Bloodborne: Bienvenido a Yharnam

La historia de Bloodborne inmensa y oculta. En esta nota guiamos a los Cazadores a través del lore de Yharnam, la Iglesia y la Sangre.

Escrito por Nilton Martínez

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La noche de la cacería es confusa. No basta con las bestias que pululan por doquier. No basta con la locura de tus colegas cazadores y tampoco es suficiente el terror que los dioses infunden en ti. Las calles de Yharnam y sus historias son puzles interminables, laberintos imposibles de recorrer. Toma este escrito, amigo cazador y comprende las sombras del mundo que te rodea.

No entrarás a Yharnam sin el pacto de sangre. Te será imposible recorrer las callejuelas sin antes ser sanado; no lograrás luchar durante la noche de la cacería sin recibir la sangre que todo lo sana, todo lo limpia, todo lo cura. Teme a la vieja Sangre.

Yharnam; nacida de una pesadilla

Yharnam es especial y diferente de muchas otras urbes de la época. Casi maldita por todo el mundo y alejada de la sociedad actual, ha sabido crecer sin ayuda del exterior. Con sus monumentales construcciones victorianas y góticas, la arquitectura del lugar se mezcla con las viejas tradiciones y costumbres. Por las calles puede verse el pasado de una prospera ciudad carente de alegría, pero no menos hermosa.

Las calles de Yharnam

Las callejuelas oscuras y laberínticas crean la sensación de claustrofobia, mientras que las catedrales, iglesias y plazas sirven como consuelo a quienes por ahí pasean en busca de paz. Los camposantos forman gran parte de la cultura y arquitectura yharnamita sin que esta provoque superstición o inspire miedo a la muerte. A lo que sí temen los yharnamitas es a la noche; en especifico, a la Noche de la Cacería. .

Antiguos ciudadanos

Antes del nacimiento de Yharnam, existieron los Pthumerios y su civilización llamada Pthumeru. Múltiples ciudades creadas en forma de arco alrededor del Lago lunar. Pero esta civilización no prosperó sola, como lo haría en el futuro su sucesora. Los Pthumerios prosperaron gracias a los dioses a quienes llamaban Los Grandes.

Los Grandes les brindaron conocimiento y las herramientas necesarias para que los humanos pudiesen sobrepasar sus límites. Los bendijeron y pactaron con ellos una descendencia. Yharnam, la reina Pthumeru fue la elegida para la suprema bendición; tener un hijo de Oedon, el más antiguo de los Grandes.

La Iglesia y alrededores

Pero los Pthumerios fueron codiciosos y pudieron observar el gran poder que nacía dentro de la reina, poder que los haría trascender de su humanidad y ser similares a los Grandes. Con este móvil asesinaron a Yharnam y le arrebataron al hijo no nato de Oedon del vientre, siendo este pecado el peor de la humanidad. Oedon los condenó al olvido, cubriendo a los hombres con un manto de desconocimiento ante cualquier vestigio que pudiese sacar a flote a los traicioneros Pthumerios. Sobre este manto de invisibilidad se erigió Yharnam.

La expedición

Pasaron siglos antes de que Yharnam se fundara y para que integrantes de la universidad de Byrgenwerth fuesen llevados tras las pistas del antiguo hogar de Los Grandes. Laurence, Willem, y Rom crearon un asentamiento a orillas del Lago Lunar, donde descubrieron enormes lapidas, cuya información y posterior estudio los llevó a unas antiguas ruinas bajo el Bosque Prohibido. Allí, Laurence y un grupo de estudiantes descubrieron La vieja Sangre. Sangre que, luego de ser estudiada y probada en personas, era capaz de curar todo mal y toda enfermedad.

Interior de la Iglesia de la Sanación

Pronto, y tras varios experimentos, Willem decidió abandonar La Vieja Sangre, considerándola maldita. Pero Laurence, pese a las advertencias, se adentró nuevamente en las ruinas subterráneas con un grupo de estudiantes. Allí descubrió un cáliz sagrado que combinó con la vieja sangre e invocó a un Grande: Ebrietas, la hija del cosmos.

Una nueva promesa nacía entre Ebrietas y Laurence. Ella ofrecía conocimiento y sangre sanadora a cambio de un hijo; y él, teniendo conocimiento del poder de la deidad, levantó una iglesia sobre las ruinas pthumerias donde nació La Iglesia de la Sanación.

Laurence, primer vicario junto a los fieles de la Iglesia

El culto de Sangre

Yharnam creció en rededor y bajo la enorme catedral en señal de sumisión ante el culto de la sangre que todo lo curaba. Pero las luchas de poder dentro de la Iglesia de Sanación fueron escalando hasta crear división. Entre las filas de fieles se creó El Coro, un grupo dedicado a los experimentos macabros con la Vieja Sangre. Hasta ellos llegaban pueblerinos y extranjeros llevados por la sanción total, de los cuales muy pocos sobrevivieron, y muchos otros fueron condenados a las penurias de la sangre.

Trasvase de Sangre

El constante uso y abuso de la sangre llevó a la iglesia a enfrentarse con grupos disidentes al culto de sangre, y a la universidad de Byrgenwerth a separarse completamente de la ciudad, dejando a La Iglesia de la Sanación como la gran Autoridad. Pero toda la soberbia y la falsa autoridad tuvo su pago merecido.

El Primer cazador y la Luna roja.

La sanación por sangre fue una maldición, más que una cura milagrosa. Conforme pasaba el tiempo, llegaban rumores de gente que se volvía loca, salvaje, sedientas de sangre a causa del las transfusiones. La iglesia tomó una decisión drástica que llevaría a Yharnam hasta la decadencia total.

Gehrnam fue enlistado bajo la sombra del secretismo, y a su vez, este entrenó a un sequito de hombres para ayudarlo en su tarea. Vagaban por las calles de Yharnam y alrededores, asesinando personas al más mínimo indicio de enfermedad que llamaron “La Plaga”. En aquel tiempo, hombres, mujeres, niños y ancianos desparecían sin dejar rastro, levantando un manto de terror entre los yharnamitas. Se consideró a Gehrnam como El Primer Cazador.

Gehrnam, Primer cazador.

Ante la reiterada e incontrolada aparición de bestias en la ciudad, Laurence tomó una decisión definitiva ante la plaga de sangre. Llevado por viejos documentos e inscripciones en ruinas Pthumerias, convenció a Gehrnam para llevar a cabo un rito e invocar a los grandes; los únicos capaces de detener la plaga de las bestias.

Con un cordón umbilical y un rito desconocido lograron invocar algo fuera de este mundo. La luna se tornó roja como la misma sangre y los infectados con la plaga se convirtieron en bestias por montones, desatándose el caos y la muerte. Aquella parte de la ciudad fue completamente cerrada y puesta en cuarentena para contener las a las criaturas. La única solución fue arrasar con fuego purificador el Viejo Yharnam.

De izquierda a derecha: Micolash, Laurence, Gehrnam

Descendiendo a la locura   

Pero aquello no controló la plaga de las bestias. Pronto, toda la ciudad sería testigo de las atrocidades que La Vieja Sangre causaba. Los altos mandos de la iglesia cayeron como moscas ante la desesperación y la sed de transfusiones, convirtiéndose en bestias sedientas y llenas de locura. Ríos de sangre recorrían la ciudad de punta a punta. Los cazadores intentaban hacer frente a la plaga, algunos conseguían un par de victorias, otros caían victimas de la enfermedad. La sangre mutó en algo peor: La Sangre Pálida. Nunca se debió haber develado el secreto de Pthumeru. La maldición de Odeón continuará hasta que cada humano pague por su pecado.

La Noche de la cacería

Conclusión

Espero, mi querido compañero cazador, que este escrito haya sido de ayuda en tu futuro viaje, o que haya desvanecido en algo la sombra de duda que se ciñe en tu cabeza. La historia de Yharnam y sus alrededores es basta, y mucha de ella permanece en las sombras hasta el día de hoy.

FromSoftware tiene obras impresionantes dignas de la mejor novela de terror, fantasía o aventura. Bloodborne, así como Sekiro: Shadows die twice y la saga Dark Souls, son prueba de ello.

Bestia Clérigo, sesión de grabación. Bloodborne Soundtrack