En esta oportunidad entrevistamos a Matías Castillo o «Mati Castillo de Naipes», Director Creativo de la nueva editorial chilena de juegos de mesa SJS, y ganador del «Mejor Nuevo Juego Latino» de los Cuarentena Awards 2020 en Mexico con su juego Tierra a la Vista
- Hola Matías, y muchas gracias por dedicarnos tiempo para esta entrevista. Cuéntanos, ¿Quiénes integran el equipo de la editorial?
Estoy yo, Matías Castillo, y aunque aún no contamos con una estructura organizacional oficial, las áreas de trabajo están definidas y mi cargo es el de Director Creativo. En el Departamento de Asesores Científicos están Luis Felipe Sánchez, Nicolás Castro y Benjamín Baeza. En el Equipo Pedagógico tenemos a Alejandro Fuenzalida, a Camila Ortega en Investigación Social y Claudio Valdés como Asesor Jurídico. Por otro lado en nuestro Departamento de Artes y Marketing están Benjamín Pávez, Vladimir Inostroza y Javiera Muñoz. Y finalmente nuestro Coordinador, Gabriel Recabarren.
Si bien somos un equipo amplio, no trabajamos todos simultáneamente en todos los proyectos. Por ejemplo, actualmente estamos trabajando en un proyecto con una Fundación, pero estamos trabajando solo Nico y yo, porque tienen sus propios diseñadores. Vamos constituyendo equipos en función a los proyectos que surgen.
- ¿De dónde surge el nombre de la SJS?
El nombre de la editorial, SJS, viene de las siglas para «Sociedad de Jugadores Serios». Y esto viene a raíz de que para la sociedad capitalista la ciudad está constituida a partir del trabajo, y eso hace que haya personas de «categoría secundaria» que son aquellas que no trabajan, por ejemplo los ancianos y los niños.
Justamente se da que estas personas que no trabajan tienen una actividad muy particular, que es jugar. Y con eso el juego se considera una actividad «no productiva», algo que no rinde frutos.
Entonces la Sociedad de Jugadores Serios nace con esa necesidad de reposicionar el juego como elemento fundamental de la cultura, como expresión humana y actividad importante en cualquier instante de la vida.
Con Benjamín, que es Socio Fundador, por el año 2014 empezamos a construir una especie de misticismo de lo que era SJS, que era una sociedad de jugadores y cómo todos nosotros, nuestro grupo de amigos, éramos parte de ella. Y así empezamos a constituir un equipo de trabajo.
- ¿Y cómo fueron los inicios de la SJS?
Bueno, esto fue en la Universidad de Chile, campus Gómez Milla. Ahí conocí a Benja y teníamos una entidad a la que le pusimos FEDU, Federación de Dudo Universitario. Porque nosotros jugábamos mucho Dudo, y hacíamos juegos para los mechones, liguillas, inventábamos variaciones del juego, y eso derivó después en la Sociedad de Jugadores.
Con ese contexto en 2014 con Benja hicimos nuestro primer juego, que se llama La Máquina de la Vida, que trataba sobre la evolución de las especies. Ese fue el primer gran proyecto que hicimos, y en ese tiempo nosotros recién estábamos conociendo el mundo de los juegos, no habíamos jugado nada, apenas Catán en algún momento.
Entonces nace esta idea de hacer juegos de mesa con un objetivo bien específico, que era explorar el potencial que tenían las mecánicas de juego para comunicar conocimiento. La Máquina de la Vida se validaba en esa perspectiva, lo que buscaba era mostrar o enseñar el proceso de la evolución de las especies, mediante mecánicas de juego.
De ahí derivamos en algún momento a hablar con Víctor de Ludoismo y empezamos a conversar mucho más sobre juegos. Vimos que ya existía alguien que estaba intentando vivir de esto, era un referente super considerable. Así empezó todo.
- ¿Trabajaron en otro juego después de ese?
En 2018 trabajamos con Julie Boelken en su Tesis de Pregrado de Filosofía, un juego llamado Los Días del Sol Negro, que estamos trabajando también con la editorial. Ese mismo año nos ganamos un fondo para hacer del juego lo que es ahora, con diseño gráfico e ilustraciones, pero nos falta un fondo para producirlo.
Es un juego de creación de comunidades desde cero, que se puede jugar de 3 hasta 45 jugadores, pensado para ser jugado en colegios. Entonces se inventa una comunidad, vemos sus valores, sus principios, reglas, etc., y luego empieza una parte de vivir siete días en esa comunidad.
Como mecánica tiene tableros modulares y diferentes roles, entonces hay alguien que está a cargo de la cocina, o del tablero de exploración, o de la enfermería, gente que está a cargo de la resolución de conflictos, etc.
Si bien es un juego muy sencillo a nivel mecánico, logra comunicar el contexto de un ambiente postapocalíptico de supervivencia donde tenemos que sustentar la discusión política y filosófica en algo tangible, con exploración de terreno y recolección de recursos.
El proceso de crearlo fue increíble y las experiencias que hemos sacado de ahí han sido súper fascinantes. Estamos terminando la versión que financió el fondo que ganamos y de ahora en adelante estamos moviendo la experiencia de dos maneras: una es vendiéndolo como taller para los colegios, haciendo el juego por encargo, y la otra es comercializarlo como Print and Play, con proyecciones de Kickstarter.
- ¿Piensan enfocarse en juegos educativos?
No nos encasillamos como una editorial educativa. De hecho, nuestros primeros juegos que saldrán comercialmente, Asesino en Serie y Cocktail, no son educativos, sino Party Games.
Nuestro interés apunta a que las mecánicas de juego comunican cosas. Entonces, por ejemplo, si nosotros hacemos un juego de Gangsters que planifican el robo de un banco, las mecánicas que vamos a poner o intentar crear o buscar o posicionar, tienen que ser las correcta. Porque para mí las mecánicas de juegos son las metáforas o las figuras literarias para los poetas. Vemos lo que queremos comunicar, y hay veces donde la mecánica ya existe y coincide y hay otras que no, y habrá que inventar.
Creemos que nuestra misión y visión es posicionar el juego como elemento fundamental de la cultura, cambiar la percepción que se tiene del juego en nuestra sociedad. Desde el punto de vista teórico para nosotros no existen contextos no lúdicos, porque todo se constituye a partir de mecánicas de juego. Es una división que parte de la sociedad. Por ejemplo, en mapudungún no hay una manera de referirse a una actividad no productiva que hacen los niños, o una actividad propia de los niños, o alguna actividad de ocio. Las actividades no están catalogadas en un subgrupo o una categoría de actividades no productivas.
Por eso nos distanciamos del concepto de “educativo”, porque parte de que lo educativo no está dentro del juego. Y para nosotros es al revés: el juego contiene todo esto. Esa es otra cosa en la que trabajamos, estamos desarrollando investigaciones y posiblemente este año vamos a empezar a tirar artículos y publicaciones donde hablamos del juego académicamente.
- Los juegos que van a publicar el próximo año, Asesino en Serie y Cocktail. ¿De qué tratan?
Es importante detallar que no los publicamos directo de nuestra editorial. En el fondo son juegos que diseñamos, pero publicados por otros. La editorial que se encargó de eso se llama Malhijo Games. Van a debutar con nuestros juegos, aunque tienen una historia previa con otro nombre.
Asesino en Serie es un juego de roles ocultos. Surgió en el 2017 en un taller de creación de juegos, bajo la premisa: “¿Y si hacemos el Mafia pero en tiempo real?”. Los primeros prototipos eran simplemente doce cartas de naipe inglés, y un joker. La primera vez que jugamos les pasé a todos una carta, y a la persona que le toca el joker es el Asesino.
La mecánica es que por ejemplo: yo te pillo y te muestro mi carta del joker y te digo: “vas a ser mi cómplice de ahora en adelante y los vamos a matar a todos”. Y ahí empieza la cacería, en la que los Asesinos tienen una acción en el día para asesinar a alguien, que significa estar los dos simultáneamente con alguien en solitario, mostrarle la carta y decirle “te matamos”.
La acción que tiene la víctima es llegar a su casa, escribir de manera narrativa una carta, pero solo puede hacer referencia al lugar o la hora en la que murió, no ambas simultáneamente. Esto lo manda por mail y al otro día los demás tendrán esa información.
La acción de todos es hacer un juicio, en que se vota a una persona como culpable. Y esa persona está obligada, después de la discusión, a entregar su carta. Si era el joker, ganan los demás; sino, se dificulta el juego porque, si estamos jugando doce, apenas mueran o salgan del juego seis, ganan los Asesinos.
Luego de la primera experiencia le añadimos otros roles: Médico, Fiscal, Periodista, y otros. Ese iba a ser el primer juego de la editorial, de hecho lo anunciamos el 2017, pero era muy limitado, porque eran doce cartas solamente. Entonces añadimos una versión de mesa, que viene en la misma caja, pero con la novedad de que hay cartas de intención con las que también se tiene que jugar.
Todos empiezan con dos cartas rojas y una azul y la carta de rol te dice cuál hay que descartar: si te toca el Asesino se descarta la azul, si te toca una persona común se descarta una roja. En su turno los jugadores toman una carta y la juegan frente a otro jugador, declarando si son amistosos o no.
Se sigue así hasta que alguien tiene tres cartas, se le pone un marcador de destino y sigue el juego. Cuando aparece un segundo marcador de destino se resuelve el primero, revelándose las cartas.
Si la persona es asesinada, se pone un contador de muerte, y con tres gana el Asesino. La forma de ganar para los demás es que, al jugar cartas también se pueden jugar las de rol, con diferentes efectos, y si el Detective se resuelve para el jugador que es el Asesino, pierde. También hay un Fiscal que puede acusar a alguien, o se puede asesinar al Asesino. El juego es de cinco a diez jugadores, pero añadimos también una modalidad para dos jugadores, así que es cómo tres juegos en uno.
Para este juego trabajamos con Álvaro Matus, autor de Monstruos Humanos y el Canal del Crimen, dedicado a los asesinos en serie. Cada carta de intención tiene nombres de asesinos y datos, como una frase que ellos hayan dicho. Entonces las cartas son una especie de archivos sobre asesinos en serie e investigadores asociados a ellos.
Cocktail tiene la premisa de herederos disputándose una herencia, y lo que hay que hacer, típico de principios del siglo XX, es tratar de envenenar al resto. Mientras menos gente termine al final del juego, mejor.
El juego tiene cartas de vino, quesito, aceitunas, cóctel, venenos azules y venenos rojos. Se reparten tres cartas a cada jugador y la mecánica es la misma que la del Asesino, pero en vez de declarar intenciones buenas o malas, se declara alguna comida. El jugador que recibe la carta puede dudar, y si lo hace se voltea, y si era lo declarado gana deshonra. Si no era, la carta se descarta y quien mintió se lleva un punto de deshonra.
Cuando alguien tiene tres cartas enfrente y no tiene mano, puede decidir tomarse el cóctel. Si logró combinar vinos con queso gana puntos, pero en el caso del veneno, se acumula entre rondas. Si te llega un segundo veneno del mismo color, mueres. Se juegan tres rondas, y el jugador vivo con más puntos es el ganador.
- ¿Qué fecha estimada de salida tienen los juegos? ¿Y a qué precio se podrán encontrar?
En teoría el lanzamiento era en Marzo del 2020, pero se atrasó por varios motivos, entre ellos los problemas de importación desde China. Esperamos que estén disponibles este año.
El precio que queríamos era $15.000 para Asesino y $21.000 Cocktail. Cocktail es un poco más caro porque, esto te lo doy como exclusiva, los componentes no son cartas, sino losetas. Quedó increíble, tiene una sensación muy diferente.
- ¿Y qué otros planes tienen para el 2021?
Por una parte hay un juego que estoy trabajando como autor, llamado Tierra a la Vista, que ganó un premio en México y ha sido el reconocimiento con más repercusiones que hemos tenido.
Gracias a esto ampliamos los nexos con más editoriales, incluso he hecho un par de asesorías de diseño para editoriales mexicanas. La versión que se viene del Tierra a la Vista es la 3.0, con la propuesta gráfica definitiva. La idea de eso es probarlo con una comunidad de habla inglesa, y cuando ese proceso termine nos estamos planteando sacarlo al mercado, aunque no sabemos bien cómo aún.
Nos interesa sacar 100, 200 copias de los primeros juegos, ver cómo nos va y con el capital generado evaluar una producción a gran escala. Deberíamos tener el Tierra a la vista publicado en el primer semestre en ese formato, y estamos evaluando otros dos juegos para publicar de la misma forma.
Para el segundo semestre tenemos Microbiota, un juego que tenemos desarrollado hace tiempo y Cromosomics, que lo estamos desarrollando junto a una Fundación. También deberíamos tener Los Días del Sol Negro en un formato vendible. Estamos desarrollando un juego de matemáticas con una profesora. Además, trabajamos en una trilogía Print and Play, que se llama Rol and Destiny.
He descubierto que me gusta mucho encausar mecánicamente las ideas de los demás para que se representen mejor en el tablero. Ese es uno de los focos que queremos para la editorial.
Si quieren mantenerse actualizados sobre los lanzamientos de SJS, síganlos en sus redes sociales, ya que prometen mucho para este 2021.