Reseña: Bayonetta 2

Habiendo salido el 2014 y llegado en 2019 para la Nintendo Switch, Bayonetta 2 continúa las aventuras de la hermosa bruja de la umbra.

Escrito por Pía Marian

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Lanzado originalmente en 2014 para la Wii U y disponible desde 2018 en Nintendo Switch, esta segunda entrega trae de regreso a la bruja asesina de ángeles, ahora, con nuevos problemas entre manos. 

A pesar de que el juego tiene algunas bajas respecto al primero, se puede argumentar en su defensa que es una segunda parte bastante buena. Sin embargo, esto terminará por jugarle en contra.

Más que perder

La trama de esta segunda entrega tiene bastantes más aristas que la anterior: Bayonetta debe ir a rescatar a su amiga Jeanne del Infierno, arreglar el desequilibrio entre las fuerzas de la luz y la oscuridad, mientras lucha contra un nuevo sabio de Lumen y ayuda a un muchacho amnésico llamado Loki.

A diferencia de la primera entrega, en esta Cereza tiene motivaciones que se sienten más humanas con respecto a la anterior, pues ya no se trata de indagar en su pasado, sino de salvar a una amiga y ayudar a alguien que se encuentra en una condición similar a la suya. 

Los encuentros con el sabio de Lumen desconocido y la misteriosa fuerza que le acompaña hacen que el clímax sea narrativamente más satisfactorio que el del juego anterior, a pesar de tener un tono mucho más cómico y chabacano. 

Quemando balas (zona de spoiler) 

Bayonetta 2 hace un gran esfuerzo por rellenar los huecos del primero: no solo en lo que respecta a ver a Cereza interactuando con Jeanne, sino respecto a su pasado

Momentos como aquel cuando viaja a la cacería de brujas y se reencuentra con su madre aprovechan todo aquello que se vio sobre ambas en el primero, dándole mucha más fuerza al momento en que Cereza debe contemplar de cerca la muerte de su madre -sabiendo que no puede hacer nada-; le dan un toque más cercano.

Un detalle bastante bonito respecto a esto, es que la frase “Ar Ar Tio” utilizada por Rosa en uno de los combates que tiene junto a su hija, significan “protegela” en idioma Enoch. 

Otra cosa de la que se agarra es intentando arreglar al villano del primer juego, pues aquí resulta ser que Baldur fue corrompido por una parte del dios Aegis y lo que Bayonetta destruyó no era, realmente, su padre, sino una versión corrupta del mismo. Incluso hay una escena bastante emotiva donde le llama “papá”.

Vete al infierno 

Estéticamente, los primeros 10 capítulos del juego no son tan llamativos como el primero, hay mucho reciclaje en los diseños de los ángeles y esta especie de Venecia menos inspirada que es Noatun, se siente menos interesante que la paz artificial de Vigrid.

Esto cambia cuando se llega al Infierno, cuyo diseño -uno más cercano al body horror- es un suspiro de aire fresco en comparación a lo visto anteriormente. Aunque los demonios que la habitan no sean tan llamativos, las plantas que parecen hechas de carne y el color del mismo, hacen parecer como si pasearan por el interior de una bestia.

Caos, guadañazos y simpleza

Respecto al juego anterior, es difícil decir si es mejor que el 1, porque, aunque aporta cosas nuevas, hay otras que son bastante inferiores.

En el primer punto de cosas interesantes, está el arsenal: en esta versión (al menos, comparándola con la del primero para PC) existe un arsenal considerablemente más amplio y variado, permitiendo armar combos con ataques a larga, corta y media distancia. 

El climax umbral es un espectaculo visual que, no conforme con meter muchisimo daño, varia dependiendo del arma con que se esté utilizando, alentando a probarlo con cada una de ellas solo para saber qué hacen.

Además, una vez terminado por primera vez, se desbloquea la opción de jugar con Jeanne que, a pesar de no tener mecánicas demasiado distintas a las de Cereza, sigue siendo un personaje adicional.

Lamentablemente, esto no compensa la falta de dificultad del juego. No solo el daño que puede llegar a hacer Cereza con el clímax umbral es impresionante, la cantidad de dinero y objetos que el juego brinda es muchísima más que en el anterior.

A esto se le suman otros dos problemas: el desorden de los enemigos y la poca inteligencia artificial de los mismos. Muchas veces, estos se apelotonan alrededor del personaje (haciendo que caigan como moscas con armas como la guadaña o el látigo) y sus movimientos no solo son limitados, siguen un patrón bastante predecible. Algo que hace muy anti climáticos varios encuentros, entre ellos, el del jefe final.

Conclusión 

A pesar de que disfruté más Bayonetta 2 que el 1, es bastante cierto que la cosa no se pone realmente interesante hasta, más o menos, la mitad del juego. Pero una vez ahí, me lo terminé de una sentada.

Momentos como ver a Cereza junto a su madre siendo compañeras de armas o llamando a Balder “papá” por única vez, son cosas que resonaron mucho más conmigo que nada que viera en el anterior. Aunque muchos de sus mejores momentos son debido al conocimiento que extrae de la primera entrega, sabe sacar todo el jugo.


Por esto mismo, quedo con una ceja alzada ante el trailer de Bayonetta 3 que, se supone, saldrá algún día: ya hemos pasado por el infierno, no hay motivos para ir al cielo y hemos matado a un dios. La bruja gótica ya ha tenido suficientes aventuras.