Batman: Miedo a Ser Feliz

Este cómic hecho por fanáticos es una carta de amor al superhéroe. Jorge Sanhueza es el guionista de Batman: Miedo a Ser Feliz.

Escrito por Fer

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Dentro del conocimiento general de cómics que poseo (que ya, puede no ser tan básico, pero ciertamente es menor que el de algunos de mis pares aquí en Comiqueros), el más antiguo que poseo es que Batman es el superhéroe más popular del mundo. Es algo que aprendí en mi despertar ñoño.

Así como el Caballero Oscuro fue parte fundamental de mi infancia nerd, también lo fue para mi papá y mi mamá (ñoños, pero a su manera; creo firmemente que mi mamá es capaz de pasar el Super Mario Bros. 3 a ojos cerrados y mi papá vendería sus riñones por un Halcón Milenario). Incluso mis abuelos lo conocen.

Batman es más que solo popular: es un ícono del siglo XX.

Y los íconos, al igual que los ídolos, reciben homenajes. Eso es Batman: Miedo a Ser Feliz. Una historia hecha por fans, para fans.

Una carta de amor en forma de cómic

El guionista detrás de esta historia, Jorge Sanhueza, escribe en Comiqueros. He tenido la grata experiencia de editar algunas de sus notas antes de que fueran publicadas. Fue en una reunión del staff que mencionó que, junto a varios amigos, había escrito y publicado un fancomic de Batman.

Cuando dijo que estaba disponible para leer en internet y preguntó si a alguien le interesaba reseñarlo, no lo dudé dos veces.

Batman: Miedo a Ser Feliz es el resultado de la colaboración de varios artistas. La historia, fruto de las mentes de Jorge y Diego Saenz-Laguna, los tiene a ellos como protagonistas, y el argumento es algo con lo que todo ñoño puede sentirse identificado: ¿qué pasa si entras al cómic?

¿Cómo encajarías en este mundo de fantasía? ¿Serías capaz de seguir sus leyes? No, no es que te hayas transformado, sino que fuiste trasladado por arte de magia (o, en este caso, un mal trip de LSD) a las páginas de la historieta. Tu cuerpo se convierte en tinta, pero tu mente permanece igual.

Diego y Jorge interactúan con Ciudad Gótica y sus habitantes con dificultad, llenos de sentimientos encontrados. Por un lado, observan este nuevo viejo mundo con fascinación, recorriendo calles que conocían, pero jamás hubieran sido capaces de pisar. Están literalmente viviendo un sueño.

Por otro, aunque Gótica es un lugar mucho más horrible que el lugar de dónde vienen, los protagonistas están conscientes de que un hombre en mallas y armadura saltando techos y golpeando enfermos mentales es la manera más ineficiente de salvar el mundo. La vida real es dura. La moral inquebrantable, un deseo utópico.

Tal vez sea la seguridad inconsciente de que Bruce Wayne, transportado a nuestro universo como ellos fueron trasladados al suyo, sería incapaz de soportar más de un mes sin querer dejar la capa y la máscara. Tal vez sea solo la amargura natural de crecer y verse obligados a separar la fantasía heroica de su vida, perseguir otros sueños.

Sea como sea, el final es súbito y amargo. Más amargo de lo que me esperaba de un fancomic de tan solo 16 páginas.

Opinión personal

La frase «una carta de amor de dos ñoños a su personaje favorito» no se me ocurrió a mí, sino al guionista, pero me pareció demasiado importante como para no incluirla. Describe a la perfección lo que es Batman: Miedo a Ser Feliz.

No es perfecto porque no es un trabajo profesional. En ningún momento quiso tener la calidad impecable de un cómic oficial de DC, ni mucho menos pretende ofrecerse como tal. Es una oda al murciélago en la que el sentimiento traspasa la imagen. Que cada artista pudiera usar su propio estilo en cada viñeta es prueba de ello. Es algo más personal, más profundo.

Para leer más de Jorge Sanhueza, pueden revisar sus notas en el sitio, o bien comprar su novela de ciencia ficción, Alternativa S.A.