Aspirar una gran bocanada de aire y dejar que el tiempo se detenga junto a este aire que nos asfixia. ¿Qué nos espera a continuación? Un camino tortuoso por seguir con vida.
No quieres pensar en auto inmolarte, deseas seguir con vida y que nadie cambie. Sigues respirando y el aire caliente te trae de vuelta… ¿serás capaz de respirar un día más?, ¿te autoconvencerás que eres tú quién respira? ¿quién camina e interactúa con su vida diariamente?, pero, ¿y si no fuese el caso? ¿si estás muerto y esta inmersión de la cual creemos ser parte no fuese tal? Hubo un error en tu existencia y sigues caminando como si estuvieras ahí.
Somos un error, nuestra vida es solo un reflejo del pasado, de esa luz que viaja sin noción de su propia decadencia.
Cada página te llena de incomodidad, de flores marchitas, que se ven tan hermosas en su abstraída existencia, transformadas por el tiempo, parecieran estar más viva que la clase 3-3. Una clase llena de adolescentes carentes de todo desborde de juventud, continúan ensimismados mientras sortean la implicancia de pertenecer a una clase maldita, a una clase marginada. Quizás son victimarios de la propia maldición que los engulle y, en un acto de sofoco, se liberan para respirar a toda costa, sin importarles las secuelas de sus actos brutales.
“Es culpa tuya Sakakibara ¡es culpa tuya!
Los autores juegan con el olvido y la lenta decadencia que deja las miradas de sus personajes sostenidas en el aire, las maldiciones entran como una peste que corroe, dejando putrefacto todo su entorno, subiendo lentamente por nuestros pies mientras nos mortifica. Un muerto que vive entre todos, que conversa contigo desde que eran pequeños, pero sin saber que el muerto es él, o quizás, el muerto está a tu otro lado… pero, ¿y los recuerdos? ¿Cómo puede estar muerto aquel que por tanto me ha acompañado?
Manga: ANOTHER
Guión: Yukito Ayatsuji
Dibujo: Hiro Kiyohara
Serie de 5 tomos
Primera publicación 2010 en la revista “Young Ice” Japón.
Desde esta premisa se va desarrollando una historia gélida para el alma. Sólo hay una claridad en todo este terrorífico suspenso: el cómo se inició esta aflicción. Hay un punto de partida, el cual todos prefieren desconocer. Mientras las desgracias rodean a toda la clase y sus familiares, solamente te queda continuar atento y esperar a que la opacidad no lo consuma todo.
El dibujo de Kiyohara es de un magnífico nivel, lo fino de sus trazos, el movimiento que les otorga a los personajes, así como la profundidad emocional que se ven reflejados en sus rostros y poses. Toda esto tiene un gran dinamismo y profundidad, el juego de luces que le da a cada página te hace sumergirte en este ataúd abierto a pleno día. El diseño de personajes esta increíblemente bien realizado, creo que esto fue lo primero que me capturó al disfrutar de esta obra de arte con un ritmo pausado y sutiles movimientos.
En contraste con la tensión y aceleración de la historia de Ayatsuji, que te va sumergiendo en una tensión constante, al ser el espectador un testigo del escalabro que va sucediendo, sin tener mayores antecedentes que los mismos personajes, esto nos hace comenzar a elucubrar junto a ellos; ¿Quién será? y no tener ni pisca de idea de cómo combatir esta situación, mientras va insertándose en tu propia cabeza.
“Debes tener cuidado. Puede que ya haya comenzado”
«Ten cuidado«, es una de las frases que rondan esta historia constantemente, llevándote a un estado constante de peligro. En este tiempo se han acumulado los funerales, pero a pesar de esto, seguimos expandiéndonos como una gigante roja, pero, ¿podemos ver nuestra propia expansión? Acaso seríamos capaces de amistarnos con la representación funeraria.
A esta escuela las desgracias los envuelve en un tétrico silencio. Entonces, ¿Cuál es la búsqueda?, ¿a qué estamos aspirando? A nada, solo el mero hecho de existir. Mientras seguimos avanzando sin sobresalir, sin ser visto por aquel que solo nos traerá desgracias, lo evitamos, solo miramos nuestro cuaderno, tratando de no desviar la mirada, de no sobresalir. Es el miedo el que nos hará continuar con vida, el que nos permitirá ser parte de un plan mayor, antes de que se agote toda la energía y sea la gravedad la que nos haga desplomarnos.
“Debes obedecer, todo lo que la clase decida hacer”
P.S les dejo un tema del soundtrack del animé, no es el momento de analizar aquí el anime porque me centré totalmente en el manga, pero es una buena oportunidad para auto ingerir un profundo escalofrío.
Li