Heartstopper: la adaptación de Netflix que hizo las cosas bien

La serie basada en Heartstopper por fin está disponible en Netflix. Acá te contamos qué se cambió y qué se mantuvo del cómic de Alice Oseman.

Escrito por Ktlean

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El 20 de enero del 2021, Alice Oseman hizo público en sus redes sociales que su popular cómic, Heartstopper, sería adaptado por Netflix como serie. Desde ese día, sus fans comenzaron a esperar con ansias cada anuncio, en especial los nombres de los actores que interpretarían a los protagonistas y al resto de los personajes, y la fecha de lanzamiento.

Dicho lanzamiento ocurrió, por fin, el viernes 22 de abril. A media semana del estreno, la opinión general es claramente positiva, ya que parece ser que esta vez, Netflix logró darle a los fans lo que querían y puede que incluso más.

¿Qué fue lo que hizo bien, lo que cambió, lo que omitió la serie de Heartstopper? A continuación haremos una revisión, sin spoilers, del nuevo triunfo de Netflix.

De cómic a la serie

Si bien ya tenía varias obras a su haber, Alice Oseman saltó a la fama gracias a Heartstopper, la historia de Charlie Spring y Nick Nelson, dos compañeros de colegio que tras, conocerse y hacerse amigos, van descubriendo y asimilando poco a poco sus sentimientos el uno por el otro.

Disponible aún en Webtoon y Tapas (y de forma gratuita en ambas plataformas), el cómic se popularizó aún más cuando comenzó a compilarse en tomos, de los cuales ya hay cuatro disponibles. Dicha popularidad alcanzó tal punto que no supuso una mayor sorpresa cuando se anunció su adaptación a serie. Eso sí, entre el fandom cundió cierto pánico: ¿podría la serie transmitir lo mismo que el cómic? ¿El casting de actores cumpliría las expectativas?

Poco a poco se fueron conociendo nombres: Kit Connor (Rocketman) como Nick Nelson, Joe Locke como Charlie Spring. Finalmente, y de nuevo con una fotografía en redes sociales, se presentó a todo el cast juvenil que tendría sobre sus hombros la responsabilidad de llevar a la pantalla a personajes tan queridos como Darcy, Tara, Elle, Tao; y otros no tan queridos como Ben y Harry.

Recién a principios de abril, Netflix liberó el tráiler oficial, dándonos una imagen un poco más acabada de la estética general de la serie. Luego de eso, el fandom pareció respirar un poco más tranquilo. Ya fuera por las interacciones de los personajes, la similitud de algunas escenas con el cómic, y el uso de animaciones que representan sin duda el estilo de Alice Oseman al dibujar, todo se veía y se sentía como en las páginas de Heartstopper.

Pero una cosa es un tráiler y otra son los ocho capítulos de la serie. De aproximadamente treinta minutos de duración cada una, la temporada comprende los dos primeros tomos del cómic y aproximadamente hasta el capítulo #68 del webcómic.

Y ya vista, podemos decir sin lugar a dudas que la serie se parece al cómic, a pesar de tener varios cambios. Estos no se sienten extraños, incluso cuando añaden tramas completas o adelantan o amplían hechos del material original. Cada uno de los cambios tiene un propósito y nos recuerdan que así es como funcionan las adaptaciones: llevan una obra a otro medio para sacar lo mejor de la historia en un nuevo lenguaje, en este caso, el audiovisual.

Lo nuevo, lo omitido y lo ampliado

Heartstopper, la serie, tiene dos personajes nuevos que destacan. Por un lado tenemos a Isaac, miembro del grupo de amigos de Charlie y que viene a reemplazar a Aled, personaje que no aparece. Los motivos de este cambio pueden ser varios, pero se siente más como el deseo de agregar más diversidad a la historia y en vez de cambiar toda la perspectiva de Aled, prefirieron cambiarle el nombre y, por tanto, crear a un personaje nuevo.

Otra adición es Imogen, una chica que es parte del grupo de amigos de Nick y que tiene un evidente interés en él. Esto último implica que por más de la mitad de la serie sea alguien que parece querer «entrometerse» en la relación de Nick y Charlie, pero quedarse con esa perspectiva es bastante superficial. En la serie desarrollaron la situación para que no tomara necesariamente ese camino, lo que se agradece, ya que ese tipo de personaje femenino en una historia con representación LGBTQ+ suele ser una de las formas más comunes de misoginia en el género BL.

Entre lo omitido tenemos a algunos personajes secundarios o terciarios, como ciertos miembros del equipo de rugby al que Nick pertenece y del que Charlie también comienza a formar parte. Este grupo es bastante compacto en la serie, destacando solo a Harry, el bully de la historia. Tampoco tenemos a Oliver, el hermano pequeño de Charlie, pero tenemos a Nellie, la perrita de Nick, así que no todo es dolor en ese aspecto.

Pero quizás los cambios que más merezcan nuestra atención son aquellos que amplían a ciertos personajes o tramas completas, como sucede con la importancia que se le da en la serie a Higgs, el colegio femenino al que asisten Tara, Darcy y Elle. Dicho establecimiento comienza a tener más relevancia en el cómic recién en el tomo 3, ya que las alumnas de Higgs y los alumnos de Truham (colegio de Nick y Charlie) pasan a compartir más actividades. Solo entonces vamos conocimiento más a Tara y Darcy, quienes se hacen cada vez amigas de la pareja protagonista.

En la serie, sin embargo, hay varias escenas solo centradas en Higgs y la relación de Tara y Darcy, así como en la amistad que ambas van forjando con Elle. Esto se agradece, ya que las tres son personajes no solo carismáticos y queribles, sino que suponen los bastiones de la representación lésbica y trans de la historia.

De la misma manera, al desarrollar desde antes a Elle, podemos ver directamente sus propias inseguridades y dificultades para adaptarse a su nuevo colegio, así como su relación con Tao. A ambos los vamos conociendo más que simplemente en su rol de «amigos de Charlie». Casi todos los miembros de este grupo de amigos tiene su historia, independiente de lo que hagan o dejen de hacer por o en contra de la relación de Nick y Charlie.

De la serie al cómic

Así como hay muchos fans del cómic que corrieron a ver la serie nada más la estrenaron, mucha gente que no leyó la obra original se sintió o se sentirá atraída hacia su versión audiovisual. Puede que no conocieran el cómic, que no sean lectores habituales de cómics o que simplemente no se sintieran interesados por la historia antes de verla disponible en Netflix.

Sea cual sea el caso, es crucial que una adaptación sea accesible para cualquiera, no solo para los que leyeron los tomos de Heartstopper o los que lo siguen en Webtoon y Tapas. Frases como «si lees el cómic/libro entenderás mejor» son sin duda negativas cuando se trata de una adaptación.

En ese sentido, Heartstopper cumple a cabalidad. No hace falta haber leído el cómic para entender nada de lo que sucede en la pantalla. Cada personaje es presentado de forma clara, y así mismo están desarrolladas las distintas tramas o relaciones que componen la historia. No solo eso, sino que la serie les suele gustar lo suficiente a la gente como para sentirse interesados en leer el cómic.

¿Por qué triunfa Heartstopper?

Los motivos de por qué tanta gente disfruta Heartstopper, ya sea el cómic o ahora la serie, son variados, pero quizás se pueden resumir en estos: la importancia real que se le da a la representación LGBTQ+, sus personajes carismáticos y realistas, y la sensación general de «buen rollo». Las cosas malas (la homofobia, el bullying, los problemas de salud mental) no se esconden, al contrario, se habla de ellas de una forma cercana para cualquier persona, pero sobre todo para los más jóvenes.

Sin embargo, a pesar de las cosas malas que puedan ocurrir en el camino, los personajes de Heartstopper reciben lo que cualquier buena persona merece en el mundo: aceptación y cariño de sus pares.

Por eso, tanto de la serie como del cómic de Heartstopper no solo podemos decir que son buenos, disfrutables y entretenidos. También debemos decir que son necesarios para que mucha gente alrededor del mundo sienta que está bien ser quienes son.

Y en el caso de la serie, tener a la misma Alice Oseman de guionista y a Olivia Colman entre sus actores sin duda ayuda un montón.