Blacksad: Artic Nation

John Blacksad, el astuto detective protagonista de esta y otras historias del dúo español, es contratado para buscar a una niña desaparecida.

Escrito por Nathy V. Contreras

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Blacksad: Artic Nation es la segunda entrega del impecable conjunto que conforman Juanjo Guarnido (en el arte) y Juan Díaz Canales (en el guion) de esta premiada novela negra en formato cómic. 

Si es la primera vez que encuentras el nombre de este detective, te recomiendo leer la siguiente nota en Comiqueros, Blacksad: el gato negro del comic, antes de empezar. 

Blacksad: La segunda entrega

En esta edición, estamos situados en las frías calles de un suburbio llamado The Line, que alguna vez gozó la ilusión de un prometedor futuro. 

John Blacksad, el astuto detective protagonista de esta y otras historias del dúo español, es contratado para buscar a una niña desaparecida, de la que hasta el momento ninguna otra persona había reclamado antes su ausencia. 

Desde ahí, Blacksad se verá enfrentado al olvidado distrito, que hoy por hoy está al borde del colapso. Pronto, se verá devorado por la nociva ola de racismo que segrega a sus habitantes.

Blanco y Negro

Así como la cara de nuestro protagonista está dividida en dos tonos, la sed de sangre en el distrito de The Line fragmenta sus territorios en animales blancos y negros. De esa forma, se va desencadenando lo más oscuro de los seres humanos en personajes antropomorfos. 

La historia no solo se centra en Kayleigh, la pequeña desaparecida, sino en todo lo que rodea a su desaparición. Los llamados al odio en palestras de la vía pública que expulsan discursos a diestra y siniestra sobre supuestas razas superiores, designados según sus propias fuentes casi por gracia divina. Dogma por el que harán hasta lo impensado para mantener su poder en las manos, calcinando cruces que serán testigos de las sogas colocadas en los cuellos de cuantos animales sean necesarios para probar su punto.

Y así mismo comienza esta historia: con un buitre colgado desde el poste más alto de una avenida central. Un mensaje que no necesita ser aclarado.

El dúo dinámico

Por suerte Blacksad no está solo en esta entrega; Weekly, un vivaz reportero del What’s News le caerá en gracia al felino, ayudándole a él a conseguir información para su investigación y a nosotros a darnos un leve respiro humorístico dentro de tanta tensión.

Juntos descubrirán que el jefe de policía Karup, un gigantesco oso polar, le da su propia interpretación a la ley. Sobre todo cuando se trata de Artic Nation, un violento grupo que apoya la idea de la supremacía blanca.

Por si fuera poco, su búsqueda cruzará caminos con el otro lado de la moneda, cuando se vean enfrentados a los Black Claws, una agresiva organización que ha sido acusada del rapto de la niña.

A medida que la trama avanza, descubriremos que el caso es una espiral que se vuelve cada vez más profunda y siniestra.

Demostrándose, sin ser una novedad, que la necesidad por mantener las apariencias es imperativa incluso si eso significa apretar el gatillo; que la culpa de la ruina o del futuro incierto siempre puede adjudicarse al vecino y castigarlo por ello para saciar ese odio que nunca deja de tener hambre. 

En un despliegue mordaz e increíblemente bellísimo de la mano de Guarnido, mezclando escenas violentas, menciones a la pedofilia, abuso de poder y venganza. Un mundo oscuro al que nuestro protagonista, lamentablemente, está más que acostumbrado a tratar.   

En la personal

Tuve la fortuna de poder leer el integral de Blacksad desde hace ya un tiempo. Y siempre me quedo sin palabras ante lo impecable y potente que son muchas de las imágenes. 

Es un trabajo de joyería que te choca de frente con temas muy duros. Si bien las imágenes son bellísimas en su forma, nos golpea el drama de las historias que nos devuelven a la realidad. Quizás sin tanta vuelta de tuerca como en los finales de Blacksad, pero son cosas que hemos visto: abuso de poder, de personas, engaños, asesinatos para callar, asesinatos por ser de otro color, por ser mujer y un largo y triste etcétera. 

En específico escogí el segundo tomo porque la historia nos violenta con lo real que aún pueden ser las calles fuera del papel.