God of War (2018) – Padre e hijo

Santa Monica Studio nos regala uno de los mejores juegos jamás creados de la saga God of War, contando con una historia y sistema de combate increíble.

Escrito por J Martínez

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Por su brutalidad y epicidad, God of War siempre fue una franquicia conocida en el Hack n’ Slash. Pero como le suele ocurrir a los juegos de este género, luego de varias entregas similares, la fórmula se comienza a desgastar. A pesar de que la tercera entrega y Ascension fueron recibidas con buenas críticas, los fanáticos de la saga sabían que era momento de un cambio.

Esto fue justamente lo que God of War (2018) trajo. La madurez de Kratos llegó y se hizo sentir muy fuerte, tanto en sus personajes y en la importancia que se le da a la historia así como en las mecánicas que el juego implementa. Todo esto sin dejar de sentirse parte de la saga, porque el título también sabe beber de su pasado.

Espectáculo visual

El título es visualmente maravilloso, sublime, perfecto… se me acabarán los adjetivos antes de poder hacer una descripción que le haga justicia. En primer lugar, porque la calidad gráfica es absolutamente innegable; un hiperrealísmo que detalla los personajes, escenarios, enemigos y efectos visuales hasta la locura, sin ninguna falla. Hasta la nueva barba de Kratos tendrá cada pelo modelado a la perfección.

En segundo lugar, la creatividad en el diseño de los escenarios también es muy destacable. Pasaremos por escenarios nevados, congelados, llenos de lava, ríos u otros llenos de vegetación. La variedad es increíble y hace que el juego nunca deje de sorprendernos a pesar de que nos acostumbremos a la maravillosa calidad técnica.

Solo tuve unos pequeños problemas con los visuales. Como un pequeño bajón de FPS o unos leves dientes de sierra en algunos bordes de objetos. No era nada molesto ni tampoco afecta en la jugabilidad o experiencia, pero estaban ahí. Igual estos problemas probablemente no aparezcan en la PS4 Pro (yo lo jugué en una Slim).

En el aspecto sonoro el juego también cumple muy bien, tanto en su OST como en los efectos de sonido. Lo más importante aquí será el trabajo de las voces para los personajes, donde evidentemente quienes más se destacarán son Kratos y Atreus. Intepretados por Christopher Judge y Sunny Suljic respectivamente, los actores aportarán un montón para que los protagonistas se sientan vivos y muy reales.

Mundo abierto, pero no tan abierto

Lo primero que podemos notar en esta entrega es que deja de lado la progresión lineal de los títulos antiguos y la reemplaza por un mundo pseudo-abierto. ¿Por qué considero que no es 100% abierto? Pues porque, a pesar de que casi siempre podemos decidir donde ir, por lo general cuando lleguemos a cierto lugar, el progreso de este será bastante lineal (salvo por algún coleccionable o cofre que abrir). Aunque esto no tiene porqué ser malo; al menos yo, lo sentí bastante similar a lo que hace Zelda con sus mazmorras, y eso siempre está bien.

Aunque también cae en cosas que casi todos los AAA caen. Por ejemplo, el juego tiene bastantes coleccionables y la mitad son muy odiosos de conseguir (de hecho hay varios que no sirven de nada, ni siquiera aportan en la historia). Además, volver a las zonas que ya exploramos con anterioridad no es la mejor experiencia, ya que en términos de desplazamiento no hay ninguna mejora.

Combate depurado al máximo

El sistema de combate es casi lo mejor del título, bebiendo tanto de sus antecesores como de los títulos más influyentes del último tiempo (cof, cof… Dark Souls). El Hacha de Leviatán es probablemente una de las mejores armas inventadas en el último tiempo y es una muestra de excelencia en diseño de videojuegos. Haciendo una extraña mezcla entre combate a distancia, el sistema de esquivas, bloqueos, contrataques de Dark Souls y el Hack n Slash de los pasados juegos de la saga, el combate nunca deja de ser entretenido, aún cuando lleves 50 horas de juego.

El punto bajo de este sistema lamentablemente se lo llevan los jefes, que a pesar de ser sumamente entretenidos, se vuelven repetitivos a las pocas hora que lleves jugando. El mayor problema es que cuando no lo son… están llenos de QTE (Quick Time Events). Aun cuando estos vuelven las peleas más impresionantes y épicas, sigue siendo «sólo apretar botones». Eso sí, hay 2 ocasiones que merecen ser sacadas de este pozo; un jefe doble de la historia principal, y las increíbles Valkirias, que son sin duda los enemigos más difíciles de todo el juego.

Para apoyar el increíble combate tenemos un sistema de progresión que también es genial. Es inmenso y lleno de profundidad; nos permite mejorar nuestra armadura, el hacha, a Atreus, los combos y muchas cosas más. Pero lo mejor de este es que permite el desarollo de Atreus como personaje. Mientras más mejoremos sus habilidades, más útil será en el combate, y más sentimental será sentir su progreso desde el comienzo del juego hasta su final. Lo que nos lleva a hablar de lo mejor del juego…

Excelencia en desarrollar personajes

Creo que God of War tiene la mejor relación entre personajes que he visto en un videojuego. También posee uno de los mejores desarrollos de personajes en general. Ambas cosas resultan en una historia totalmente maravillosa. Santa Monica Studio sabe medir a la perfección el ritmo del juego, lo que permite que los sentimientos afloren muy fuerte y nos emocionemos con prácticamente todo lo que ocurre en el juego.

Atreus es un personaje real e irá creciendo a medida que avanzamos en la historia. Y esto no solo se siente por el guión en sí, sino que su eficiencia en el combate, los movimientos que haga cuando le pedimos que haga algo o los pequeños detalles que tiene (como cuando toca el agua al ir en el bote). Todo ayuda a encariñarnos con el niño, lo que ayuda un montón a meternos en el papel de Kratos y su insistencia por cumplir el último deseo de su difunta esposa.

Conclusión

Hace mucho tiempo que sabía que God of War era grandioso, pero honestamente, no esperaba encontrarme con un juego tan impresionante. Casi todas las decisiones de diseño están bien tomadas y cumplen a cabalidad con el cambio que la saga necesitaba. Y todo sin dejar de sentirse como el viejo Kratos que masacró a todo el Olimpo.

El combate, la historia, junto con la relación entre Kratos y Atreus hacen que el título sea uno de los mejores que puedes jugar. Y, a pesar de pecar en algunas cosas que caen todos los AAA, no son excusas suficientes para quitarle la insignia de obra maestra que muchos críticos (merecidamente) le han dado.