Star Wars no deja de entregar historias al mundo. Desde la trilogía original a The Mandalorian, pasando por novelas, cómics, videojuegos, fanmades… Entre todos estos relatos, florece Elstree 1976 de Jon Spira (disponible en Amazon Prime). El documental que nos muestra y rinde honores a aquellas personas que cimentaron la primera película y que quizás… no cuentan con el suficiente reconocimiento.
Extras o actores y actrices que interpretaron personajes “pequeños” (con algunas excepciones) no solo nos relatan el cómo fue y el cómo llegaron a ocupar un espacio en la cinta de George Lucas. Cuentan sus historias. Una variedad de anécdotas que van desde lo emotivo a lo cómico. Y es que más que dar a conocer la historia detrás de Star Wars, Elstree 1976 da a conocer a quienes vivieron Star Wars.
(…) Las únicas personas en el universo que no han visto Star Wars son los personajes de Star Wars, ¡y eso es porque la vivieron, Ted! ¡Es porque viviveron Star Wars! – Marshall EriksenSi bien, podremos ver algunos nombres más conocidos entre los fans, como David Prowse (Darth Vader) o Jeremy Bulloch (Boba Fett), quizás otros nombres como John Chapman, Laurie Goode o Pam Roose no sonarán tan reconocibles, incluso para quienes más disfrutan de Star Wars.
Los personajes en Elstree 1976 no sólo se revelarán como quienes estaban detrás de la máscara o del maquillaje, nos contarán sobre ellos, quiénes eran, qué hacían, algunos incluso a qué escuela fueron y dónde vivieron. Y es que en medio de la inmersión hasta quizás olvidemos que todo esto se trata de Star Wars. La humanidad, el carisma y la honestidad son la base de la tesis de Elstree.
Siendo Star Wars una obra con una identidad tan marcada, visual y sonoramente tan llena de íconos, y tan trascendente, es sumamente interesante conocer el lado B de esta gestación. George Lucas y su equipo lograron crear un referente. Una pieza que definió el blockbuster y la cultura pop. Una obra tan presente hasta el día de hoy, que cuesta imaginar la industria del entretenimiento sin Star Wars.
Angus cuenta como olvidó sus lineas y Lucas le pidió que las leyera.
Es por eso que se hace necesario Elstree, para mostrarnos y hacer justicia a todo ese equipo que, alejado de la producción y de las grandes tomas de decisiones, también aportó a esa textura de carisma. Personas que sin saberlo estaban cumpliendo el sueño a priori de muchos fans. Que por alguna razón u otra llegaron ahí a cumplir con unos segundos de metraje sin saber que se volverían históricos.
Porque el cine es un arte colectivo. George Lucas es un genio, pero sin el apoyo técnico, sonoro, actoral, no podría haber plasmado su visión. Y vaya que sabemos que fue difícil que lo lograra. Fue gracias a la gente que creyó en él, que lo apoyó o que de casualidad pasaba por fuera del set donde hacían el casting, que Star Wars es lo que es hoy. Pudo haber sido cualquiera, pero fueron ellos. Quienes hoy afirman alegremente poster y figuras en convenciones y que hace cuarenta años buscaban casualmente algún trabajo de actriz o extra.
Elstree 1976 es un relato de “anónimos” que conmueve, que nos cuenta lo dura que puede ser la industria a veces y nos hace mirar con respeto a quienes trabajan en ella. Un relato que como fanáticos, no solo de Star Wars, sino de la industria del entretenimiento, debemos conocer.
Brilla también la cercanía e intimidad de su tratamiento. La elocuencia con la que hablan sus personajes atrapa y llena de verdad el relato.
Star Wars sorprende al nunca dejar de contar historias. Su vasto universo jamás va a dejar de crecer, menos ahora siendo propiedad de Disney (para bien o para mal). Y quizás aquellas historias más significativas son las que se encuentran en nuestro propio universo. Desde los relatos de los rodajes y producción, hasta Elstree 1976. Porque poco sería Star Wars sin su gente, sin su fanaticada, sin quienes trabajaron en ella. Cada uno tiene su propio relato de Star Wars que contar, y eso habla mucho más de la saga que cualquier ranking o recaudación.