La Reliquia del Leviatán: «nunca es tarde para cambiar»

El último lanzamiento de Sietch Ediciones, La Reliquia del Leviatán de Andrés Suárez, es una space opera que aúna cinismo y añoranza.

Escrito por Ktlean

Comiqueros.cl » Literatura » La Reliquia del Leviatán: «nunca es tarde para cambiar»

Sietch Ediciones no para de sacar libros, novelas sobre todo centradas en la ciencia ficción y que engrosan poco a poco su catálogo. La novela más reciente de la editorial se titula La Reliquia del Leviatán, escrita por Andrés Suárez.

Con aspectos de su trama y personajes que recuerdan a las grandes sagas de ciencia ficción, esta historia se agarra de la inminente extinción de la humanidad para mostrar distintas perspectivas sobre esto. Ya sea desde el cinismo, la añoranza, el rencor o la indiferencia.

En La Reliquia del Leviatán, incluso aquellos que no tienen esperanza en el futuro, deberán trabajar para impedir el fin de los humanos.

Disponible en el sitio web de Sietch Ediciones

La historia

Senna es un contrabandista humano, drogadicto y buscado por varias facciones debido a sus actos delictivos. Lo mueve el instinto de supervivencia, cierta afición a la aventura y, claro, el dinero. Además de una gran habilidad para pilotear, el joven es dueño de una de las astronautas (naves) más rápidas y sigilosas de la galaxia, habilidades adquiridas gracias a los mods que él mismo construye.

Es al comando de esta, la Neptune, que Senna y su copiloto, Elsin, ayudan a la Alianza a vencer, de momento, al Imperio. Haciendo uso de las habilidades de su astronauta, destruye la Nexus, la nave más importante de los Qynt, quienes pretenden conquistar toda la galaxia y destruir definitivamente a la humanidad.

Los Ykimnas y los Javoor, especies que componen la Alianza, no tienen más remedio que agradecerle su intervención, aunque a regañadientes. Incluso, Aela, una almirante Ykimna que mantiene una relación que media entre la amistad y la enemistad con los tripulantes de la Neptune (y que fue quien les pidió ayuda en medio de la batalla), es destituida de su cargo después de la batalla.

Pero aunque la Alianza no quiera reconocerlo, Senna y Elsin se merecen un pago. Es así como reciben la llamada Astronauta de la Equidad, o Skynaut, la nave que tendrá que servirles como reemplazo de la Neptune, destruida a raíz del combate.

En una nueva embarcación y con la tripulación aumentada en su número, debido a la incorporación de Aela y el X-47, la Inteligencia Artificial que la compaña a todas partes, el protagonista de esta historia deberá buscar cómo ganarse la vida ahora que ha perdido su amada astronauta.

De este modo acabarán en el camino del Colectivo, una facción humana que tienen como principal objetivo impedir la total extinción de la humanidad. Desde el Éxodo de esta a raíz del primer ataque Qynt al planeta, y luego controlados por la Alianza para reprimir sus instintos autodestructivos y egoístas, los humanos solo han sobrevivido apenas en medio de la guerra entre la Alianza y el Imperio.

Es por eso, que el Colectivo contrata a Senna y al resto de la tripulación de la Skynaut para que busquen un objeto que puede mejorar el futuro de lo que queda de la especie. Proveniente del pasado más remoto de la cultura terrícola, esta reliquia contiene el secreto para ir más allá de los límites conocidos de la galaxia.

¿Conseguirán encontrar lo que buscan? Y si lo hacen, ¿podrá esta reliquia cambiarlo todo o será demasiado tarde para los humanos?

¿Cinismo o añoranza?

No es extraño que la ciencia ficción trate la extinción o posible extinción de la humanidad. Todo lo contrario: ya sea con invasiones alienígenas, un virus de consecuencias desastrosas, mutaciones que convierten a gran parte de la población en depredadores (aún peores) para sus propios pares o una guerra de proporciones mundiales… las formas de darle fin a la especie que ha dado fin a tantas otras, son variopintas.

En La Reliquia del Leviatán, según se relata en las primeras páginas, ya sea en la narración principal o a través de notas al pie, esta extinción total es evitada a último minuto. Sin embargo, parece ser que no se impidió, sino que solo se aplazó. Y el hecho de estar a punto de ser borrados de la faz de la galaxia no se debe solo a los esfuerzos incansables de sus enemigos, los Qynt y su Emperador; se debe a la propia naturaleza humana.

A lo largo de la novela vemos que muchos personajes (por no decir que especies completas) tienen una imagen muy negativa de los humanos. Y no es para menos. Antes del ataque Qynt a la Tierra, los habitantes de esta estaban haciendo todo lo posible por destruirse entre ellos y a su hogar. Bajo esa perspectiva, incluso la furia genocida de los Qynt parecía estar «justificada».

Esto es algo que Senna, por ejemplo, no puede evitar pensar. Él, como humano nacido muchos años después del Éxodo, hijo del Plan Interventor Ykimna (por medio del cual dicha especie esperaba mejorar a los humanos) y criado en el espacio, no guarda ningún cariño por sus antepasados o por su origen.

Cuando emprende el viaje en busca de la reliquia que puede salvar a la humanidad, lo hace únicamente por el pago ofrecido. Y de expectativas en que todo el plan del Colectivo tenga éxito, ni hablar. Para Senna, todo supone una pérdida de tiempo, porque los humanos nunca dejarán de ser lo que son. Según él, tarde o temprano encontrarán su fin, ya sea por ellos mismos o por alguno de sus merecidos enemigos.

Sin embargo, a lo largo de su viaje, ocurrirán sucesos que lo harán replantearse su forma de ver las cosas, sobre todo al ver que los que le rodean, desean y esperan, la salvación de la humanidad, o al conocer al ser que originó a toda la especie.

Últimas palabras

Tengo debilidad por las historias de ciencia ficción que implican batallas entre naves, androides y la búsqueda de algo a través de la galaxia. Por eso decidí leer esta novela. Cuando además me encontré con puntos en común con sagas como Star Wars, Star Trek o Escuadrón, space opera de Brandon Sanderson, mi interés aumentó aún más.

Creo que hay varias cosas que La Reliquia del Leviatán hace bien. Introduce al lector fácilmente en una realidad que le es completamente ajena, con especies, planetas y términos que se absorben rápido. No cuesta mucho entender qué es un Eco, una astronauta, un Javoor, etc. Al principio ayudan mucho las notas al pie de página para ampliar lo que se está contando, sin saturar tanto de información el relato en sí. Aun así, hay cosas que me hubiera gustado que se profundizara más.

Entre estas destacan los personajes, de quienes obtuve una idea clara, pero que solo a ratos me hacían sentir que tenían esa tridimensionalidad necesaria para que uno no los olvide fácilmente. Creo que en este sentido, Senna, X-47 y Aela (hacia el final) son los más trabajados. También hay ciertos puntos en que la historia avanzaba muy rápido, con escenas que más que relatar pudieron describirse.

A pesar de lo dicho, fue una novela que disfruté leyendo y que me hizo reflexionar sobre hasta qué punto la humanidad merecería una oportunidad si su fin se viera cercano en el tiempo. Es fácil pensar como Senna, pero también como Elsin y los miembros del Colectivo.

Me gustaría que en el futuro se ampliara más este mundo, porque creo que tiene aún para dar. Ojalá así sea.