La Canción de Aquiles: Parte 2

Revisamos nuevamente la segunda parte de la trama de esta novela que ha encantado a muchos lectores: La Canción de Aquiles.

Escrito por Conejo Lector

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Hace un mes atrás revisamos esta novela, el inicio de la historia y cómo Aquiles y Patroclo se conocen, se convierten en hermanos de armas y comienzan a desarrollar sentimientos por el otro. Todo esto narrado desde la perspectiva de Patroclo.

Ahora veremos la evolución e involución de ambos personajes, cómo les afecta, y cómo va avanzando la historia desde que Odiseo encuentra a Aquiles y a Patroclo en Esciros, hasta que culmina en el inevitable final que está escrito por los dioses.

Esta de más decir que esta nota tendrá algunos spoilers de la segunda parte del libro. Si deseas leerlo, sáltate todo lo que viene a continuación.

Ser o no ser un héroe

Una vez que Aquiles es descubierto por Odiseo en Esciros, tanto él como Patroclo deciden asistir a la guerra. Es aquí donde comienzan un montón de problemas morales y acercamientos al destino trágico que todos conocemos.

Como habíamos dicho antes, “los héroes no son felices”. Esta es una frase que Aquiles le dice a Patroclo cuando aún se encontraban con Quirón, el maestro centauro. Los héroes en la antigua Grecia nunca tuvieron un final feliz, y Aquiles le dice a Patroclo que desea ser uno de los pocos que alcance la felicidad.

Sin embargo, esto es difícil de lograr para nuestro protagonista. Tras unirse con Patroclo a la guerra, se anuncia la verdad sobre su profecía: para convertirse en héroe, Aquiles debe matar a Héctor, el mejor guerrero troyano, lo que desencadenaría en su muerte. Y aunque le ha dicho a Patroclo que no desea matar a su futuro contrincante, todo lo que ocurre ayuda a que su destino se vaya cumpliendo a medida que la novela avanza.

La preocupación por este final comienza a afectar al príncipe. Uno de los mejores ejemplos de la decadencia de Aquiles, es en su discusión con Agamenón. Este, por ser obligado a devolver a su prisionera de guerra, una sacerdotisa del templo de Apolo, decide castigar el orgullo del príncipe arrebatando sus trofeos de guerra. Entre ellos, una muchacha llamada Briseida, que más que un trofeo, fue una chica que Aquiles y Patroclo rescataron.

Por esta misma razón, Aquiles decide no volver a la guerra y retirar sus tropas. Sin embargo, su verdadero plan es regresar cuando Briseida haya sido violada por Agamenón, ya que esto sería suficiente motivo para matarle. Es uno de los mayores ejemplos de la decadencia del semidiós dejando de lado la moralidad que lo caracterizaba antes de la guerra.

Aquiles deambula entre lo que es moralmente correcto y el afán de querer ser recordado durante años, mostrándose bastante más humano de lo que podemos recordar en el poema original. Y en cierto sentido, su nobleza comienza a perderse a medida que su orgullo le va afectando. Solo lo detiene por el amor que siente hacia Patroclo.

Pero a su muerte, Aquiles, debido al duelo y a la sed de venganza, deja de sentirse humano como en los primeros capítulos. Llega a tener una involución debido a la pérdida de su ser más querido que no le basta con asesinar a Héctor, sino que lo priva de sepultura digna. Esto provoca la furia de Apolo, cumpliendo su profecía en manos de Paris.  

Patroclo

Y hablando de nuestro protagonista, Patroclo se convierte en una especie de voz de la razón además de ser el amante de Aquiles. Mientras que ambos comienzan a obsesionarse con la profecía, es Patroclo quien guarda las esperanzas de que esta no se cumpla o se retrase, intentando dar calma a su amado.

Sin embargo, esto no quita que Patroclo sea quien más sufre con el cambio que Aquiles tiene debido a su futuro. En un principio logra convencer a Aquiles de dejar la ira atrás, pero a la vez se siente aquella tensión entre ambos debido a la misma guerra y al temor de cumplir el destino de los dioses. En la misma parte que hablamos antes, en donde se muestra la decadencia de Aquiles a nivel moral, se demuestra que Patroclo no ha cambiado sus principios debido a la guerra y a la profecía.

Es Patroclo quien decide intentar salvar a Briseida, una chica a la cual considera una amiga, e incluso llega a traicionar a Aquiles para evitar que le hagan daño. No es que Patroclo haya dejado de amar al semidiós, sino que sabe que su plan es moralmente cuestionable.

“Quiero que seas tú y no un tirano recordado por su crueldad”, es la frase que, durante lo que queda de la novela, ayuda a que Aquiles logre convencerse de evitar la muerte de Agamenón.

Sin embargo, Patroclo no puede salvar a Aquiles por completo. La muerte de nuestro protagonista hace que la ira y la sed de venganza del héroe se intensifiquen aun más. Y convirtiéndose en un espectador de las cosas que van ocurriendo con el príncipe, vemos cómo Aquiles logra la venganza, pero muere en manos de Paris, guiado por Apolo.

El inevitable destino

Patroclo y Aquiles no son los únicos que intentan modificar el destino para obtener el final feliz que ambos desean. Tetis en varias oportunidades también intenta cambiar el destino de su hijo para que no tenga el  fatal final que le han revelado los dioses.

Aunque Patroclo intenta convencerse a sí mismo que la muerte de su amado puede retrasarse un poco, sabe que el destino escrito por las Moiras es inevitable. Lamentablemente esto no es suficiente. Ya que como sabemos, la razón de la muerte de Aquiles es por su regreso a la guerra a causa de la muerte de Patroclo.

Por otra parte, Tetis hace lo mismo, haciendo todo lo posible por evitar la muerte de su hijo. Desde alejarlo de los jóvenes, hasta ocultarle en Esciros, la diosa hizo hasta lo imposible para lograr ganarle a la profecía sobre Aquiles. De mala gana acepta que comparta con otros y su odio hacia el protagonista de la novela es obvio. Puede que su furia hacia Patroclo sea por su mortalidad, o por ser la futura causa de la muerte del joven héroe.

Sea como fuere, esta es una de las cosas que más destaca a la novela. La importancia del destino para la Grecia clásica, y que no importa lo que hagas, este va a terminar cumpliéndose de cualquier forma. No solo lo hemos leído en los famosos cantos de Homero, sino también en las tragedias griegas.

Madeline como escritora y opinión personal

Madeline Miller es una escritora estadounidense, siendo una profesora experta en Ciencias Clásicas, es decir, que se ha dedicado a estudiar civilizaciones antiguas y sus mitologías y religiones.

Es precisamente por esto que La canción de Aquiles tiene un cierto encanto histórico. No es simplemente el romance entre Aquiles y Patroclo y su trágico final, sino que los hechos que transcurren en La Ilíada quedan intactos. Lo cual ayuda a que sepamos quiénes acompañan a los protagonistas.

Además, la novela se siente bastante ligera, a pesar del número de páginas. Si bien algunos escenarios descritos pueden llegar a sentirse abrumadores por la gran cantidad de información y de personajes, no es algo malo. Necesitamos aquellas descripciones para saber cómo y por qué transcurren los hechos según nuestro protagonista, así que no se sienten para nada innecesarios.

Sin embargo, sí hay una crítica que ha sido bastante general según algunos lectores. Y es que algunas cosas se pueden llegar a sentir un poco forzadas para dar la visión que los protagonistas sufren de la discriminación por ser dos hombres que se aman, o que también pueden llegar a forzar la trama para mostrar que Aquiles y Patroclo de verdad eran homosexuales.

Sin embargo, no podemos culpar a Madeline Miller por intentar crear su propia historia con La Ilíada. Muchas veces hemos visto esta misma dinámica en otras novelas. Puede que el formato más conocido sea Wattpad, pero otros libros han hecho lo mismo con diferentes novelas clásicas, y si bien el gusto siempre va a ser del consumidor, hay que reconocer que muchas de estas historias tienen premisas bastante interesantes.

Con Miller ocurre lo mismo. La canción de Aquiles se siente como un libro dinámico, conmovedor y desgarrador, especialmente a partir del punto de vista que estamos leyendo. A pesar de su complejidad no se siente pesado y llega a ser una lectura amena, especialmente si se es un fan de la mitología y literatura griega.