El legado de Edgar Allan Poe

211 han pasado desde el nacimiento de Edgar Allan Poe, una leyenda de la literatura que se convirtió en una inspiración para generaciones enteras.

Escrito por Fer

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La inspiración se hereda. En ese sentido, no existe ningún escritor en el mundo ni en la historia de la literatura que sea completamente original, sino que solo deforman ideas anteriores a ellos para crear una nueva quimera, analogía especialmente cierta para el terror.

Cuando se trata de historias de horror, hay tres nombres que vienen de inmediato a la cabeza de cualquier persona con un mínimo de entendimiento en el tema: Stephen King, H.P. Lovecraft y Edgar Allan Poe.

King, maestro del horror moderno, se inspiró en Lovecraft, maestro del horror cósmico, quien, a su vez, se inspiró en Poe, el gran maestro del suspenso del siglo XIX, creador del género policial e ícono gótico. Su vida fue tan interesante como las historias que salían de su cabeza y hoy, a 211 años de su nacimiento, revisamos un poco más de este ídolo literario.

Una vida digna de novela

Mentí, no estamos a 211 años de su nacimiento. Para ser más exactos, estamos a 211 años y dos día del momento en el que Edgar Poe nació en la ciudad de Boston, en Estados Unidos, el 19 de enero de 1809.  Dos años más tarde, su hermana y él quedaron huérfanos. Cada uno fue adoptado por familias diferentes, tocándole a Poe la de la acaudalada familia Allan. De allí su segundo apellido.

A partir de allí, todo fue en picada. Su padrastro no lo apoyaba en sus pericias literarias, discutieron hasta el punto en el que Edgar abandonó sus estudios universitarios y se fue de Boston y, finalmente, por falta de dinero, se vio obligado a realizar el servicio militar para poder vivir, proceso que tampoco fue capaz de terminar. Lo único bueno fue que trabajó su escritura y publicó dos libros.

Para su buena suerte ganó un concurso literario y obtuvo trabajo como editor del periódico Southern Baltimore Messenger. En este espacio tuvo libertad para publicar algunos de sus cuentos y poemas, mejorando las ventas del periódico y su reputación. Todo parecía haber vuelto a la normalidad para 1835, cuando se casó con su prima de trece años, Virginia Clemm, y comenzó a perseguir el sueño de crear su propio periódico.

Sin embargo, estos años felices terminaron cuando Virginia se contagió y posteriormente murió de tuberculosis, cuando ella y Poe se encontraban ya en la pobreza, y el autor sucumbiendo ante la bebida, buscando algún tipo de remedio para su soledad. Era el año 1847. Aunque logró arreglar un matrimonio nuevo en 1849, jamás pudo recuperarse. El 3 de octubre de ese año apareció desesperado en las calles, usando ropas que no eran suyas, completamente borracho.

Fue trasladado a un hospital, pero ya era muy tarde. El 7 de octubre, pronunció sus últimas palabras antes de morir: “Señor, apiádate de mi pobre alma”. La causa exacta de su muerte es desconocida hasta el día de hoy y ha sido tema de especulación a lo largo de los siglos. Se ha hablado desde una sobredosis accidental hasta el suicidio, pasando por la teoría de que, en realidad, lo asesinaron.

Obra literaria de Poe

Edgar Allan Poe fue ensayista, crítico, poeta, cuentista y novelista. Hoy en día es sencillo encontrar todas sus obras juntas en una compilación, pero destacamos algunas por su trayectoria e impacto en la historia de la literatura.

  • Los crímenes de la Rue Morgue (1841): El ingenio y la sagacidad del personaje principal, el detective Auguste Dupin, para resolver una serie de misteriosos asesinatos en la calle Morgue es la semilla del género detectivesco. Sin Dupin, no hay Sherlock Holmes.
  • La máscara de la Muerte Roja (1842): Elegancia, horror y tintes de poesía se mezclan en ese relato, mi favorito personal. El año de su publicación es el mismo en el que su esposa comenzó a mostrar síntomas de tuberculosis.
  • El gato negro (1843): Considerado uno de los mejores cuentos del escritor norteamericano, cuenta la historia de un hombre que adopta un gato negro. Esta sencilla premisa ha aterrorizado a generaciones de lectores.
  • El cuervo (1845): El que no haya escuchado jamás la frase “¡Nunca más!” (“Nevermore!”), que lance la primera piedra. Este poema es uno de los más famosos del autor, si no es que, efectivamente, el más conocido y parodiado de todos.
  • La verdad sobre el caso del señor Valdemar (1845): Un enfermo de tuberculosis es tratado por un hipnotizador. Un cuento que Howard Phillips Lovecraft reconoció como uno de los más impactantes y grotescos de Poe.

La lista sigue y sigue. Psicología, misticismo, sadismo, locura, no hay tema lúgubre e incómodo que Poe no trate en sus cuentos y poemas, algunos de ellos claramente autobiográficos. Tal vez, Poe sonreiría al ver que él mismo terminó convertido en una figura tan oscura y misteriosa como los protagonistas de sus cuentos. Tal vez, preferiría empinarse una botella de vino y olvidarse del tema.

Feliz cumpleaños atrasado, Edgar. Ojalá estés descansado en paz.