Uno de las ambientaciones más populares de la literatura es la época victoriana. Especialmente con una tonalidad oscura y tenebrosa. Monstruos Ordinarios, la obra «debut» de J. M. Miro (en realidad Steven Price, autor de By Gaslight), toma este marco y lo utiliza para narrar una historia de naturaleza vs crianza, predeterminismo vs libre albedrío, el fin vs los medios.
La historia está llena de temas oscuros, poderes antinaturales que causan el rechazo de la sociedad, y dilemas morales sin respuestas obvias. Aunque también tiene algunos puntos bajos que se sienten apresurados, y decisiones llanamente ilógicas de parte de algunos personajes, tan solo para forzar la trama. Sin más preámbulo, vamos al resumen de la historia.
Sinopsis
Marlowe es un niño particular, no solo por las circunstancias en las que fue encontrado por su madre adoptiva (en un tren de carga, junto al cadaver de otra mujer), sino también por sus misteriosas habilidades. Marlowe teme a sus poderes, que causan que brille intensamente y dañe a las personas. El infortunio parece perseguirlo, ya que termina en Estados Unidos, como una atracción de circo, luego de que su madre adoptiva tuviera que dejarlo para escapar de su pasado.
Charlie Ovid, a su vez, es un joven que también ha pasado por muchas desgracias en su corta vida. Habiendo quedado huérfano, y siendo mulato en la Norteamérica de los 1800, no pasa mucho tiempo antes de encontrarse en la cárcel y condenado a muerte. Sin embargo, Charlie no puede morir, ya que siempre que recibe daño, su cuerpo se cura solo.
Es el trabajo de Alice Quicke, una detective privada curtida por la calle, y su compañero más experimentado, Frank Coulton, encontrar a estos niños y llevarlos a la seguridad del Instituto Cairndale. Allí, los niños con habilidades, llamados Talentos, son cuidados, protegidos e instruidos sobre cómo usar sus poderes de forma segura. O al menos eso es lo que se supone. Con misteriosas desapariciones de Talentos, y una amenazante figura cubierta de ceniza persiguiendo a Alice y Marlowe, el Instituto puede no ser el lugar seguro que aparenta.
Opinión personal
Fue difícil escribir la sinopsis de este libro. No porque la historia fuera complicada de seguir, sino porque suceden muchas cosas. No sé si esto podría resolverse dividiéndolo en dos, pero parte de mí cree que sí. Este problema no solo aplica para el libro, también para la narrativa. Suceden muchas cosas, desde muchos puntos de vista, y el lector puede sentir que es demasiado.
Por ejemplo, al llegar al Instituto, Charlie tiene una clase….y ninguna más, porque luego de eso la trama se acelera y comienzan a resolverse los misterios. La historia avanza muy rápido, no se da el tiempo de explorar el Instituto, o sus estudiantes, o los mismos poderes de los Talentos y sus límites. Se salta de una revelación a la siguiente, de un Mcguffin a otro, y no se permite tener una normalidad que romper, por lo que todo pierde impacto.
Ahora, los positivos: los personajes. Todos los personajes del libro son interesantes y están bien desarrollados. Incluso el villano principal. Especialmente el villano principal. Se transmite la idea de que la gente no es solo buena o mala, y que las acciones y motivaciones de las personas pueden ir por carriles diferentes.
Los poderes y su planteamiento también me interesaron mucho. Aunque les falta desarrollo, la idea principal y su explicación me resultan muy atractivos, y tienen bastante potencial. Digamos que hay una buena base para explorar. Y por último, la ambientación. Si bien le falta desarrollo a la parte del Instituto, el ambiente en general de la épica y el tono sombrío se transmiten perfectamente.
En resumen, el libro va de más a menos, alrededor de la página 300 el tono cambia un poco, intentando volverse una típica trama de «escuela mágica», pero lo abandona rápidamente luego de fallar. Creo que el libro se habría beneficiado de pasar algunos de sus puntos argumentales a una segunda parte. Pero por lo que es, quedé satisfecho, e intrigado por conocer más del mundo de Monstros Ordinarios.