Desde que el ser humano es tal, los juegos han tenido un papel fundamental en nuestras vidas. Hay múltiples estudios que hablan de sus beneficios. Enseñan a seguir instrucciones, generan lazos, promueven el pensamiento creativo, estimulan los sentidos, funcionan como agente socializador y un largo etcétera.
Durante mucho tiempo, se solía asociar el jugar con ser infantil, así como leer cómics o manga, al punto de que muchos hemos escuchado la frase: “Oye, pero eso es para niños. ¡Madura!”, pero de un tiempo a esta parte, esa visión ha ido desapareciendo.
¿Qué entendemos por JDR y Juego de mesa?
Ya sea que hablemos de clásicos como el Ludo, Ajedrez, D&D (Dungeons & Dragons), Vampiro, Catan, Monopoly (también su versión chilensis llamada Gran Santiago) o bien de juegos más actuales como Eldritch Horror, Dixit, Azul, Exploding Kittens o Las Mansiones de la Locura solo por mencionar solo algunos de los que existen en el mercado, es que podemos ver que hay un alza en el consumo de este tipo de entretenimiento analógico.
Si no sabes qué es un juego de mesa, son aquellos que constan de un tablero y fichas, idealmente sobre superficies planas. Dependiendo de cada juego, pueden participar una o más personas.
En cambio, un JDR (juego de rol) es básicamente un juego interpretativo-narrativo en el que los jugadores asumen ser personajes creados a lo largo de una trama, generalmente creada por un Máster, quien funciona como un pequeño dios y en el que el azar a través de dados suele darle dinamismo. Es una simplificación práctica, antes de que prendan sus antorchas.
En particular, los juegos de rol y de mesa cada día son más populares, tanto en nuestro país como en otras partes del mundo. Basta con ver la cantidad de juegos nuevos que aparecen constantemente, ganando terreno a otros medios de entretenimiento y compartiendo espacios en algunas ocasiones.
¿Y qué ocurre en Barcelona?
Con más de quince tiendas especializadas y Norma, una de las más grandes editoriales ocupando casi media cuadra, la escena de juegos y pasatiempos de Barcelona se caracteriza por ser variada y accesible, porque estas tiendas están repartidas a lo largo de la ciudad.
Sin contar con que acá en España nace Nosolorol, una de las editoriales especialistas en rol y diversos tipos de juegos.
Algo destacable es lo que ocurre en el ámbito universitario, donde dos de las universidades más grandes de Cataluña cuentan con sus propios clubes en los que estudiantes –y a veces externos– pueden juntarse y montar unas partidas entre clases o quedar en días específicos durante muchas horas a probar juegos.
El límite lo ponen los jugadores y la disponibilidad de salas tanto en la UAB (Universitat Autònoma de Barcelona) como en la UB (Universitat de Barcelona), donde constantemente hay gente ya sea en el “Hotel D’entitats” para una o bien en “el Edificio Histórico” para la otra. En estas Universidades los jugadores se organizan en el Club de Rol de la UAB (CRUAB) y Ludo;UB respectivamente.
Dentro de la vorágine universitaria, contar con estos espacios logra distender un año académico y dar oportunidades de ir haciendo nuevos contactos.
Para ejemplificar, hablamos con Iván Martínez A.K.A Sargento Zorro, un joven de 26 años, estudiante de derecho de la UAB, quien lleva jugando rol desde los 13 años. Nos contó cómo se vive el hobbie en la capital de Catalunya, y por qué deberías darle una oportunidad si es que aún no lo has hecho.
“Soy principalmente un jugador de juegos de rol, juego sobre todo «Vampiro La Mascarada» que me encanta por lo narrativo y abierto del sistema, aunque por supuesto no podemos dejar atrás clásicos como Dragones y Mazmorras.
Lugares hay varios, desde el Firefly al Meltdown bar si quieres jugar. Para obtener juegos ve al triángulo friki de arco de triunfo. Los mejores libros están en Santos Ochoa y si buscas buenas partidas, alístate a la cadena 44 en @4dausde6.”
Si con todo eso no te animas, Iván cierra con “Un hobbie puede ser una buena manera de abrir horizontes y conocer gente. El rol te ofrece la posibilidad de generar tu propio espacio de confort por medio de un personaje, el resto de la interacción social vendrá sola postpartida”
Además, para complementar, David (presidente actual del CRUAB) nos menciona que este grupo nace el año 1994 y que ha ido cambiando mucho, tanto de la percepción social hacia los y las “frikis” como del pasatiempo en sí mismo, dando paso, precisamente a una masificación que, en lo particular, la verdad es que se agradece bastante.
Desafíos a futuro
El mundo ha ido cambiando y cada vez es más aceptado el tener diferentes intereses, que pueden ir desde juntarse a jugar un partido de basketball, salvar un reino escondido junto a un semi-elfo multiclase o bien ver quién hace la línea de tren más larga.
De cualquier manera, los juegos nos deberían unir más de lo que nos separan. Ese pareciera ser uno de los desafíos de la comunidad, sobre todo en ciertos círculos que rozan lo elitista.
Por lo mismo, la idea es mostrarle a la gente nueva que sentarse a rolear durante horas es algo agradable. Que interpretar imágenes con amigos y amigas en Dixit es un buen panorama. O que salvar Yharnam vale la pena, aunque demores 45 minutos en armar el tablero y 5 en que te envíen al sueño del cazador.
Lo correcto sería recordar que no importa qué edad tengas, en qué parte del mundo estés o la experiencia que poseas, nunca se es demasiado mayor para jugar.