Opinión: El azul es un color cálido

El azul es un color cálido es una novela gráfica que aborda la relación de una mujer que se enamora de otra al cruzarse con ella en la calle.

Escrito por Marcelo Franco

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El azul es un color cálido es una obra escrita e ilustrada por la autora francesa Julie Maroh publicada por primera vez en el 2010. Ella no era ajena al cómic, pese a que este trabajo marca su debut como material impreso y publicado,  con anterioridad se había dedicado al web cómic, una plataforma que ha lanzado una gran cantidad de talentosos artistas en los últimos años.

Maroh es abiertamente lesbiana y sus personajes están construidos en parte con su propia experiencia, lo que le entrega un tono muy personal a la historia. Pero resulta difícil definir la sexualidad de la protagonista, y tampoco es el objetivo de la obra. Sin otorgarle etiquetas, el personaje vive experimentando sensaciones diferentes a las que ella esperaba, pero no por eso se define bajo un concepto.

El cómic es descrito como una novela gráfica, un término usado muy a la ligera en estos días, más que nada para englobar a todo aquello que, sin tener la estructura correcta, cuenta con un formato extenso, con un lomo y muchas veces tapa dura. Sin embargo, esta obra encaja perfectamente con la denominación y, por lo tanto, el uso del término es acertado.

La historia se encuentra centrada en la vida de Clementine y su relación con Emma, una chica con el pelo teñido de azul. Juntas viven un apasionado romance que va creciendo tímidamente. No deja de ser impresionante el realismo que Maroh les impregna a sus personajes, como si ella los conociera de toda la vida o hubiera sido protagonista de la historia.

Las páginas fueron dibujadas con gran detalle, es imposible no sentir la obra como un trabajo personal y es que hay un cariño inmenso en cada viñeta por parte de los lápices que nos transportan a la atmósfera perfecta, entre azules, grises y pasteles. Como un eterno funeral, Emma recorre las páginas de un diario mientras revive momentos de su relación, pero ahora reflejado desde Clementine

Se cuenta la vida del personaje a través de sus diarios, y no podría ser de otra forma, resulta imposible concebir una historia tan personal como esta si no es de la mano de los pensamientos más ocultos que pueda tener una persona. De cómo se cruza con Emma en la calle, para posar sus ojos en ella y quedar atada irrevocablemente a esa sonrisa y al color de su cabello. Ese momento se grabaría en su memoria y el recuerdo reptaría por las noches para unirse junto a ella en una pasión a la que no se iba a oponer. El azul se ha vuelto un color cálido.

Enfrentar esos sentimientos no resultaría fácil. Uno de los temas que aborda la obra es la aceptación por parte de tu entorno social, algo que suele ser complicado incluso para nuestra protagonista. Sin embargo el cómic le da enfoque más íntimo a los sentimientos del personaje y como se desarrolla su incipiente relación, más que centrarse en su circulo cercano.

De esta manera se va adentrando en el tumultuoso romance entre las dos, como lo construyen y van viviendo de manera caótica. Y no podría ser de otra manera, las más grandes pasiones no obedecen a orden ni tampoco a lógica, se desatacan como vendaval que corre en furia a través de las emociones y las personas. No importa el daño, tampoco las consecuencias. La vida se debe vivir y esa máxima es la única que se ha de obedecer.

“Azul tinta, azul azur, azul marino, azul klein, azul cian, azul ultramar…”

Es un verso que se encuentra en las primeras páginas y parece profético, como un índice de las emociones y partes de la vida que corresponden a Clementine y a Emma, porque la vida no es plana, hay en ella diferentes momentos, distintos matices de azul.

El azul es un color cálido es una historia de aprendizaje y descubrimiento. Unas de las  impresiones que deja el cómic es la honestidad con la que relata la historia. Páginas, tintas y una protagonista tan inexperta como la obra, narrada magistralmente por la autora, que no teme decirle al mundo que no sabe nada, porque tampoco teme aprender.

La identidad es un tema frecuente en la adolescencia, se suele olvidar a medida vamos madurando, pero lo cierto es que jamás terminamos de definirnos, porque nuestras vidas no dejan de transcurrir. La obra no tiene miedo de cometer errores, porque sabe que es principiante y que está aprendiendo, mientras hace todo lo que puede por crecer.

Esa manera de conocer la historia la percibe el lector, conocemos a Emma, quien nos presenta a Clementine, a través de sus azulados pensamientos. Su vida cobra sentido más allá de las palabras, en diferentes matices, en una gran mezcla de emociones.

La protagonista se convierte en un reflejo fiel y crudo de lo que es ser joven y tener inseguridades, sentir miedo ante nuevas sensaciones. Con esto, el cómic nos enamora, por ser una historia inexperta, llena de dudas y de aprendizaje en base a errores. Cada página nos lleva por un viaje de sinceridad, mostrándonos, tal cual, se vive el amor y deseo entre dos jóvenes mujeres que se aman, pero que no pueden evitar hacerse daño.