Surgido en determinados foros de internet y habiendo debutado de manera “oficial” en 2019 con un manifiesto donde se expusieron sus ideas, este género ha procurado alejarse de las tendencias pesimistas de la ciencia ficción moderna.
Luz, calor y comunidad
El solarpunk es lo que podría definir como “fantasía o ciencia ficción especulativa”, es decir, intenta imaginar futuros “posibles” utilizando elementos conocidos hoy, pero llevados al extremo, en una especie de “¿qué pasaría si…?”. En este caso particular, la pregunta es sobre cómo cambiaría el mundo si estuviera completamente centrado en el uso de energías renovables.
Como su nombre sugiere, el principal interés proviene del uso de energía solar, algo que, dentro del género, también posee implicancias narrativas: el sol y la luna, como fuentes de luz, son también símbolos de calidez, vida y comunidad.
Esto último toma relevancia cuando salta a la vista que la organización social en el solarpunk suele basarse en ciudades-estado o pequeños pueblos donde la gente está particularmente unida.
Una amnesia consciente
Algo que suele saltar rápidamente a la vista en obras que, se supone, siguen algún tipo de concordancia con la realidad, es que muchas veces el solarpunk aparta la problemática de cómo se llegó al contexto que se presenta en la obra.
Esto se debe a que muchas veces la realidad presentada en el solarpunk es, por lo demás, utópica si se toma en cuenta el contexto actual: el mundo presentado suele ser más equitativo, además de cambiar radicalmente la forma en que el capitalismo se relaciona con la naturaleza (viéndola como un refugio y teniendo una buena relación con ella en lugar de explotarla).
Por esto, para tratar los temas que suelen importar a este género (la sensación de comunidad, la buena relación con la naturaleza y el uso de energías renovables), tiende a ser necesario presentar un entorno bastante alejado al conocido por el lector, ya sea a través de la fantasía o de la ciencia ficción.
Donde la luz no llega
Algo que muy probablemente se esté preguntando el lector, llegado a este punto, es que si los entornos presentados en el solarpunk son tan utópicos, en dónde se encuentra el conflicto. La respuesta a dicha interrogante suelen ser tres cosas: la complejidad de mantener una relación con la naturaleza, los límites éticos de mantener dicha relación y las diferencias sociales.
En el primer caso, se suele tocar el tema de qué ocurre cuando los recursos comienzan a escasear o una comunidad crece más de lo esperado, siendo necesario buscar nuevas alternativas energéticas para satisfacer a más gente. Un ejemplo de esto es el relato Dragon’s Oath donde un pueblo utiliza escamas de dragón para abastecerse.
Junto a esto, surge la problemática de la modificación genética y el uso de recursos, quizás, no demasiado éticos para mantener esa relación. Proceso que se realiza, usualmente, mediante la explotación de clases.
Esto lleva al tercer punto: la luz no llega a todos lados de la misma forma. Muchas veces, el solarpunk toca las diferencias sociales y el clasismo en un entorno aparentemente perfecto, ejemplo de esto es el relato Red Crusher’s, donde se toca el tema del totalitarismo y el control.
Relatos de una comunidad
Algo interesante de la narrativa solarpunk no es que, como muchos géneros modernos, haya surgido en internet, sino que este posee una comunidad activa a través de varios ejes.
Activistas políticos y ecológicos suelen participar en la creación literaria de este movimiento, el que busca, además, concientizar con respecto a los temas tratados. Comunidades como Solarpunk.net o el subforo de reddit respecto al tema evidencian un interés más allá de la experimentación narrativa.
Esto es interesante, en especial debido a la importancia de la comunidad dentro del género, tema en el que este pone mucho énfasis.
Conclusión
EL solarpunk es un género llamativo debido no solo a sus características que buscan alejarlo un poco del pesimismo que parece permear la fantasía y ciencia ficción actual, sino también por la forma en que presenta sus tópicos.
Resulta bastante interesante cómo los entornos creados por sus escritores son, a simple vista, utópicos y carentes de conflicto; sin embargo, muchos de estos relatos pueden llegar a ser realmente oscuros y tratan temas bastante fuertes en entornos tan aparentemente perfectos.