Uno de los géneros literarios más atrayentes es la fantasía. Y no es de extrañar. Amamos que un libro nos transporte a mundos lejanos y nos deje ver un nuevo mundo, distintas civilizaciones y criaturas, incluso si esté está sumido en el mismísimo caos.
Este es el caso de El último Dragón, un libro escrito por José del Real, donde se narra la creación del mundo de Spira, y un conflicto que vuelve a repetirse, como en la época en donde los dioses de este mundo estaban presentes.
Nacido en Rancagua, ha escrito diversos relatos como La canción del sol y la Luna o El último rey del mar. Esta es la primera novela que publica.
El mundo de Spira
Todo inició con cinco mundos diferentes, los cuales fueron creados por seis dioses distintos en donde ellos deseaban gobernar. En cada uno de ellos habitaban diferentes especies, que variaban entre orcos, elfos, tritones, ángeles y arcángeles, trasgos, señores del hierro, demonios y dragones.
Cuando estos mundos comienzan a perder su fuerza vital, se dan cuenta que no tienen un alma para subsistir por sí solos. Necesitaban al otro para complementarse. Por lo que los seis deciden unirse y así crear Spira, y su esencia, su alma, fue llamada flujo.
Pronto se dieron cuenta que este “flujo” dio nacimiento a nuevos seres: lo humanos, los que fueron aceptados en distintos reinos y regidos por los diversos dioses. Sin embargo, comienza la guerra entre Rith, señor del fuego, y Arkalon, señor de la oscuridad, debido a que este último fue descubierto intentando apoderarse del flujo de Spira.
A raíz de la muerte de Rith, traicionado por uno de sus dragones, los demás dioses se aliaron y lograron detener al dios de la oscuridad, y así salvar el mundo que habitan creado. Pero la fuerza de este se debilitaba, por lo que decidieron sacrificarse para que sus criaturas pudiesen sobrevivir.
Tras la leyenda de este mundo, se nos presentan las problemáticas de distintos protagonistas, en contra de un mismo enemigo: el pueblo de Akeron, cuyo líder comienza a ser una nueva amenaza para Spira.
La guerra como evolución de personaje
La mayoría de los personajes que nos encontramos aquí han tenido que huir por distintas circunstancias. Esto da espacio de crecimiento entre los personajes de manera orgánica. Cada uno de ellos tiene una historia diferente y una cruz sobre sus hombros que deberán aceptar para salvar a Spira.
Partamos por los chicos de Alexandria. Retoris, Will, Jomuel y Brox son hermanos de armas que han jurado proteger su ciudad cueste lo que cueste, sin miedo, debido a su entrenamiento. Tienen un código de honor fijo por la educación que han mantenido desde que se unieron a las milicias y se nota en sus mismas actitudes.
El viaje de Retoris parte de querer convertirse en rey y termina cuando logra convertirse en un líder para su pueblo. Acostumbrado a seguir a su padre en combate y en la vida diaria, su crecimiento es el dejar de seguir a los demás para convertirse en el siguiente monarca de Alexandria.
Jomuel por su parte, es el de convivir y luchar contra los instintos de dragón que ahora posee, dando la vida por su pueblo y por sus amigos. Renuncia a todo por intentar evitar que Demitel tome Spira. Y aunque ahora el dragón que mantiene dentro de sí contiene mucho odio, el trato que tienen es el de liberar su mundo antes de que sea demasiado tarde.
Baleos y Tora tienen un conflicto interno similar. Baleos es el general del ejercito de Akeron y aunque en un inicio decide confiar en Demitel, luego se percata de las ansias de poder y la locura que ejerce su líder. Su conflicto es que debe apoyar, si a su general o lo correcto.
Mientrasm Tora es un joven de oriente, el cual tiene la misión de conseguir el corazón de un dragón para salvar a su padre. Las noticias de su naufragio aterraron a Amaterasu, por lo que el miedo de su padre a morir, hizo que obligara a su pueblo a batallar contra un aliado, traicionando a Alexandria. Tora debe elegir entre el honor de seguir a su familia y obedecer, o traicionar a su padre y advertir a sus antiguos aliados la locura que su reino está por cometer contra ellos.
Y por último, y no menos importante, tenemos a Basil, un muchacho mercenario que seguía las ordenes de su matriarca hasta el día de su traición. Decide unirse a quienes se han revelado contra ella, por los maltratos que ha recibido debido a los cargos de un crimen que no cometió.
Todos estos personajes tienen la misma esperanza de luchar contra el villano de turno: Demitel. Buscan evitar que este deje en la ruina al mundo de Spira. Y esto hace que los demás personajes se desarrollen en torno a la guerra que se les aproxima.
Decadencia de un villano
Demitel es un villano que en un inicio pareciera que no llega a evolucionar. Más bien pareciera que va en decadencia. Y de hecho, así es. Hay muchos hechos dentro de la trama que lo dejan como el ser más despreciable que pueda existir.
Su padre, el anterior emperador, no solo no quería a su hija por ser una mujer, sino que también humillaba a su hijo en distintas circunstancias. Más aún cuando decidió optar por la manera más fácil de ganar las batallas contra los soldados de Alexandria, que fue utilizando la magia.
Se entiende que es debido a esto y a las humillaciones a raíz de las constantes derrotas sufridas por su ejército a manos del de Alexandria que toma la decisión de usar la magia. Además, el afán de ser mil veces mejor que su padre y que los dioses le da una sed de poder que raya en la locura.
Para Seth, el mago, esto es una ventaja. La manipulación de este personaje es vital para la decadencia de Demitel. La sed de destruir Alexandria es el primer paso. Pero luego le siguen ambiciones más y más cuestionables, miles de vidas con tal de obtener el poder absoluto de Spira.
A esto se le suma que han convencido a otra nación para que cometa traición. Amaterasu era una ciudad oriental aliada de Alexandria. La cual por la ambición del emperador por vivir, ha dejado de lado el honor para unirse a las filas de Akeron.
Puede interpretarse como parte de la manipulación. El temor a la muerte del emperador hace que tome una decisión de sacrificar el honor de su pueblo por una vida más larga y la juventud eterna. Lo cual no solo hace que su hijo menor se vuelva en su contra, sino que su pueblo se ve forzado a luchar.
Esa es la parte más interesante de su lado. La relación con el mago y como esta le va afectando en una especie de lavado de cerebro a cambio del poder y la promesa de tener unificado el mundo del que proceden.
Liberar demonios es solo una pequeña parte de lo que es capaz de hacer con tal de tener el poder absoluto. Y cometiendo errores como dejar que lo posea el dios Arkalon para compararse con los dioses y ser invencible, terminan siendo su peor desgracia.
Pros y contras
Una de las mejores ventajas de este libro es que es muy atrapante y rápido de leer. La historia se siente muy ligera, ya que no utiliza conceptos demasiado grandes para explicar la trama ni un lenguaje demasiado complejo para enunciarse. Lo que ayuda al lector a interesarse más en ella.
Los personajes también se sienten orgánicos y fácilmente puedes conocerlos, entender sus motivaciones y el por qué detrás de ellas. Puedes empatizar con su evolución y emocionarte con su aventura.
Otra de las ventajas son las civilizaciones que maneja la historia. Todas y cada una tienen rasgos distintivos que permiten diferenciarles. Tienen una cultura, costumbres y jerarquía diferentes entre sí. No es difícil imaginarse el mundo que el autor nos plantea, y se vuelve interesante ver cómo se tienen alianzas, roces y enemistades. Lo que hace que se sienta más orgánico.
Creo que su mayor debilidad es el desarrollo que se le da a Demitel como villano. Hubiera sido maravilloso ver el por qué de sus decisiones además de la humillación de su padre, y que fue de su pasado para convertirse en el tirano que se presenta en el libro.
Pero esto no le resta mérito ni encanto. Es un excelente libro que te lleva a un mundo lleno de fantasía y que te atrapa desde el inicio.