Habla María. Una novela gráfica sobre el autismo

Bernardo Fernández entrega un maravilloso cómic que nos dejará más de una enseñanza sobre el autismo, convirtiendo a "Habla María" en una preciosa obra.

Escrito por juanonauta.1982

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El tiempo de la inclusión e integración se hacen sentir en todos los espacios, ya que cada día se va apreciando y aprendiendo que hay una amplia diversidad que distingue a cada persona. O sea, no todos y todas pensamos, sentimos, actuamos o comportamos de la misma manera, sino que hay algo que nos hace distintos y únicos.

La narrativa gráfica, así como toda la industria de la cultura, no puede estar ausente de este hecho. Ya que estamos siendo invadidos a través de la tv abierta por producciones como Atypical o The Good Doctor, sin embargo, el mundo del noveno arte también tiene lo suyo a través de “Habla María”.

La novela gráfica “Habla María. Una novela gráfica sobre el autismo” del ilustrador y novelista mexicano Bernardo Fernández, Bef, fue editada por Océano en el 2018, pero no fue sino hasta el año siguiente en que aparece en las librerías chilenas bajo el sello Catalonia a un valor aproximado de $19.990 pesos.

De buenas a primera la portada es llamativa por los pocos colores que usa, pero que ofrece una que otra sorpresa visual para quienes saben apreciar los detalles, detalles que lograremos comprender en la medida que vayamos leyendo la novela.

Lo interesante y sorpresivo es el prólogo de la obra, realizado por el historietista argentino Ricardo Siri, más conocido como Liniers, que a través de su majestuosa prosa visual avisa al lector o lectura que la presente obra será un carrusel de emociones (y muchas de esas brotarán a través de lágrimas).

Dejando el prólogo de lado, Bef vomita a través de trazos y colores toda su intimidad en la que por medio de cuatro capítulos narrará detalladamente los primeros años de vida de la pequeña María, su hija. Sumado a esto, irá desnudando su alma, mostrando sus anhelos y temores al lector utilizando la caricatura como medio de expresión.

“El realismo y el arte de la caricatura pueden parecer extraños compañeros de cama, pero los artistas de cómic que usan el arte de la exageración a menudo consiguen capturar la enorme diversidad estética de nuestro mundo en formas que muchos otros creadores más ‘serios’ y comedidos jamás consiguen”.

Scott McCloud, Revolución de los Cómics

Ya de frentón en el cómic, se nos muestra el parto y nacimiento de María. Un momento muy íntimo donde vemos la felicidad de Bef y su pareja, Rebeca Dávila, también ilustradora, por traer al mundo una hija, y con ello también comienza a surgir los sueños y expectativas sobre el futuro la primogénita.

Dos años pasan y vemos cómo la joven pareja comienza apreciar el crecimiento de la bebé, aunque parece que algo no anda bien con el desarrollo, ya que la pequeña no ha logrado caminar y no parece interesada en balbucear o hablar. Para más remate tampoco juega ni socializa con niños y niñas de su edad.

Esos pequeños indicadores o rasgos de “anormalidad” son pasados por alto o considerados como algo “normal”, porque para Bef y Rebeca puede ser natural, ya que ellos mismos también tuvieron cierto nivel de retardo en el desarrollo de cierta habilidades (ej: hablar), por lo que no le dan mucha importancia, sin embargo quedará la semilla de la duda sobre lo que le puede pasarle a María.

La vida sigue su curso, y la pequeña María, de 3 años ya, deberá ir al jardín infantil. Esperanzados de que con aquello la niña logre nivelarse y esté sintonía con el resto de los niños y niñas de su edad, pero las cosas son serán así, ya que desde el mismo establecimiento mandan a llamar a los padres para explicarles que la pequeña podría tener autismo.

Aquello obligará a la joven pareja a buscar la opinión experta de un médico para despejar las dudas, lo cual los llevará a peregrinar por distintos tipos de especialistas. Tras una arda búsqueda, un doctor les explica que la pequeña está sana, pero es autista.

Es aquí donde el lector o lectora se pregunta qué es el autismo. Y ante la duda, es bueno consultar a medios oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual define el autismo como un trastorno que comparte características comunes con otros desordenes del desarrollo y que son catalogados bajo el término Trastorno del Espectro Autista (TEA)

“Los trastornos del espectro autista (TEA) son un grupo de complejos trastornos del desarrollo cerebral. Este término genérico abarca afecciones tales como el autismo, el trastorno desintegrador infantil y el síndrome de Asperger. Estos trastornos se caracterizan por dificultades en la comunicación y la interacción social y por un repertorio de intereses y actividades restringido y repetitivo.”

Despejadas las dudas, comienza el duelo por parte de los padres de María, ya que es difícil comprender qué pasó y por qué la pequeña nació así. Para más remate se sentirán culpables de la situación que vive ella y perciben que el mundo se les viene encima al no saber cómo ayudar o qué hacer.

Entre medio de la historia, Bef va exponiendo ciertas reflexiones sobre María, pues el hombre tiene dudas sobre cómo ella percibe el entorno o si ella es normal, pero en cada interrogante deja ver que María tiene su mundo y que es tan normal como cualquier persona. Solamente hay que aprender a escucharla y comprenderla, lo cual exige mucha paciencia.

Contra el dolor no se puede hacer nada, Bef y Rebeca viven su tristeza lo más dignamente posible. Pero aquello no puede ser impedimento para tratar de buscar ayuda profesional para María, ya que el tiempo sigue su curso y ellos no van vivir para siempre velando por ella.

En este tramo, casi rozando el final, la familia de María encontrará ayuda en un instituto dedicado a tratar el Trastorno del Espectro Autista, que se convertirá en un rayo de esperanza para Bef y Rebeca, pues no sabían qué hacer o cómo ayudar de manera efectiva a su hija para que ésta pueda adaptarse al mundo y vivir plenamente.

Esa esperanza se verá graficada en la potenciación de las habilidades y el refuerzo de esas otras que están disminuidas, o sea que María pueda socializar y expresarse para así poder desarrollarse de forma independiente en un entorno que no siempre está preparado para interactuar con ella.

En todo ese recorrido, la novela tendrá un antes y un después, es decir un cambio radical. Porque si al inicio las viñetas estaban coloreadas con distintas tonalidades de azul, es porque dicho color representa el autismo y tiene una interesante explicación

Azul como el mar, muchas veces calmo, pero en ocasiones turbulento, como ocurre con quienes presentan esta condición.”

Tras encontrar ayuda para María,  los colores comienza a aflorar mágicamente y la esperanza e ilusiones vuelven a los corazones de Bef y Rebeca pues aquello “está vinculada al momento justo en el que el psicólogo la diagnostica y nos dice que: ‘hay todo por hacer’, ahí el cómic vuelve a color, más bien es a color, pero después de eso ya son colores vivos, porque representa el regreso de la esperanza y lo luminoso, porque representa construir hacia arriba y lograr que mi hija pueda vivir una vida plena, llena de colores y de matices.”

Ya en el final de la novela, Bef nos muestra la vida cotidiana de María con sus progresos y logros como es hablar y comunicarse con otros, los cuales no son pocos considerando que en la actualidad cursa la enseñanza básica. Aunque también plantea dudas y temores sobre lo que viene en el futuro, pero como él mismo, citando a los Alcohólicos Anónimos, dice: “un día a la vez”.

En conclusión, Bernardo Fernández nos ofrece un relato intimo que busca ayudar a otras personas a abordar un tema tan desconocido como es el Autismo, pero colocando de manifiesto la importancia de la aceptación y el amor por el otro, ese otro que es distinto.

También deja expuesto la importancia de educar y entregar información compresible a la población sobre lo que significa el TEA. Tanto así que en el epilogo Bef coloca un cómic que realizó con Rebeca, en el cual explican a los vecinos de su barrio el trastorno que tiene María para que éstos no la miren de forma rara por su extraño actuar.

Una lectura muy recomendable y que no dejará a nadie indiferente, más aún cuando con simples y bellas palabras se logra explicar el autismo

“Imagínate que el mundo es una gran orquesta sinfónica y que todos tocamos un instrumento tradicional. Las personas con autismo tocan instrumentos exóticos, afinados en otras escalas. Sin embargo producen una música hermosa. Es solo que no estamos acostumbrados a escucharla.”