El 21 de mayo se lanzó el libro Matapiojos. Ficción contemporánea chilena, bajo el nuevo sello Odonata de Áurea Ediciones. Algo distinto a lo que venía haciendo la editorial independiente, en el libro se recopilan cuentos de 13 escritores y escritoras nacionales.
Primero haremos un recorrido por lo que dice la propia editorial sobre este nuevo lanzamiento:
«[el libro tiene] historias tan interesantes como disímiles: distopías relacionadas con cementerios, hombres disfrazados de algo que no son, familias que se ven obligadas a rescatar la inocencia de sus hijos, aventuras submarinas en los confines del conocimiento, secretos que se mueven entre las paredes de una casona, seres que apenas consiguen lidiar con sus circuitos mentales, un grupo de mujeres que luchan contra el patriarcado de los símbolos, un profesor ofendido por lo políticamente correcto, una joven a la deriva en el océano, un tarotista que se mueve por el mundo para escapar de un sicario, un sexópata que se cree robot, un músico frente al desierto y el éxito, dos ancianas que recuerdan su peor pecado antes de morir».
Durante el recorrido de los 13 relatos la editorial busca demostrar que «en Chile todavía hay pasión y creatividad de sobra, además de una fuerte carga especulativa». E invita a sumergirse en esta antología que es un «lago de identidades».
Puedes ver el lanzamiento del libro en Facebook.Los trece escritores/as convocados son: Sara Bertrand, Patricio Jara, Felipe Reyes, Carolina Brown, Ernesto Garrat, Aldo Berríos, Marcelo Simonetti, Lilian Flores, Nicolás Meneses, M. M. Kaiser, Roberto Fuentes, Carlos Basso y Alberto Rojas.
Los mejores relatos de Matapiojos
La antología tiene algunos cuentos entretenidos y acá te contamos cuáles nos parecieron los más interesantes. Las razones son diversas y vamos a ir viendo caso a caso.
Jeff Hanneman de Patricio Jara: es probablemente el relato que está mejor escrito. La pluma de Patricio Jara es una de las mejores de la actualidad, atrapa al lector y es muy ágil de leer. Es el cuento al que hace referencia la frase «un músico frente al desierto y el éxito». Es una historia sencilla, más como una anécdota, pero entretenido de leer.
Puedes ver el lanzamiento del libro en Facebook.Profe Taxi de Ernesto Garrat: un profesor y un exalumno se encuentran en un Uber. Es corto, muy fácil de leer y mantiene pendiente al lector. Logra crear toda una escena que se nos va a tambalear al final, lo que demuestra una muy buena construcción del relato, en la que se logra el objetivo.
La oscuridad de las profundidades de Alberto Rojas: este cuento es muy interesante porque toma un mito chileno, La Pincoya, y le mezcla elementos de fantasía y ciencia ficción. Es rápido de leer y mantiene a quien está leyendo atenta y compenetrada con el misterio del relato. Es además un cuento que plantea una cuestión que va más allá del texto y deja pensando.
Me hubiera gustado incluir Un cíborg en la cama de Roberto Fuentes, sin embargo, la visión de la mujer en este relato es muy básica. De pronto pareciera que llegará más allá, pero se queda en lo sexual, mostrando una visión de mujer que se nota construida por un hombre. A pesar de esto es ágil y entretenido. Eso sí, es como si Roberto Fuentes se hubiera aburrido de escribir literatura infantil y al escribir para adultos pusiera todo lo que no puede decirle a los niños: sexo, sexo y más sexo. Lo que no está mal de por sí, el problema es la visión de las mujeres que están en el relato.
Qué pasa con el feminismo
No podemos dejar de hacer referencia al feminismo, ¿por qué? Porque en el país se ha gestado un gran movimiento en torno al tema y si este libro promete ser un compilado de ficción contemporánea chilena, debería tratarlo más. O la literatura se está quedando atrás.
Se redactará una nueva constitución política con paridad, pero eso no lo encontramos en un libro de 183 páginas. Trece plumas, solo tres autoras mujeres. ¿Lo ponemos en porcentaje? 23% son mujeres, es decir, ni siquiera alcanza la mitad de la mitad. Sin duda, esto le resta puntos.
En la contraportada hay una promesa de feminismo, «un grupo de mujeres que luchan contra el patriarcado de los símbolos», y sí, es lo más cercano, pero el cuento al final deja más un sabor a estallido, pandemia, idea de República, que a feminismo (aunque fue escrito hace tiempo, se siente muy actual en estos temas). Además que a este relato en particular le falta agilidad, pero se destaca que haya querido tratar el tema del feminismo.
Y no hablemos ya de la construcción de mujer en la mayoría de los cuentos, donde se ven reducidas a lo mismo de siempre: ser sexual, emocional, objeto de infidelidad, mitológica… por lo tanto, hay que tomar este libro sabiendo que se va a encontrar con una literatura hegemónica. Se rescata de acá el cuento La otra orilla, de Carolina Brown, y, quizás, Nélida, de Marcelo Simonetti.
Conclusión y opinión personal sobre Matapiojos
Con el desarrollo que ha llevado esta crítica se podrá entender que personalmente esta no es una de mis antologías preferidas. El resto de los cuentos son, como diría Víctor Jara, ni chicha ni limoná. Preferí omitir los cuentos que menos disfruté porque la lectura de cualquier libro siempre es personal y los gustos cambian de persona a persona. Sin duda hay que respetar todos esos gustos y no juzgarlos. No hay buenos y malos libros, hay lectores distintos.
Basados en esto yo expongo los argumentos y la decisión de leer o no Matapiojos está en tus manos.