Fuan no tane: El miedo a lo conocido

El manga de Masaaki Nakayama, Fuan no Tane (Semillas de ansiedad), nos da una muestra de terror puro ¿Qué tienen ciertas historias que nos asusta tanto?

Escrito por Pía Marian

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“Puede ser verdad que lo unheimlich, lo siniestro, sea lo Heimlich-heimshc, lo intimo-hogareño, que ha sido reprimido y ha retornado de la represión y que, cuando es siniestro, cumple esta condición.”

A pesar de que pocas líneas después, el mismo Freud admita que el fenómeno al que llama “lo siniestro” es mucho más complejo que esto, no es difícil ver que todos los ejemplos que analiza dentro del texto nos traigan de vuelta a este punto: El horror proviene de lo íntimo, de cómo aquello que creíamos conocer de pronto se torna extraño, rompiendo nuestros esquemas y metiéndose en nuestra cotidianidad.

Esto es algo que Fuan no tane (“Semillas de ansiedad”) comprende a la perfección.

El manga, escrito e ilustrado por Masaaki Nakayama, está conformado por tres tomos que fueron publicados por la editorial Akita Shonen. Cada uno de estos libros está, divido en pequeñas secciones con un titulo que nos dará una guía del tipo de microhistorias, permitiéndonos entrar de lleno a sus páginas. Además, cada una se encuentra acompañada por un pequeño texto.

Esto es importante, porque el primer acercamiento que tenemos a este peculiar manga es a través de esos pequeño segmentos. Mi favorito es el llamado “Te estoy siguiendo”, titulo que es acompañado por la frase “Cuando llamas sin querer la atención de algo que no quieres, ¿qué haces?”.

La inquietante sensación que estos pequeños textos nos deja se ve acrecentada por el contenido de sus historias, porque, como dijimos antes: Fuan no tane comprende la importancia del cómo.

Sus páginas se encuentran plagadas de demonios, fantasmas, seres provenientes de leyendas urbanas y algunos que, sencillamente, no podemos clasificar. Pero lo que hace tan única la narrativa de este manga es la manera en la que estos entes de pesadilla se meten en la vida de los protagonistas de cada microhistoria: Un espectro que toca a la puerta de tu casa, una sombra que solo puedes percibir a través del rabillo del ojo, una figura desconocida que ves en un callejón o una criatura extraña que aparece en tu área de trabajo.

Todos y cada uno de ellos son intrusos en la vida de los personajes, aparecen de manera aleatoria, muchas veces accidental: Sencillamente, el protagonista, ha estado en el lugar equivocado en el momento equivocado, pero esto no hace su encuentro algo perdonable. En muchos de estos relatos, se nos da a entender que estos seres continúan visitándoles, como una pesadilla que ahora forma parte de su día a día. Los finales abiertos son lo que termina de dar el toque a cada uno.

Por supuesto, podría resultar contraproducente que el terror existente del manga provenga únicamente de este recurso narrativo, pero se debe tomar en cuenta que no posee muchas más pretensiones que hacerte pasar un mal (o buen) rato con su lectura.

Este un libro con un objetivo sencillo, que logra su cometido usando la menor cantidad de elementos. Sin dudas, un manga que cumple con lo que promete: Hacerte mirar hacia atrás para comprobar que realmente estés solo.