Análisis – El Fin de la Infancia primera parte

En 1953, Arthur C. Clarke escribiría El fin de la infancia, una novela de ciencia ficción que explora las repercusiones de una invasión extraterrestre.

Escrito por Marcelo Franco

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El Fin de la Infancia es una novela de Arthur C. Clarke publicada en 1953, durante la Guerra Fría y la Carrera Espacial,  nos narra una pacífica invasión extraterrestre a la Tierra, centrándose en el impacto que tienen los recién llegados a la vida terrestre.

El libro tuvo un intento de adaptación al cine de la mano de Stanley Kubrick, pero por diversos motivos no se pudo llevar a cabo. Sin embargo, trabajaría junto a Clarke en su película 2001: Odisea en el Espacio. Por otro lado, Universal le encargaría el arte conceptual a Neal Adams, los que fueron desechados por ser un proyecto demasiado costoso.

Arte conceptual de la llegada de los Superseñores.

La historia comienza con la repentina llegada de estos seres. Un día cualquiera, las personas hacían sus vidas con normalidad y una sombra se plantó sobre ellos.

La tierra y los Superseñores

Estos extraordinarios seres permanecen inescrutables en su nave, flotando sobre las principales ciudades del mundo. La especulación en torno a su presencia no hace más que crecer. No habían conocido nada como ellos y ante la necesidad de llamarles de alguna manera fueron nombrados Superseñores.

Los extraterrestres escogen a Rikki Stormgre, Secretario General de Naciones Unidas, como un mensajero a través del que impartirán instrucciones a la humanidad. Para esto, se celebran una serie de sesiones privadas entre Rikki y uno de los extraterrestres se identifica ante él como el Supervisor de la Tierra.  Las órdenes son bastante claras: todos los conflictos debían cesar y quedaba prohibido matar tanto a personas como animales, salvo para comer o proteger la vida.

Concepto de la nave de los Superseñores.
Diseño de Neal Adams.

Las reuniones a bordo de la nave de los Superseñores en una sala decorada como una habitación común y corriente. Estas se llevan a cabo como una conversación de lo más cotidiana en la que Stormgren se sienta frente a una pantalla para hablar con el Supervisor, quien permanece oculto en todo momento detrás de la misma, por lo que Rikki no puede oír más que su voz, profunda y gutural; destacando un dominio perfecto del idioma.

Stormgren logra convencer a esta entidad de que se muestre al público, algo que el extraterrestre hará dentro de 50 años. Pasado este tiempo, en lo que sería el evento más importante para la humanidad, el Supervisor Karellen mostraba su apariencia rojiza, con alas, cuernos y cola terminada en punta. Lo que según la tradición cristiana sería un demonio.

Concepto gráfico de como luce un Superseñor. El arte de la derecha corresponde al diseño de Karellen, el Supervisor.
Diseño de Neal Adams

La edad dorada

Posterior a la revelación del Supervisor, la humanidad experimenta un periodo de florecimiento. Sin padecer necesidades, las personas se dedican exclusivamente a las artes y al placer, dejando de lado todo tipo de obligaciones tediosas. En esta época nace Jan Rodricks.

Entre toda la bohemia a la que se dedicaban las personas, Jan sentía una curiosidad inusitada por los Superseñores. Mientras los demás habían convertido la presencia de estos en algo cotidiano, él se encontraba intrigado por muchas cosas respecto a su naturaleza. De esta manera comienza a desvelarse la verdadera trama.

El fin…de la infancia

La novela encuentra su identidad en el trato que Clarke da a los Superseñores y la relación que se establece con los humanos. Guardianes, protectores; Karellen es muchas veces un padre que vigila y enseña a sus hijos con enorme maestría. Con un tacto sutil, sabe cuando reprender y de qué manera hacerlo, como también cuando debe dejar que las personas hagan lo que estimen correcto.

A través de este libro, el autor nos presenta un mundo imposible. Un escenario en donde los extraterrestres llegan a la Tierra no para invadirla, todo lo contrario, lo hacen para guiar a los humanos hacia la culminación de todas sus aspiraciones. Los Superseñores supusieron el fin a las eternas preguntas ¿De donde venimos? ¿Hacia donde vamos? ¿Cuál es nuestro propósito? Ellos dieron respuesta a todas esas interrogantes y más, le mostraron a las personas que podían vivir como ellos quisieran, siendo felices y manteniendo la paz.

Los Superseñores recibiendo los animales que fueron enviados a su planeta.
Diseño de Neal Adams

Ellos fueron el principio, pero también serían el fin. Los humanos a través del conocimiento recibido no tendrían que sufrir preocupaciones nunca más. Las necesidades habían desaparecido, las guerras y disputas también. Las personas vivían bajo un gobierno mundial centralizado y recibían instrucciones únicamente de Karellen, el que hablaba solo para enseñar.

Para cerrar, podemos decir que el concepto de la infancia está presente en toda la novela. El trato que le da Karellen a la humanidad es el de un padre compresivo hacia sus hijos. Son los Superseñores unos tutores que están enseñándoles de la mejor manera para que puedan alcanzar su potencial. Como si tuviéramos que desprendernos de lo que nos hace humanos para realmente volvernos uno con el universo.