Freeland: el mundo distópico creado por Julio Rojas

Julio Rojas nos trae su tercera novela, Freeland. Un mundo muy diferente al nuestro donde todos los avances científicos parecen no existir.

Escrito por Cuarto Literario

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Probablemente te suene el nombre Julio Rojas, sí, es el creador del famoso pódcast Caso 63, que fue adaptado en India, Brasil y Estados Unidos. Es uno de los guionistas más premiados de Chile. Ha sido creador y consultor de múltiples series de televisión, largometrajes y audioseries, trabajando para plataformas como Amazon, Apple y Spotify. Freeland es su tercera novela.

Desde los peligros de los movimientos antivacunas y terraplanistas hasta el ascenso de  los gobiernos populistas: la nueva publicación de Julio RojasFreeland, nos sitúa en un universo distópico que conecta con la realidad en múltiples aspectos.

El argumento de Freeland

Se narra en la novela la historia de Alexander Humboldt, un joven de diecisiete años que desafía a las autoridades al sugerir −en una tarea escolar− que la Tierra no es plana y orbita alrededor del Sol, una afirmación contraria a las ideas que el oficialismo se ha encargado de esparcir en Freeland, un pueblo donde parece que nunca sucede nada.

“Cuando escribí Caso 63, investigué muchas teorías de conspiración.  Y muchas tenían una derivación científica, pero otras eran completamente ilógicas y eran pensamiento mágico voluntarista. Me intrigó esa línea de pensamiento que iba en contra del modelo científico, esa manera alternativa de explicar la realidad saltándose la ciencia, como si la ciencia fuera una opción ideológica”, cuenta el autor sobre el germen de la trama desarrollada en Freeland.

“Me pregunté, ¿qué hace que alguien ponga en el mismo nivel años de metodología científica rigurosa y decida que la Tierra es plana, que las vacunas no funcionan o que los dinosaurios son una invención? ¿Y cómo una ideología política o religiosa secuestra esas ideas, las hace suyas, derrumba el pensamiento científico y ese derrumbe es utilizado para generar una narrativa populista?”, agrega Rojas.

Por atreverse a cuestionar la verdad del régimen, Alex será recluido en un centro de reeducación. En medio de su encierro, entablará amistad con un grupo de jóvenes disidentes e iniciará un romance con Hipatia, quien lo anima a emprender un viaje hacia la Frontera, el único lugar donde podrán encontrar la ansiada libertad.

Freeland es una novela de descubrimiento y crecimiento, donde el protagonista, atraviesa las angustias, revelaciones y decepciones propias de la juventud. “(Alex) sin querer comprende que está sumergido en un sistema que, aunque funciona, está incorrecto, y quise conectarlo con la maduración de la adolescencia y esa dolorosa ruptura de la burbuja para comprender que hay algo mal en el mundo”, comenta el autor.

Estamos viviendo ahora, en muchos lugares del planeta, la fragilidad de las democracias en un mundo vulnerable que es caldo de cultivo de todos estos elementos. Incluida la posibilidad de la presencia de un líder no humano, como una IA”, asegura Rojas.

Mi opinión sobre Freeland

Es un libro que está bien escrito y es fácil y rápido de leer. En cuanto al estilo y escritura creo que es un buen libro, sin embargo, no me convenció el contenido. Cuando hablan del «creador de Caso 63» esperas una historia de ciencia ficción muy bien armada y que te deje helado. Pero en este caso, hubo muchas cosas que encontré medio absurdas.

Todo en Freeland era contrario a la verdad del mundo, y me pareció exagerado. Podría haber dejado algo de la manera correcta, porque entonces siento que es un juego de niños, como jugar al mundo al revés. Entonces no me pareció ni juvenil ni infantil, solo siento que fue absurdo. La religión de esta ciudad (no diré quién representaba a Dios, para que sea una sorpresa si lo leen) era súper absurda también, o sea, para mí no tuvo una buena justificación en este universo. Al final, más que un libro distópico o de ciencia ficción, leí una comedia que ni siquiera me hizo reír.