En 2019, Aaron Abarca dio un paso al costado al mundo de fantasía, un acercamiento que tuvo en Rutas Ambiciosas, su primera novela publicada en 2015.
La Secta de Los Tordos es una novela negra ligera, tal vez una de las más simples y significativas que existan en la pluma de autores chilenos que están lejos de escribir para niños.
Se destaca por una particular crudeza, tanto en el tono del relato como en los mismos eventos que incitan a los protagonistas a comenzar una investigación que es, por mucho, uno de los casos más intrincados y escalofriantes que han enfrentado en sus carreras…
Portada de La Secta de Los Tordos.Sinopsis
Un crudo asesinato llevado a cabo en el mercado Matadero Franklin desencadena una serie de crímenes en Santiago.
Para resolver el misterio, un equipo de jóvenes detectives encabezados por Mía Álvarez recorrerán las calles de la ciudad en busca de los responsables: un grupo de fanáticos religiosos que componen la peligrosa y misteriosa “secta de los tordos”.
Tordo.El registro
Un detalle a destacar de la historia es que el relato está escrito en primera persona y a modo de registro, como una bitácora.
Es una forma curiosa de seguir el ritmo de una narración, pero adecuada para adentrarse en la cronología de los hechos y en el mundo de los detectives.
Gracias a este tipo de narrador, conocemos más a fondo a los personajes, en especial a Mía, ya que es ella quien vive, cuenta y protagoniza la mayoría de los sucesos; de hecho, en ella se centran nueve de los doce capítulos que componen la novela.
También ayuda al lector a organizar los eventos gracias a horas y fechas marcadas al inicio de cada capítulo y —a veces— también entre ellos, forjando una cronología que no es difícil de seguir y ayuda a prestar más atención en otros detalles más importantes.
Balu, mascota del autor que inspiró al personaje de la misma especie y nombre en la novela.Jóvenes detectives
Tal vez un punto débil en la novela sea el hecho de que sus protagonistas son demasiado jóvenes para la clase de eventos que enfrentan o sus propios cargos dentro del universo investigativo.
Si bien se intenta hacer creíble que un equipo tan joven sea capaz de sobrellevar una peligrosa investigación, es mejor dejar fruir la imaginación y pretender que tienen la edad suficiente para encarar sus propios retos y conflictos internos.
Una historia personal
Las primeras páginas de La Secta de Los Tordos están llenas de detalles de Londres y el relato de Mía lo enriquece gracias a la experiencia que tuvo viviendo en la ciudad, demostrando un apego que se rompe al tener que abandonar el país para regresar a Chile.
Lo mismo ocurre en el mercado Matadero Franklin, el cual es detallado más a fondo y contiene una mezcla de sensaciones y vivencias que van más allá de las páginas.
Aaron Abarca, autor de La Secta de Los Tordos.Aaron Abarca es un autor que refleja sus vivencias más intensas en sus obras. Su estadía en Inglaterra le ayudó a comenzar este libro de forma potente e intrigante, casi una probada de cultura anglosajona que ningún programa de televisión podría dar, especialmente porque la novela tiene la ventaja de la imaginación del lector, algo que va más allá de cualquier apoyo visual a través de una pantalla.
El caso del mercado Matadero de Franklin cumple las mismas reglas, experiencia pura y vivida muy de cerca.
Apreciación personal
La Secta de Los Tordos es una novela fácil de leer, incluso si la lectura no es lo tuyo. La historia, el diseño interno del libro y su maquetación lo convierten en una aventura agradable y amigable.
Tordo.El relato es breve y la serie de acontecimientos que lo construyen están lejos de parecer forzados o alejados de una línea de tiempo determinada.
Es, sin duda, una recomendación apta para lectores nocturnos amantes del terror y el misterio.