Rol y juegos de mesa

Mala Leche: ¿Adaptación o plagio?

El hobbie de los juegos de mesa es un uno con pocos escándalos. Pero pocos no es ninguno, como se pudo ver recientemente en las críticas al arte en la portada del kickstarter de Tiny Epic Dungeons. O, menos recientemente pero más cercanos a nuestra realidad, está el caso de Mala Leche, de la editorial Pasalo Chancho.

Este juego ha tenido controversias por diferentes frentes. De forma más mediática, está el debate respecto a algunas de sus cartas, que contienen frases de humor negro, sexistas o directamente de mal gusto. Menos resonante pero igualmente preocupante es ser un plagio descarado de Cards Against Humanity (CAH en adelante).

Más allá de lo que uno pudo escuchar de terceros: ¿es Mala Leche verdaderamente un plagio, o una mera adaptación? ¿Existe una diferencia? En esta nota se buscará responder estas preguntas de forma definitiva, objetiva e, incluso, legal.

Cómo funciona

Mala Leche es un Party Game (o juego de fiesta) de humor negro para entre 3 y 10 jugadores. Como indica la categoría, es mejor en ambientes de reunión con amigos y con muchas personas participando.

Pertenece a una subcategoría denominada «fill in the blanks«, en la que los jugadores intentan completar una frase. Al ser elegidos la mejor respuesta, según los criterios de cada juego, se obtienen puntos para ganar.

En el caso de Mala Leche, en cada ronda un jugador debe revelar dos cartas con frases incompletas y funcionar como Juez. Los demás jugadores deben utilizar una carta de sus manos para completar una frase. Para aumentar las probabilidades de ser elegido, se puede pagar una «luca» (cada participante inicia con siete) para jugar una segunda carta. Si nada en su mano de 10 cartas le parece lo suficientemente bueno, puede igualmente gastar una «luca» para descartarla y robar una nueva.

Cuando todos hayan jugado, el Juez debe leer las respuestas y elegir la que considere más graciosa como ganadora. También elegirá a la menos chistosa, y quien la haya jugado deberá pagarle una «luca» al ganador. Este también se llevará las «lucas» pagadas esa ronda para jugar cartas extra o robar una nueva mano.

Al final de cada ronda, los jugadores vuelven a robar para reponer su mano, y un nuevo jugador ocupa el lugar de Juez, repitiendo el proceso hasta que termine el juego. Esto se determina cuando un jugador se queda sin «lucas». A diferencia de otros juegos, aquí no hay ganador, tan solo un único perdedor.

La legalidad del asunto

Conviene aclarar que ni Mala Leche o CAH son los primeros juegos de mesa en utilizar la mecánica de «completa la frase», o de que un jugador funcione como juez para otorgar puntos. De hecho, pueden rastrearse los orígenes de CAH a un juego familiar norteamericano llamado Apples to Apples, de 1999.

Es importante también sentar el precedente de que CAH indudablemente fue publicado antes que Mala Leche. El juego chileno vio la luz en 2017, mientras que el norteamericano data del 2011.

Legalmente, los juegos de mesa no pueden patentar las mecánicas que utilizan. Lo que sí es posible patentar es el contenido del juego, es decir, el texto de las cartas o reglas, y el arte. No tiene sentido hablar del arte en ninguno de estos juegos (son prácticamente cartas blancas o negras sin ilustraciones), pero si del texto. Ambos se apoyan totalmente en este para su desarrollo.

Ahora: ¿Cuál es la diferencia entre una adaptación y un plagio? La RAE lo define como «copiar en lo sustancial obras ajenas, dándolas como propias». En un aspecto más legal, se considera un plagio a una infracción del derecho de autor de una obra artística al presentarla (o parte de esta) como propia u original. En resumen, es cuando uno se apropia de contenido de otra obra ya sea de forma total o parcial, literal o parafraseada, sin dar crédito al autor original.

Se diferencia de una adaptación o localización en que estas cuentan con el permiso de los creadores, y se les retribuye o acredita de forma correspondiente.

Phoenix no seas gil

Continuando en el ámbito legal, CAH está registrado con una Licencia Creative Commons, la cual permite copiar, redistribuir, adaptar y transformar sus componentes, siempre y cuando se dé el crédito correspondiente a los propietarios de la licencia, el material modificado se adhiera a la misma licencia del original, y no se haga uso comercial de estos materiales.

¿Es o no es?

Uno puede ver Mala Leche y CAH y a simple vista pensar que indudablemente uno es una copia descarada del otro. Pero, las primeras impresiones pueden ser engañosas. Es por eso que, para redactar esta nota, se realizó una comparación entre ambos juegos para dar un dictamen indiscutible.

La metodología utilizada fue la siguiente: utilizando una copia física de la segunda edición de Mala Leche, se comparó cada carta con la versión de descarga gratuita de CAH (disponible aquí). También se incluyeron las cartas de las expansiones de CAH, pues las mismas ya habían sido lanzadas al público antes de que Mala Leche fuera publicado.

De esta comparación se contabilizaron las cartas del Mala Leche que podrían considerarse plagios. Esto incluye copias literales (como en el ejemplo de la imagen) y parafraseo. En este último caso, se excluyeron cartas que podrían ser asimilables pero no totalmente idénticas. Por ejemplo, «Herpes Vaginal» es similar, pero no exactamente igual a «Mouth Herpes». También se excluyeron cartas que fueron agregadas por fans de manera no oficial y no aparecen en la versión publicada del juego, como «Chuck Norris».

Ni siquiera pudieron pensar una celebridad chilena

Claros ejemplos de paráfrasis pueden encontrarse en la siguiente imagen. Son textos virtualmente idénticos, excepto con algunos cambios para hacerlos culturalmente más adecuados o adaptarlos a los coloquialismos chilenos.

Ejemplo de cambio de lenguaje
Ejemplo de cambio cultural

Entonces, una vez finalizado este estudio, ¿cuál es el resultado?

De un total de 500 cartas jugables (108 de Frases Para Completar y 392 de Conceptos o Acciones), 131 son copias de CAH. Un impresionante 26,2 % del total.

Indudablemente, y ahora sí comprobado fácticamente, una copia descarada.

Síntoma de un problema mayor

Esta situación es tristemente un síntoma de un mal mayor, aunque, por suerte, cada vez menos tolerado.

Antiguamente, dada la dificultad de importación, era más socialmente aceptado que empresas nacionales realizaran copias de juegos extranjeros (otra vez hablo de ti, Gran Capital). Pero hoy en día, gracias a la globalización y los avances de la logística internacional, esto ya no es necesario. Y con la facilidad para compartir información en la internet, tampoco puede «pasar piola».

Otros ejemplos recientes incluyen unos juegos de Condorito, de Oinc Games, que fueron rápidamente identificados como copias poco disimuladas de Spot It y Rhino Hero. La costumbre del plagio está tan arraigada en el país que Ludi Chile, asociación gremial de personas jurídicas dedicadas al rubro de la edición de juegos de mesa, publicó una declaración rechazando este tipo de prácticas.

Opinión final

Como juego, Mala Leche funciona en grupos grandes y ambientes distendidos. Pero sólo si los jugadores tienen presente que el juego tiene mucho humor negro y material controversial o directamente ofensivo.

El problema es que, cuando se conoce el contenido de las cartas, lo que puede conseguirse en dos o tres partidas, pierde mucho de su novedad y gracia. Esto resulta en un muy bajo nivel de rejugabilidad.

Por el lado ético, no puedo recomendar un juego que es una copia descarada de otro. Incluso consulté a un abogado, y Mala Leche no sólo es sin lugar a dudas un plagio, también podría estar sujeto a consecuencias legales. Si CAH quisiera perseguir acciones judiciales, según la ley chilena podrían ser sancionados con reclusión menor en su grado mínimo (61 a 540 días) más una multa de 10 a 1.000 UTM, independientemente de la indemnización por los prejuicios causados.

Entonces, ni por el juego en si, ni por las condiciones de su creación, puedo recomendar este juego. Hay otros party games con mayor rejugabilidad, menor costo y ningún conflicto ético que serían preferibles.

Nerd_Semiorco

Uruguayo, psicólogo, pero por sobre todo friki y feliz de serlo. Game Master, aficionado a los juegos de mesa y adicto a Magic the Gathering. Actualmente leyendo 50 + mangas, no importa cuando veas esto.

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