Los Ex: La escena del grunge chileno

El efímera discografía de Los Ex entrega un dulce sabor de grunge para la música chilena. Una banda trascendental en la escena nacional.

Escrito por FanoPetrikov

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A finales de los 80’ y comienzos de los 90’, desde las profundidades de Seattle surgió el grunge, un género que lograba identificar a las juventudes que no se sintieran parte del pop que dominaba la industria musical y cultural de la época.

Saliendo de la edad del plástico, la comercialización de la música y las dicotomías sociales, el grunge es la respuesta de una juventud asqueada, sin objetivos y con pocas ganas de rebeldía. Desde el norte del planeta aparecían cada vez más bandas con el característico sello de Seattle: Nirvana, Alice in Chains, Pearl Jam, Soundgarden y Blind Melon, todos estos grandes exponentes del género.

Este abarcaba la masificación del pop rock, con influencias punk, noise rock y metal, lo que hacía de su sonido un ideal ruidoso y estrepitoso para quienes lo oían. Pero la esencia del grunge era el desorden, lo bajo perfil y lo under. Es por eso que muchos de sus exponentes se incomodaban tanto con la constante subida al estrellato.

Para Chile, el movimiento del grunge ya instaurado a mediado de los 90’ no era ajeno, y tras la muerte de Cobain en 1994, el llamado último rockstar en morir, la pasión por hacer nueva música e inmiscuirse en estos géneros era cada vez más notoria en Latinoamérica. Había funcionado la nueva ola, el punk, el rock latino y ahora era el turno del grunge.

Caída Libre

Los Ex fueron la representación más pura del grunge en Chile, y a pesar de que otras bandas irrumpieron en la escena nacional respecto al género, como Blu Toi, Mandrácula o Duna, Los Ex ganaron el espacio de reconocimiento a pesar de su fugaz legado.

El cuarteto, formado por Pablo Ugarte en el bajo, Octavio Bascuñán en la batería, Hernán Edwards en la guitarra y Colombina Parra en la voz, irrumpió en 1996 con su disco Caída Libre.

El disco en cuestión tendría tan buena llegada, que prontamente rondaría en cada aparición posible de MTV. La esencia de la música de Los Ex era meramente grunge, desde su apariencia, actitud, las letras y los riff de las guitarras. Un constante llamado de atención, una crítica social con letras que hablaban sobre un feminismo cansado, aburrido y en busca de rebelión.

Así, la banda se fue de gira e forjaron fanaticadas en varios países de Latinoamérica, sobre todo en Perú, donde hasta la actualidad se encuentra una gran cantidad de su público fiel. Por otro lado, en Chile Los Ex tuvieron una trascendencia en la escena under del país; poco se sabía de sus presentaciones, simplemente aparecían y tocaban, para luego irse a otro lugar.

Mantuvieron su constancia relacionada a la filosofía grunge. Para mediados del 97’ se decía que su segundo disco estaba en producción, y según datos, Colombina afirmó que fue grabado, pero jamás vio la luz. No hubo disco nuevo hasta el 2006, diez años después del Caída Libre.

Cocodrila y Pistola de Plástico

Para el entrado 2007, Los Ex lanzaron su segundo disco, Cocodrila, el cual varía en comparación a su primera entrega, pero no pierde en ningún momento la vitalidad característica de Los Ex. Sin previo aviso de esta salida, la banda mantiene su forma de presentarse públicamente de manera sigilosa y en una escena under.

Para el año siguiente, 2008, el grupo lanzó su tercer disco, una entrega doble llamada Pistola de plástico, la cual recibió excelentes opiniones de la crítica, catalogando el disco como una obra casi esquizoide, que cualquier amante de la buena música debe tener.

El paseo de la banda por estos dos discos, entregándonos una música variada que se mantiene en la línea de su propio estilo grunge-punk, con letras oscuras, misteriosas y críticas, hacen de Los Ex un grupo que es necesario poder rescatar y preservar en su obra.

Últimas palabras

El paso de Los Ex por la escena musical chilena es breve y fugaz. A pesar de que nunca se han disuelto como tal, son como la llama que alguna vez Cobain comentó: no se quema, sino que se apaga lentamente.

Pero quiero hacer el rescate de que la trascendencia de este grupo en la música del país es más que importante, no solo porque sintamos que estamos escuchando una versión en español de Sonic Youth o porque cada vez que oímos la voz de la hija del antipoeta podemos sentir la misma vibra que Patti Smith.

También porque la música de Los Ex en general tiene mucho que entregar. Es una banda que habla con total tranquilidad respecto a cómo se percibe la sociedad, contando además con baterías de ritmos pegajosos, la virtuosidad de su guitarrista para dar ambientes necesarios para cada interpretación, y la potencia del bajista para poder mantener a sus canciones estables. Todo esto contribuye a que Los Ex no tengan nada que envidiarle a ninguna banda grunge de la época.

Hace poco tiempo la banda editó y remasterizó sus discos para las entregas de las plataformas virtuales, aunque ya desde hace tiempo están disponibles, pero que se sepa que los Ex son trascendentes, no solo por La Corbata de mi tío, Sacar la Basura o Sácate la cresta, sino que también porque hicieron grunge en uno de los lugares más fríos y alejado del planeta, y con eso lograron conquistar más terrenos que cualquier otra banda hubiese querido.