Hades – La perfección del rogue-like

Supergiant Games vuelve a mostrar su calidad con Hades, un rogue-like basado en la mitología griega que roza la perfección.

Escrito por J Martínez

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Hace un par de años parecía que todos los títulos independientes que salían eran rogue-likes. El género se saturó y, dada la naturaleza repetitiva de este, los jugadores se terminaron cansando de ellos. Claro, era imposible que este muriera; siguieron apareciendo títulos bastante buenos, pero ninguno llamó la atención demasiado. O al menos no tanto como Hades.

Desarrollado por Supergiant Games, el juego te pone en control de Zagreo, quien está decidido a abandonar el inframundo, rebelándose ante su padre, Hades. Para esto deberá atravesar las distintas áreas del lugar, que servirán de excusa para implementar las clásicas mazmorras del género, plagadas de enemigos que tratarán de evitar la huida del protagonista.

Excelencia indie

Nadie puede negar la increíble calidad técnica que tienen los títulos de Supergiant Games. Desde su primer juego que la compañía viene mostrando sus cartas, y esta ocasión no es la excepción. Con un estilo visual muy similar a Bastion, Hades encanta de inmediato gracias a ese dibujo a mano maravilloso, tan representativo de la compañía.

No solo en la técnica se queda. Los diseños de personaje son una absoluta locura. ¿Por qué? Pues porque, primero, todos son sumamente representativos de la deidad correspondiente. Zeus es imponente (al igual que Hades), Dionisio parece un joven fiestero, Artemisa se ve como una cazadora con muchos trucos. Se podría repasar a todos los personajes y ninguno tendría muchas fallas.

¿Segundo? Todos los personajes son… extremadamente guapos. Partiendo por Zagreo, quien parece un joven en su mejor edad, vagando por el inframundo con el torso descubierto, hasta el primigenio Caos, que se ve como alguien demasiado sexy y superior para relacionarse con el resto del panteón. Fuera de cualquier broma posible, este detallazo ayuda un montón al carisma del título. Carisma que emana por todos lados

Y como no solo de visuales se vive en esta industria, Hades posee uno de los mejores soundtrack del año. Con tonadas que se adecúan a cualquier escenario posible, ya sea para progresar la historia o en medio del combate, Darren Korb hace un magnífico trabajo en retratar los peligros del inframundo. Hasta se permitió un tutorial en Youtube enseñando una de las grandes canciones del juego. Un crack.

Una jugabilidad frenética y variada

Como buen rogue-like, el título tiene una cantidad inmensa de modificaciones que hacen que cada run sea diferente. En Hades, estas modificaciones se llaman bendiciones, y tienen un tipo determinado dependiendo de qué dios del Olimpo la regaló. Están las bendiciones que tienen rayos, que serán dadas por Zeus, las con agua y empuje por Poseidón, o las de Dionisio, que provocan resaca en los enemigos.

Claro que estas bendiciones por sí solas no permitirán que termines el juego. Por lo que, para permitir que el jugador pueda explorar la historia, el juego es sumamente permisivo con las mejoras permanentes. Cada habitación de las mazmorras te dará, o una bendición, o alguna de las monedas del juego. Con estas monedas puedes mejorar a tu personaje, cambiar ayudas dentro de las mazmorras, iniciar con ciertas ventajas, etc.

Al menos eso dentro de las mazmorras. Fuera de ellas hay un montón de cosas que hacer, aún cuando los escenarios son bastante pequeños. Y es que la morada de Hades rebosa de vida, con numerosos personajes que se dan vueltas por los aposentos del señor del inframundo. Con cada uno de estos personajes podremos conversar, y hasta se les podrá regalar vino.

¿Para qué querría regalarles vino? Pues por dos razones, la primera es las líneas que sueltan al hacerlo siempre son muy carismáticas y entretenidas. ¿La segunda? Que podremos mejorar la “afinidad” con el personaje en cuestión, lo que permite encontrar mejoras para las mazmorras, o hasta establecer relaciones con algunos, lo que resulta en conversaciones aún mejores y la posibilidad de tener acompañantes al tratar de huir del inframundo.

Solucionando el problema del género

Algo con lo que siempre han tenido problemas los rogue-like es con su historia y narrativa. Algunos se quedan en historias pobres, que solo sirven para declarar la ambientación y a los personajes. Otros levantan la vara, contando con guiones bastante buenos, pero que son difíciles de seguir dada la dificultad clásica del género.

Pero nunca se había logrado solucionar la insoportable repetición de las conversaciones (y ojo, que esto es algo que ocurre fuera del género). Hades solucionó esto grabando… ¡21.000 líneas de diálogo!. Pero no solo se queda en la cantidad, ya que la historia es sumamente interesante y personal.

La mitología griega no es desconocida en el medio, principalmente por la saga God of War. Los dioses que acompañan a Zeus son bastante populares, y no precisamente por ser buena gente. Aquí es donde el título da un vuelco a los clásicos relatos populares, dejando al panteón griego como los tíos lejanos buena onda de Zagreo, mientras se centra, principalmente, en el inframundo y los seres que lo habitan.

Dejando de lado la epicidad que se suele mostrar cuando se trata con dioses, Hades regala un relato mucho más personal, el que se podría reducir a un adolescente/joven muy rebelde que huye de casa, pero se va volviendo más complejo a medida que sortea los peligros del inframundo. Y es que, cada vez que el jugador termina una run la historia avanza, ¡pero si muere también!

Ocultando la selección de dificultad

Mucho se ha hablado de la dificultad en los videojuegos. Que Dark Souls es demasiado difícil, que Pokémon es demasiado fácil. Que uno debería incluir modos de dificultad y otro necesita mejoras de accesibilidad. Hay quienes dicen que un modo fácil nunca le ha hecho mal a un juego, y aunque –personalmente– tengo mis dudas, es evidente que Hades hace un gran trabajo en esta área.

El título permite elegir entre 6 armas, las que se desbloquean muy temprano en el juego. A partir de aquí, es decisión tuya cuál elegirás en tu siguiente intento. Aunque el juego incita a variar en cada intento, con un aumento en las recompensas de algún arma, la verdad es que no lo necesita. Probablemente experimentes un montón hasta ver cuál se adecúa mejor a tu estilo de juego y tu habilidad.

Pero la magia está en que, una vez que logras escapar con algún arma, automáticamente querrás intentarlo con otra, porque la que usaste ya se siente fácil. Así, el jugador puede ir aumentando a su medida el desafío que se impondrá, siempre sabiendo de antemano a lo que se enfrentará. Y es que, al final, en esto falla un selector de dificultad puesto al inicio; no conoces el juego, por lo que es imposible saber cómo la dificultad lo modifica.

Además, luego de completar el primer intento, se desbloquean recompensas adicionales si se modifican ciertos aspectos de las mazmorras. Pero siempre se mantendrá esta idea; el jugador debe saber a lo que se enfrenta. Sin embargo, si sigues creyendo que el juego es muy difícil, siempre se puede activar el Modo Dios, el cual te hace más fuerte si mueres reiteradamente.

Conclusiones (y opinión personal)

Hades es un sorpresa mayúscula. No solo porque es un título independiente que logró meterse entre los mejores del año (recordemos que no es primera vez que ocurre), también es porque le da un aire fresco a un género repetitivo, que ya se estaba sobre-poblando, a pesar de estar prácticamente solo en la escena indie.

Pero una vez más, Supergiant Games demuestra que no es necesario tener millones y millones de dólares de presupuesto para hacer un gran juego. Porque el título no solo es entretenido, sino que también tiene una cantidad de contenido solo comparable a la industria AAA (y a Hollow Knight, que siguen siendo palabras mayores).

Con una ambientación maravillosa gracias a ese precioso estilo visual, además de una narrativa refrescante que parece no acabar nunca, Hades logra hacer lo que todo rogue-like quisiera: mantener enganchado al jugador por decenas de horas, siempre con la vara muy alta, tanto en las mazmorras como fuera de estas.

El GOTY (Game of the Year) del 2020, a juicio de este humilde escritor.