vuelve a Grupo Planeta de la mano de su última novela Nostalgia del desierto. En este relato se nos muestra la vida inmigrante en las oficinas salitreras del norte, pero de esos inmigrantes acomodados, no de los explotados. También un presente lleno de sombras y secretos. En la narración conoceremos la vida familiar de tres personajes: Rebeca, la hija/sobrina nieta; Peggy, tía/tía abuela y Eddie, padre/sobrino.
Brown nos va entregando información a cuenta gotas, de a poco, con lo que cada vez vamos conociendo más aristas de esta historia familiar, sin entregar información de una vez, si no a lo largo de las 160 páginas. El texto se intercala con cartas escritas por Peggy a su amiga Dora. Es interesante cómo vamos conociendo a Dora -su historia es muy especial, pero vamos a omitir spoilers-. Con cada una de estas misivas vamos entendiendo qué fue lo que pasó con ella y por qué es tan importante en la vida de Peggy.
Personajes femeninos
El principal protagonismo de la novela está en Rebeca. Ella recibe una llamada de su tía abuela Peggy pidiéndole que, cuando muera, se haga cargo de sus cenizas. Quiere que las suelte en el desierto donde estaba la oficina salitrera en la que vivió su infancia y los años más preciados. La muerte de Peggy ocurrirá poco después, por lo que Rebeca se verá en la obligación moral de cumplir con su tía abuela, volver a hablar con su padre y dilucidar secretos del pasado.
Oficina Salitrera Santa Lucía, lugar donde los antepasados de Carolina Brown vivieron. De esta oficina nace en la ficción la oficina Aurora en el libro.Peggy disputa fuerte el rol protagonista, ya que ambos personajes son trascendentales para el desarrollo de la trama y la historia no podría prescindir de ninguna de ellas. Son mujeres independientes, fuertes, resguardadas en su intimidad.
En este engranaje, Eddie aparece como un personaje secundario y no crucial, aunque es importante en la conformación de vida de Rebeca. Bien entrada la novela sabremos por qué padre e hija dejan de hablarse y cómo una infancia que parecía funcionar sin una madre presente, genera grietas hasta quebrase y desmoronarse.
La escritura de Carolina Brown en Nostalgia del desierto
El libro es muy rápido de leer y Brown tiene una prosa precisa y contundente. No se notan mayores pretensiones en la escritura, lo que consigue una escritura amena, sin ser liviana ni banal. La crítica literaria Patricia Espinosa se refiere a ella: «Carolina Brown ha elaborado una narración pulcra, con una elegancia no impostada ni aparatosa. Su perspectiva es en extremo cuidada y escrupulosa, y fluye con naturalidad, enraizándose en un ánimo pesimista y melancólico donde todo encaja con precisión» (LUN 09/10/2021).
Este libro nace desde las historias que Carolina escuchó de sus antepasados ingleses. A los 19 años, en Inglaterra, una tía abuela le mostró un álbum de fotos de la época del salitre. Ella había nacido en la oficina salitrera Santa Lucía. A la autora le quedaron dando vueltas estas historias, por lo que el libro es un retrato muy personal y familiar de Brown.
La novela hace un recorrido entre el presente y el pasado, ese pasado del desierto y el auge del salitre. Hay cierta melancolía en retratar una época dorada de la minería del salitre en Chile y cómo quedan apenas vestigios de lo que fue. La evolución de las salitreras es como la evolución de esta familia de tres miembros que parece ser llevada por el viento y ocultada por la tierra seca del desierto.
Sobre Carolina Brown
Es Licenciada en Lengua y Literatura Hispánica de la Universidad de Chile, Comunicador Multimedia de la Universidad del Pacífico, donde también ejerció como profesora de la Facultad de Comunicaciones hasta el año 2016 y Máster en Creación Literaria de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona. Ha impartido talleres de escritura creativa, apreciación literaria y fotografía digital en universidades, centros culturales y empresas.
El año 2014 obtuvo el primer lugar en el Concurso Nacional de Cuento Joven Nicomedes Guzmán de la Sociedad de escritores de Chile (SECH) por Nadar a la Otra Orilla. El año 2015 fue seleccionada por el Fondo Nacional de Fomento del Libro y la Lectura por su primer libro de cuentos En el agua (2015). Ha publicado En el agua (2015), El final del sendero (2018) , Rudas (2019), Estrellas detrás de los párpados (2020) y Nostalgia del desierto (2021). Esta información fue obtenida de su sitio web.