A Plague Tale: Innocence; brutalidad y humanidad

Un juego independiente imperdible que cautivará corazones. A Plague Tale: Innocence narra una historia en medio de la peste negra en Francia.

Escrito por Nilton Martínez

Comiqueros.cl » Vídeojuegos » A Plague Tale: Innocence; brutalidad y humanidad

Esta entrega de Asobo Studio ya tiene poco más de dos años. A Plague Tale: Innocence, a diferencia de otros juegos de la desarrolladora, apuesta por una historia llena de brutalidad pero también con mucha humanidad, a partir de las relaciones personales y sobre todo fraternidad entre sus personajes.

A pesar de contar con mecánicas similares a otros juegos, e inspirarse directamente en juegos de acción y sigilo, esta entrega posee personalidad propia. Un contexto histórico un tanto ficcionado, y oleadas de ratas nos pondrán los pelos de punta de principio a fin.

De Ratas y otras cosas

A Plague Tale: Innocence nos cuenta la historia de la familia De Rune en la Europa medieval de mediados del siglo XIV, específicamente en 1349. Francia es asolada por un conflicto contra Inglaterra denominada la guerra de los cien años. Más explícito aun, el juego nos narra cómo la familia es destruida a manos de la inquisición católica, que va tras los pasos del hijo menor, Hugo De Rune, un niño aquejado por una enfermedad sanguínea que se transmite de generación en generación.

Tras estos acontecimientos, Amicia (hija mayor de la familia y protagonista) debe dejar la comodidad del château y encontrar la forma de escapar, al mismo tiempo que conoce lentamente a su hermano pequeño y se hace cargo de él. Pero este supone solo uno de los problemas que los hermanos deberán enfrentar. La peste negra está en pleno apogeo y ejércitos de ratas pululan por doquier, dejando tras su paso solo muerte, pilas de cadáveres en descomposición, y todo lo relacionado a ellos.

A Plague Tale (un cuento de la plaga)

Recién salido el juego, no logró hacer mucho ruido en los medios especializados y pasó desapercibido para muchos jugadores. Pero conforme pasaban los meses y las semanas, la historia de los hermanos De Rune comenzó a crecer en popularidad, y esto a causa de un juego que, por sobre todas las cosas, quería contar una buena historia.

A pesar de ser un juego lineal en el buen sentido de la palabra (y no en el sentido de los juegos planos y aburridos), A Plague Tale: Innocence repleta su mundo con diversos factores que ayudan a enriquecer la historia. Un ejemplo claro de ello es la construcción de los personajes y la relación que tienen ellos con el mundo que los rodea.

Amicia De Rune, una muchacha que a penas conoce a su hermano y que debe poco a poco perder un trozo de su inocencia conforme pasan los día. Por otro lado, Hugo, que a su corta edad solo conoce las cuatro paredes de su hogar además de los libros y cuidados de su madre.

Adornando el eje principal de la historia tenemos a Lucas, un aprendiz de alquimista que pondrá todas sus energías en ayudar a los hermanos. Mélie y Arthur, gemelos adolescentes y ladrones que se ven forzados a salir de su guarida, también siendo perseguidos por la inquisición y uniéndose a la causa de Lucas. Y finalmente Rodric, el hijo del herrero y la fuerza bruta que, a modo de agradecimiento, hará el último eslabón de la cadena de esta cofradía.

Todos ellos, además de las ratas y la historia detrás de la familia De Rune, crearán la simbiosis perfecta que nos hará amar el argumento y pasarla muy bien mientras juegas y exploras el mundo, o escuchas los diálogos que cada uno de ellos puede ofrecerte.

Mecánicas y gameplay

Como decíamos más arriba, estamos frente a juego lineal en el buen sentido de la palabra. Tendremos que ir desde el punto A al punto B sorteando diversos obstáculos, haciendo uso del sigilo, de nuestras habilidades, y sobre todo de nuestro entorno. Lo entretenido de esto está en que el juego no se estanca y constantemente agrega nuevas mecánicas, que hacen que el gameplay se sienta fresco en cada capítulo (diecisiete en total).

Amicia no es una guerrera y está muy lejos de serlo; pero a lo largo de todo el gameplay, que dura aproximadamente 8 a 9 horas, se las apaña muy bien con su honda. Somos una especie de «David femenina» intentando luchar contra Goliat.

En el apartado de habilidades tenemos, en su mayoría, alquimia que iremos aprendiendo de parte de nuestros amigos para poner en práctica conforme avanzamos. Desde encender una hoguera para espantar a las ratas, hasta quemar los yelmos de soldados para hacer que se lo quiten y quedar a nuestra merced. (Esta «David» no soluciona todo a piedrazo limpio solamente).

El sigilo es una parte muy importante del juego y bajo esta mecánica se desarrollan todas las demás. Aquí es donde la disonancia ludonarrativa desaparece (a diferencia de otros juegos) o al menos intenta ser opacada con la buena implementación de los escondites, el juego con la luz – oscuridad de los entornos, y el uso de la plaga de ratas.

¡AAAAHHHH! ¡RATAS!

Las ratas son el punto que amarra todo lo anterior. Son nuestro enemigo latente a lo largo del camino y parte importante dentro de la trama del juego. Su comportamiento en cada capítulo está diseñado para dar mayor dinámica, entregándonos la sensación de constante peligro mediante gigantes colonias en movimiento a mondo de enjambre.

Aquí, los bichitos pasan de ser un obstáculo a un personaje más, dando la posibilidad de generar nuevas mecánicas a parte de las mencionadas anteriormente. Por ejemplo, plantar carrera mientras una ola de ellas nos persigue; el constante temor al fuego, la posibilidad de redirigirlas mediante braceros o fogatas, o incluso usarlas contra el enemigo. (Interesante de ver si no tienes fobia, obviamente).

Concepto de arte

Asobo Studio no quiso sesgarse a usar motores gráficos de otras compañías para la creación de A Plague Tale: Innocence y ha desarrollado su propio motor gráfico que nos ha dejado con la boca abierta. Pero no solo eso, sino que también ha logrado ponerse en la mira de grandes distribuidores. Solo a un par de minutos de iniciar la historia, nos damos cuenta de su calidad técnica a pesar de ser un título entre el triple A y el Independiente, además de la fuerte influencia en títulos de renombre, como The Last of Us de Playstation y Naughty dog.

Cada localidad está desarrollada poniendo énfasis en el detalle. La creación de espacios, el apego histórico y la sociedad, no dejan escapar ningún detalle ni pierden el contexto histórico. Asobo ha querido contar una historia con mecánicas simples, pero muy agradable a la hora de mirar, de contemplar y recorrer, inclusive cuando cada escenario es repletado de ratas. Podemos ir desde hermosos paisajes llenos de vegetación y magia, a catacumbas infestadas de cadáveres. Ambos extremos, dignos de cualquier cuadro o pintura.

Música

Y así como las ratas complementan el gameplay, la banda sonora complementa los paisajes y las situaciones que se les presentan a los hermanos De Rune. Creada por Olivier Deriviere (Vampyr, Assassin’s Creed IV: Black Flag – Freedom Cry, Remember Me y Alone In The Dark), logra plasmar la historia de fraternidad entre Amicia y Hugo y, a su vez, la desolación y la pérdida que las situaciones tan brutales han provocado en los personajes y en su entorno. Muchas veces se nota la clara inspiración en bandas sonoras de músicos de renombre, como Gustavo Santaolalla. Esto la hace digna de escuchar dentro y fuera del juego.

Conclusión

Pese a ser un juego con un presupuesto limitado, Asobo ha demostrado lo que es capaz de hacer cuando se pone todo el esfuerzo en ello. Podríamos decir que vale cada peso invertido en él. Un motor gráfico creado de cero, un diseño de arte soberbio acompañado de una delicada banda sonora; mecánicas fáciles de comprender y entretenidas de jugar. Una historia cautivadora de dos hermanos y su lucha por escapar mientras intentan conocerse y amarse mutuamente, son los ingredientes que hacen de este juego muy agradable de jugar y fácil de llegar a cualquier corazón.

Disponible para Playstation 4, Xbox One, PC, y próximamente Playstation 5 y Xbox SX-S