Thakhi, de Quimera Estudio: Para el jugador analítico y solitario

«¿Y porqué no te compras un juego que puedas jugar solo?», me preguntó hace unas semanas una persona, luego de que me quejara de que no tenía con quien jugar mis juegos de mesa. Así que eso hice, unos días después me compré Thakhi, un juego roll and write solitario producido nacionalmente por Quimera Estudio.

Thakhi fue diseño por Morgana Silva, a quien recientemente entrevistamos en la página, e Ignacio Paz. Recientemente he empezado a explorar los roll & write de la mano de la linea Mini de Fractal, pero los juegos solitarios son algo a lo que aún no me atrevía. Veamos si Thakhi logra eliminar algunos de los prejuicios que tengo al respecto.

¿Cómo se juega Thakhi?

En Thakhi: La Senda de los Dioses, el o la jugador/a interpreta a una Arqueóloga, recorriendo un laberinto subterráneo en búsqueda de reliquias. Sin embargo, el laberinto está a punto de derrumbarse, por lo que debe apresurarse a rescatar todos los artefactos posibles y escapar antes de que colapse por completo.

Los componentes son bastante sencillos: un lápiz, dos dados, y la hoja de juego, que contiene todo lo necesario para desarrollar la partida. El primer paso es utilizar los dados para asignar valores a las reliquias del laberinto. Una vez hecho eso, la preparación está lista y se puede empezar a jugar.

Cada turno, el jugador lanza ambos dados, y puede encerrar uno o ambos de los resultados en la planilla bajo el mapa. Eventualmente, también se podrán encerrar conjuntos de estos números, formando figuras. Dependiendo de qué figura se forme, se podrá mover a la Arqueóloga un determinado número de casilleros en el laberinto. Si en su movimiento logra pasar por un casillero ocupado por la reliquia, y dentro de los números usados para formar la figura está el que se asignó a la misma, entonces se considera que fue recolectada. Al moverse, se puede pasar como máximo dos veces por cada casilla, y cada espacio por el que se haya pasado dos veces descuenta puntos al final de la partida.

El otro efecto que pueden tener las figuras es dar modificadores, de un único uso, que se pueden utilizar para cambiar los resultados de los dados. ¿Por qué se querría hacer esto? Bueno, si en algún momento se lanzan dobles, el laberinto comienza a derrumbarse, lo que acelera el final del juego. Además, si en algún momento no se puede encerrar uno de los resultados de los dados en la planilla, se produce otro derrumbe.

Si se consigue guiar a la Arqueóloga al final del mapa sin que fallezca en un derrumbe, se contabilizan los puntos y se obtiene el resultado de la partida. Las reliquias rescatadas dan puntos positivos, mientras que las casillas recorridas dos veces y los números resaltados en la planilla que no fueron encerrados los restan. Y si no se está satisfecho con el resultado, es cuestión de (literalmente) pasar la página y volverlo a intentar.

Opinión personal

Volviendo a la pregunta al inicio de la nota: ¿Por qué no tengo juegos solitarios en mi ludoteca?

Bueno, para mi, jugar juegos de mesa es una actividad social. Es algo que hago con familia y amigos. Es algo para acercarme a la gente. Para compartir. Varios de mis juegos cuentan con una variante solitaria, pero normalmente no la tengo presente. En mi mente, si quiero jugar algo solo, pienso en videojuegos.

Entonces, ¿pudo Thakhi vencer mis prejuicios? Un poco. Debo reconocer, si voy a jugar un juego solo, un roll and write parece la opción correcta. Pueden ser complejos o sencillos, pero cuentan con muy pocos componentes, suelen ser rápidos y no se pierde tiempo en desplegarlos en la mesa. El arte no es su punto fuerte, pero en este caso Thakhi utiliza la estética del arte Aymara, lo que considero mejor a un abstracto sobrio. Y también hubo un esfuerzo en dar una historia y temática al juego, lo que aprecio aún más.

La jugabilidad depende mucho del azar, pero hay cierto margen para la estrategia con la colocación de los números en la planilla y las figuras que se forman. Y si en algún punto se vuelve demasiado fácil, el manual incluye formas de modificar el laberinto inicial para dar variabilidad al juego.

La verdad no se me ocurre nada que criticar de Thakhi. Es lo que promete y cumple con lo que se espera de él. Incluso diría que va más allá de lo necesario para este tipo de juego, al preocuparse por darle una estética y temáticas armónicas entre sí. No sé que tanto más lo vaya a utilizar, pero me ha dado una visión positiva de los juegos solitarios y recomendaría que lo probaran.