La Saga de Moro: ¿en qué está acertando Dragon Ball Súper?

Acompáñennos a ver lo último en el manga de Dragon Ball, el prisionero de la Patrulla Galáctica, Moro. Obra ilustrada por parte de Toyotaro.

Escrito por alexander.r.roez

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Desde la continuación del manga de Toyotaro, hay dos cosas que no faltan en la boca del Fandom: lo brutal de su antagonista, y el «no lo arruinen» para Toei. Pues aun pesa el dolor tras el infame «Capítulo cinco».

Pero obviando asuntos de producción, lo más relevante hasta ahora es la firme historia que Toriyama y su pupilo han escrito, con una premisa interesante, una sutil, pero atractiva profundización del lore, y personajes que supieron dejarse querer.

Sí, es cierto que aun es pronto para decir que esta es «una buena saga». Pero en tanto, podemos ir contando las fortalezas de esta obra, empezando por aquel llamado «la síntesis de todos los villanos».

El Prisionero de la Patrulla Galáctica

El detonante de la trama destacaría por esa introducción «desconcertante». En el sentido de que vemos a estos patrulleros sacar a Majin Boo de la Tierra sin explicaciones, junto con dos inconscientes Goku y Vegeta (secuestro).

Pero de esto emergería un Plot Twist, consiguiendo dos cosas: conectarnos con cierto patrullero que dejaría knockout a nuestros héroes; y abrir el telón a este nuevo antagonista, pero generando en sus lectores más dudas que respuestas.

Algo meritorio del actual trabajo de Toriyama es que trata de construir toda un aura de misterio en sus villanos, a diferencia de antes, donde solo aparecían y contaban todo, como Raditz y su «Yo soy tu hermano», o el mismo Freezer trayendo a Broly.

Ciertamente, Moro se apegaría a los medios que caracterizaron a Goku Black, pero agregando, y potenciando, el factor «lenguaje visual», donde bastó una simple mirada para captar su nivel de amenaza.

Pero aunque pareciera tratarse de otro adversario OP, la realidad es que este villano reluce por otros aspectos (además de ese pícaro sadismo). Principalmente, por aquella habilidad que tanto puso en jaque al dúo saiyajin. La absorción indefinida de energía.

Estas características en los oponentes se han vuelto cada vez más constantes, como en el caso de Hit y su Salto en el tiempo, lo que ha resultado muy provechoso, especialmente desde que los niveles de pelea perdieron sentido (Jiren el «Roto», por ejemplo). De esta forma, las soluciones vienen más del ingenio que de la fuerza.

A esto sumamos el amplio margen de secundarios siguiendo al antagonista, que como en DBS – Broly (2018) resultarían ser más que mero relleno. Pero de eso hablaremos en instantes.

De momento, a revisar ciertos escenarios.

Yadrat y Namek

Entendemos que uno de los problemas de Súper radica en sus extensos espacios no trabajados. Y hasta cierto punto, no es muy atractivo regresar a los mismos planetas que ya visitamos (en vez de explorar Sádala, para empezar).

No obstante, algo destacable en Toyotaro fue el desarrollo de ciertas ideas impresas en dichos espacios, perfeccionando así la experiencia.

En primer lugar, el autor nos recuerda que mientras los namekianos tengan las Esferas, siempre habrá quienes quieran saquearles. En segundo lugar, Vegeta recibe la instancia de encarar a quienes hirió en el pasado, y la oportunidad de pedir perdón, cerrando ese ciclo.

Sobraría decir que hasta ahora, lo mejor de Súper es la madurez de Vegeta, ya sea por su rol paternal, o el abandono de su orgullo. Por lo mismo, que viajara a Yadrat sería un gran salto en su personaje, pues no solo pensó en soluciones por sobre la fuerza, está reconociendo que necesita ayuda.

Cabe señalar, tal experiencia retomaría ciertos defectos del Príncipe Saiyajin, en especial uno que Wiss le indicaría mientras lo entrenaba:

Para muestra basta un botón, te enojas con mucha facilidad. Eso no te permite mostrar todo tu potencial en un momento crucial.

Dragon Ball Z – La Resurrección de Freezer (2015)

De cierta forma, pese a no cambiar la esencia de Vegeta, esta contienda ha sido un momento de reflexión, recapitulando aquellos periodos que hoy en día definen quién es.

Patrulleros y criminales

Seamos sinceros, Jakko es de esas fumadas de las que te quieres arrepentir, pero el Fandom las ama y te quedas callado. A fin de cuentas, el humor no mata a nadie.

Pero luego tenemos a Meerus y sale un giro en ciento ochenta grados, logrando que esa tropa sea más que comedia. Sí, es algo Gary Stue, pero al menos está justificado. Además, no le quita lo simpático.

A esto deviene que retoma con Goku las propiedades del Ultra Instinto, permitiendo a la audiencia descubrir más de esta habilidad. Del mismo modo que Goku recapitula sus antiguas lecciones en el combate.

Por otro lado, esta saga aprovecha de introducirnos al mundo de estos policías, conociendo los peligros que combaten, así como su importancia para la galaxia. Más desde la fuga de Moro y sus secuaces.

Ahora, hablando del Diablo, lo más duro de estos mercenario fue presenciar el caos tras su escape. Cómo saquearon planetas enteros, aumentando la tensión. Pero al mismo tiempo, permitieron a muchos personajes relegados tener su momento.

Este sería el caso de Yamcha, así como el de Chaos, quienes luego de tanto tiempo demostraron esas habilidades de sus inicios, pero que luego del énfasis dado a los saiyajins, pasaron a segundo plano. Este arco sería perfecto, en especial para el lobo solitario, quien desde hace mucho no tenía razón de ser en la obra.

Del mismo modo, los antagonistas sorprenderían con curiosos personajes, que si bien no contarían con mucha historia, exhibirían trucos bastante interesantes. Este fue el caso de Siete Tres, cuyo don para copiar poderes al contacto causaría más de un apuro a los Guerreros Z.

Errores

Pero como era de esperarse, esta sonata contendría sus respectivas fallas. Aunque esta vez, son las mínimas y no empañan la experiencia.

En primer lugar, por mucho desarrollo, nada quita que la Patrulla Galáctica sigue desconectada del lore. En especial considerando su importante equipamiento y sus relaciones con la familia Brief, cuyas interacciones pudieron ser de gran ayuda para muchos dilemas en Dragon Ball.

El problema de esta clase de personajes es que, si no justificas bien su ausencia, se nota demasiado que los pensaste recién. Como el insecto espía de la Patrulla Roja, del cual nunca tuvimos tomas hasta lo dicho por Cell.

En segundo lugar, durante el ataque a la Tierra, hubo un instante en que Moro dio una prórroga para que Goku y Vegeta juntaran Ki, interesado en poder drenárselos como a cerdos del matadero. Esa propuesta es muy buena, pero derivó en que sus esbirros perdonaran la vida de Piccoro y Gohan de una forma muy conveniente.

De acuerdo, se entienden sus intenciones. Pero viniendo de una banda que arrasó poblados enteros, se siente muy fuera de tono. Además, si ni siquiera eran el objetivo, mínimo unas bajas como advertencia. Algo así como lo que haría Freezer.

Finalmente, mientras Vegeta tomaba el mando frente al villano, Piccoro y Goku comentaban lo mucho que ha madurado, a lo que el saiyajin solo respondería: «Yo solo quiero pelear con alguien fuerte». Línea que quiso ser graciosa, pero terminó siendo bastante desubicada.

Esto pudo ser mejor si solo hubiera reflexionado, haciendo un guiño a la forma en que Vegeta lo vio pelear contra Boo, rememorando su primer encuentro, resaltando su rol de padre, sintetizar desde sus ojos el avance de su colega. Más todavía si se nos viene el encuentro con Uub.

Comentarios

Con esta premisa Toyotaro estaría demostrando su empoderamiento de la franquicia, así como Toriyama nos da indicios de firmeza, luego de tanto tiempo en declive. Hecho que se agradece completamente, así como da paso a la ilusión.

Por este motivo, la Saga de Moro está quedando como aquellas experiencias que nos encantaban del mangaka, con un relato a corazón en mano, una amenaza implacable, y una búsqueda de soluciones cada vez mejor pensadas, en lugar de recurrir a un nuevo Power Up.

Sí, tuvo su par de errores, pero al menos serían mínimos y no comprometerían el relato. Otra razón por la que recomiendo seguir esta pieza, pues hasta que no empañe su conclusión, puedo decir que es una lectura que se deja adorar.