El humano siempre ha sentido cierta debilidad por las historias de asesinos seriales, psicópatas y la violencia desmedida e injustificada ¿Quién no se ha quedado pegado al canal de TV Investigation Discovery cuando dan un documental de estos? Para regocijo de los fans de este tipo de historias, en 2018 se estrenó en Netflix el documental «Making a murderer» y empezó una moda difícil de acabar.
Pero no solo de documentales extranjeros vive el chileno, si no que ante información de sucesos de este tipo en noticiaros la opinión pública entera se vuelve hacia ellas. Existen casos emblemáticos tanto en el extranjero como en Chile, y son esos casos, además de algunos más desconocidos, los que recopila Andrea Hartung en su libro «Archivo criminal».
Hartung es periodista y comunicadora audiovisual de la Universidad Católica de Valparaíso y tiene un podcast llamado «Archivo criminal con Andrea Hartung», que es parte de los podcast de las «Amikas». Tanto ha crecido la popularidad de las «amikas» que tienen toda un serie de podcast bajo su amparo y así como Valeria Luna y María José Castro llegaron a librerías, esta vez es hora de Andrea Hartung.
Cultos y sectas: la debilidad por los líderes
«Archivo criminal» se separa en nueve capítulos más una introducción en la que se establecen teorías de por qué a los humanos les atraen tanto los casos de asesinato. Con el nombre «El gusto por la sangre», se da relevancia al hecho de que los asesinos no son necesariamente unos monstruos distintos a nosotros, si no que pueden se persona como cualquier otra, un hijo de vecino, que de repente algo le hace click y todo se desata.
El primer capítulo, «Cultos y sectas», tal como lo dice el nombre, hace referencias a las sectas que han surgido y que derivan en asesinatos masivos o en suicidios colectivos. La forma en que estas sectas suelen ser lideradas por un único ser que se plantea a sí mismo como iluminado, como alguien que tiene la solución ante el fin del mundo, narrativa que muchos de los cultos siguen.
Hartung dice que entró en el mundo de los asesinos seriales cuando leyó Helter Skelter, libro que narra la historia de los crímenes cometido por la secta de Charles Manson, probablemente el más famoso de todos los líderes de sectas. De este personaje también se hace cargo, contando un resumen de cómo se sucedieron los casos más bullados en torno a él, como lo fue el asesinato de Sharon Tate y compañía, cuando se meten en Beverly Hills y desatan el pánico.
Además de contar otras historias conocidas, se hacen cargo de los casos chilenos como el de Antares de la luz, probablemente el más conocido de los últimos tiempos. Se enfocan en el caso de la muerte de un recién nacido y la manera en que formó un grupo de personas jóvenes y profesionales que cayeron rotundamente ante su discurso.
Asesinos seriales, psicópatas, niños asesinos y más
El segundo capítulo se llama «Psicópatas entre nosotros», y mezcla casos con análisis de las características que tiene un psicópata. Probablemente este sea el capítulo donde Chile cobra mayor relevancia. Se analiza el caso de los psicópatas de Viña, Carlos Alberto Topp Collins y Jorge Sagredo Pizarro; el psicópata de Alto Hospicio, Julio Pérez Silva; y el psicópata de La Dehesa, José Martínez. Lo que se plantea, es que estos psicópatas son gente como cualquier otra, son el clásico caso del vecino que aparece en las noticias diciendo «era tan tranquilo, siempre saludaba».
El tercer capítulo, «Niños asesinos», es el más fuerte de leer, ya que habla sobre niños que han cometido asesinatos macabros y cuyas víctimas en la mayoría de los casos también son niños. No hablamos solo de adolescentes, si no que de víctimas de dos años y victimarios de diez.
El cuarto capítulo se encarga de analizar a asesinos que han tenido parejas una vez que salen de la cárcel o incluso mientras están dentro de ella. El quinto habla sobre sicarios y, cómo no, dedica páginas a María del Pilar Pérez, «La Quintrala». El sexto habla sobre el síndrome de Estocolmo, cuando una víctima se enamora o empatiza profundamente con quien le tiene en esa condición. Al igual que con los psicópatas, además de contar casos, recurre a especialistas para explicar los orígenes del síndrome.
El capítulo siete es sobre esos casos que quedaron sin resolver, de los cuales hay sospechosos pero no queda del todo claro su culpabilidad y abre la interrogante de si existen crímenes perfectos. El octavo, ya cerrando el libro, es una amplia serie de recomendaciones de documentales que traten sobre asesinos seriales, psicópatas y todo lo que se habla en el libro. El capítulo nueve y final es un breve cierre para retomar la idea del click que se da en algún momento y que provoca el nacimiento de lo macabro.
Comentarios finales
. Entretenido no por lo que cuenta, si no que por la forma en que engancha al lector y lo mete en un espiral de historias de asesinos en que se quiere saber más y más de los distintos casos narrados. A pesar de esto, esta es la sensación que me dejó a mí, ignorante en lo que a asesinos seriales respecta, pero tal vez para alguien que esté más involucrado en este mundo (de ver documentales y series, no del mundo delictual) puede parecer un poco básico.
Se abordan muchos casos y en su mayoría de forma muy resumida, activando la curiosidad para que el lector investigue más de cada uno de ellos. El riesgo que se corre es que se vuelva tedioso para los expertos. En este sentido vale decir que este libro no está escrito para expertos, si no que para neófitos en el tema, funcionando como una especie de manual, separado por temática y por tipos de asesinos.
Personalmente lo disfruté y si bien dudo que me vuelva un fan de este tipo de casos, sirvió como panorámica general de lo que ofrece el streaming y de los casos más famosos. Mi único pero es que se abusa un poco de la idea del click, sobre todo en las primeras páginas.
Como lo publica Planeta, se puede encontrar en todas las librerías a un precio sugerido de $16900.