El Horror en DOOM

La saga de DOOM propone otra forma de ver el horror. Para ello recurre a otro enfoque… ser el propio horror.

Escrito por Diego Sandoval

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Existe una diferencia entre el Terror y el Horror. El Terror es un miedo extremo hacía un problema X o experiencia vivida por la persona que se relaciona a la realidad, y el Horror es el miedo dirigido a experiencias sobrenaturales o que escapan de la compresión humana. Con esto dicho, esto último ha sido representado en los videojuegos gracias al Survival Horror.

Obras como Resident Evil, Silent Hill, Alone In The Dark, hacían enfrentar horrores con seres fuera de lo común y representaciones oscuras de la psiquis humana.

Sin embargo, el término Survival expresaba experiencias en donde se estaba muy indefensos frente a nuestros enemigos y todo lo necesario para enfrentar al miedo escaseaba ¿Pero qué pasaría si se estuviera al mismo nivel del horror? ¿Si hubiera algún modo de ser el mismo horror para los miedos de la gente?  Pues en unos juegos específicos de DOOM, esta idea se puso a prueba. 

Las versiones de DOOM en PSX y Saturn

El éxito de DOOM en 1993 propició que la obra de Id Software fuera adaptada a varias consolas de la época. Las primeras versiones fueron las de SNES, Sega Genesis, 3DO, y Atari Jaguar. Si bien las tres primeras tenían diferencias enormes con el original de PC, la de Atari Jaguar se acercaba más pero sin música de fondo. Más adelante llegarían las versiones de PSX y Sega Saturn, con unos cambios especiales.

Estas versiones fueron trabajadas por Midway y contenían tanto la versión mejorada del primer juego (The Ultimate Doom), DOOM 2, así como algunos mapas del paquete de expansión Final DOOM. El equipo usó de base el trabajo hecho en el port de Atari jaguar y a eso le sumaron un toque personal.  

El team reemplazó la banda sonora original y los efectos de sonidos hechos por Bobby Prince, y usó un nuevo trabajo creado por Andrew Hughes que apostaba por tonadas oscuras y claustrofóbicas. Sorprendentemente, esto hizo que la atmósfera cambiara radicalmente y estas versiones se sintieran casi un juego nuevo.

A esto se suma que la iluminación de los escenarios se cambió para denotar más oscuridad. La paleta de colores optó por una mayor presencia de escalas negras, tintes cálidos, y un color rojo cómo el infierno.

Estos cambios hicieron que DOOM fuera más que nunca una puerta al infierno, ya que la nueva banda sonora hizo que el tono del juego se sintiera muy claustrofóbico. El sonido es algo importante en una propuesta de horror y aquí se demuestra.

Cabe resaltar que todo esto significó otro modo de expresar el horror por medio de la acción.

El Horror de DOOM 64

El grupo que se encargó de las versiones de PSX y Saturn, también andaban trabajando en una versión para Nintendo 64. Pero debido a los retrasos que tuvo la máquina de Nintendo y otros factores, el equipo decantó por crear una secuela desde cero que plasmara una visión más personal sobre la obra de Id Software.

El juego es una secuela que continúa después de DOOM 2 y aprovechó todo el poder de Nintendo 64 para potenciar el motor gráfico de DOOM. La dirección de arte se hizo desde cero para crear un ambiente muy opresivo y más lleno de simbología satánica que el juego original. Finalmente repitió Andrew Hughes en la banda sonora y efectos de sonido. 

DOOM 64 es una secuela curiosa y su propuesta de acción mezclada con horror estaba bien lograda. En el camino se verían más elementos siniestros y la música de Andrew Hughes potencia más a la pesadilla. Sin embargo, los momentos de acción a veces no son tan frenéticos como en las dos entregas anteriores y el diseño de niveles tiende a ser más confuso en ocasiones.  

El juego fue bien recibido por prensa y varios jugadores, pero no alcanzó a vender tanto, sobretodo que todos los FPS en esa época como Quake y Quake 2 apostaban por el 3D verdadero, y eso hizo que varios pensarán que el juego se veía desfasado. 

Sin embargo, la sensación de estar superado por un miedo tremendo, pero a la vez poder ser más fuerte que el propio miedo, es lo que diferencia a las versiones de psx, saturn, y N64 de otras propuestas de horror

La oscuridad de DOOM 3

Finalmente llegó a la entrega más polémica de la saga, DOOM 3. Este juego fue uno de los más esperados en el año 2004, pero posterior a su lanzamiento, dividió a los fans por el cambio de propuesta. 

DOOM 3 era una experiencia más pausada, aunque en los últimos compases de su duración es donde el ritmo se asemeja hasta cierto punto a los juegos originales. La obra es un replanteamiento de los hechos de la primera entrega, y aquí estaremos a oscuras en casi todo momento, por lo que se tiene que alternar entre la linterna y las poderosas armas.  

Lo interesante de DOOM 3 es cómo inicialmente crea una zona de confort con la linterna, para más adelante dejar atrás el miedo y acabar despiadadamente con cada demonio. Es cómo llegar a esos momentos en que lo que te aqueja te supera y solo queda enfrentarlo. 

DOOM 3 no ha envejecido bien en su forma de asustar cómo en los juegos anteriormente nombrados. Cuando las versiones del psx, Saturn, y N64 necesitaban solo la atmósfera para incomodarte, DOOM 3 usa mucho terror de impacto que a la larga se siente predecible. Aparte que algunos sustos se sienten muy de clichés propios de las películas de terror.

http://www.youtube.com/watch?v=PWuh6HVUux4

Pero aun así, el factor de mezclar acción y horror está ahí, creando un eje diferenciador muy interesante.  

Cerrando la puerta del infierno 

Por fortuna, estas propuestas dentro del universo DOOM, se pueden disfrutar fácilmente.

En el caso de las versiones de PSX y Saturn de DOOM, se puede comprar en Ebay de segunda mano o bien descargar el mod de DOOM PSX que permite disfrutar en PC lo que ofrecían esas versiones.  Con DOOM 64, actualmente está disponible de manera remasterizada para PC, PS4, XBOX ONE, y Nintendo Switch. DOOM 3 se recomienda más jugar la versión original que está en Steam, por sobre la BFG Edition que permite usar el arma y la linterna al mismo tiempo, comprometiendo la idea original del juego. 

La invitación queda hecha para entrar a la puerta del infierno y probar un nuevo sabor del horror.