Thimor, la utopía como experiencia ligüística

Manuel Astica viaja desde 1932 a nuestros tiempos para mostrarnos la ciencia ficción como una experiencia lingüística en la utopia de Lemuria

Escrito por VladMIR

Comiqueros.cl » Literatura » Thimor, la utopía como experiencia ligüística

En pleno siglo XXI, la literatura de ciencia ficción y fantasía ha evolucionado a pasos agigantados. En Chile se abren nuevas y diversas editoriales enfocadas en el género, además de decenas de escritores que desean dejar su marca en el ámbito chileno. Eso sin contar las plataformas virtuales en las cuales cientos de aspirantes inundan el internet con ríos de tinta virtual.

Bajo esta tormenta de aspirantes a Julio Verne, la editorial La Pollera publica una novela corta escrita en Chile en el año 1932, el año que nuestros historiadores admiradores de Portales llamaron el periodo de anarquía.

Thimor, considerada la primera novela utópica de Chile, escrita por Manuel Astica Fuentes, es una historia de la búsqueda de la Atlántida, que aquí llamarán Lemuria.

Historia

En 1853, en Valparaíso, saldrá a la mar el barco de 3 palos Burlador, capitaneado por su dueño Luis Enrique Barrera Montano. El barco aparece más de 60 años después, en completo abandono, maltrecho y flotando sin rumbo.

Adentro se encuentra una carta con las crónicas del viaje, fechada el año 23 días de la cuarta Luna, del año 5342 de la civilización Lemuriana, firmada por su capitán con destino a quien la encuentre.

El mundo quedó paralizado por la noticia y la expectación mundial implicó que se formara una comisión especializada en el estudio de los documentos encontrados en el barco.

Después de semanas de estudio y debate, la conclusión fue publicar a todo el mundo los documentos, y cada quien se formara su opinión al respecto. Fue traducido a casi todos los idiomas y publicado por las más importantes editoriales de la época.

La Aventura

Nuestro protagonista comienza su relato describiendo las semillas intelectuales de su aventura, planteando los sueños y esperanzas como un niño que desea ser astronauta, en una época que todavía no existía el viaje espacial.

En una época marcada por la fiebre del oro, miles de aventureros viajaron a California. Luis Enrique Barrera Montano soñaba con una experiencia más sublime: no la fortuna material, deseaba la fama espiritual.

Este sueño se comienza a concretizar en la búsqueda de la Atlántida, la ciudad perdida, el Dorado de los aventureros. Reúne un grupo de amigos con sus mismas aspiraciones, con los que, en diversas discusiones, llegarán a la conclusión de que deben buscar el continente perdido de Lemuria, el otro nombre con el que se le conoce a la mítica civilización.

Prepara su barco, se apera de todo lo necesario, y se despide de su amor, la mujer con la que estaba prometido en matrimonio. Su idealización de la aventura es mayor que la seguridad del amor de hogar.

Una historia de amor

Podría resumirse en que Luis ama a su prometida, pero viaja y conoce a otra de la cual se enamora. Pero el autor diferencia los tipos de amores y el choque que implica para el protagonista.

El amor a su prometida es básicamente el carnal, la desea como se desea a quien será su futura mujer. Dentro de cada viaje que realiza, el pensamiento en su prometida es el guía de regreso.

Al llegar a Lemuria, conocerá a la mujer perfecta, de la cual se obsesionará en todo su ser, su mera imagen inundará sus pensamientos. Pero su amor es el mismo, básicamente carnal. En cambio, ella vive en una sociedad donde no se aman con el cuerpo, se aman con la mente y el espíritu.

Será una incongruencia que ambos se amen de distintas formas, por lo que su amor se verá truncado por la incomprensión de dos culturas muy distintas y con cientos de años de diferencias. Las emociones del protagonista serán desarrolladas sin pudor en el uso del vocabulario, destacando las diferencias emocionales de los personajes. Amar no es lo mismo para todos.

Thimor

Thimor es la ciudad central de Lemuria, el lugar donde nuestros protagonistas descubrirán esta civilización milenaria avanzada en todos los aspectos científicos y sociales.

La organización social es compleja, por lo que nuestros protagonistas estarán constantemente encandilados, aprendiendo todo lo posible a adaptarse.

Dentro de lo que podremos conocer, es que Thimor, en algún momento del pasado, fue igual que nuestra sociedad actual, pero evolucionaron con mucho esfuerzo (y una revolución sangrienta de por medio).

La ciencia ficción como introducción al lenguaje

El libro es una apología a la lengua, una clase de literatura e idioma que fuerza los límites del vocabulario que el promedio de la población maneja. El autor se esmera en escribir con todas las palabras que encuentra en el diccionario, a fin de dejar claro en todo su esplendor las ideas y sentimientos que desea transmitir.

Escrito en el estilo del Romanticismo del siglo XIX, la aventura es una gesta apoteósica, una hazaña de la especie humana, en la cual nuestro protagonista y sus compañeros son heraldos de lo mejor de la civilización.

Pero en su encuentro con la civilización milenaria de Lemuria, nuestros nobles aventureros se sentirán lo más bajo de la barbarie humana, seres de costumbres tribales e ignorantes de la capacidad de nuestra especie de lograr una sociedad perfecta.

El autor

Manuel Astica Fuentes no es muy conocido popularmente, aunque tuvo su momento de fama al ser sindicado como el líder de la Sublevación de la Escuadra de Chile de 1931.

Condenado a cadena perpetua, pasó un año en la cárcel antes de ser amnistiado por la República Socialista de Marmaduke Grove. Ese año que estuvo encerrado, escribió la novela que nos convoca.

Se dedicó al periodismo y escribir ensayos. Nada se puede aportar en este sitio sobre el autor que no se encuentre en Memoria Chilena y en La Pollera. Rescatar que un típico oficial marino clasista se refiere a Manuel Astica como “peligroso espécimen”, “funesto”, “instruido para su clase social” y “comunista con odios”. Más que suficiente para saber que a este autor vale la pena leerlo.

Opinión

Con claras ideas políticas, el autor se esmera en describir y desarrollar la sociedad comunista. El paso evolucionado de una organización que aspira a lo mejor de los humanos sobre las emociones individualistas y egoístas.

El problema no es la aventura en si misma, es el esmero del autor de usar todo el lenguaje disponible para exponer sus ideas, al grado de ser, en algunos momentos, cansador.

En los círculos del snobismo literario, el género de la fantasía y ciencia ficción siempre ha sido menospreciado como rama menor. Con este conocimiento, el autor se encarga de mostrar que una novela de ciencia ficción puede ser más compleja y profunda que las historias de algunos apellidos rimbombantes de la época.

Consideremos que la escribió durante su año en la cárcel, condenado a cadena perpetua, tuvo bastante tiempo para tallar sus conocimientos y esperanzas en el relato.

Conclusión

No es un libro de fácil lectura, por lo que ni pensar en recomendarlo a niños, y los adolescentes modernos la tendrán difícil para entrar en la historia, ya que la narración se enfoca en las ideas y conceptos, no en la aventura.

Pero es un libro que todos deberíamos leer, tanto como joya literaria y por la experiencia lingüística. Es un libro que no se olvida y queda el gusto de faltar más por contar.

Se puede adquirir en la página web de La Pollera, en librerías y en los stand de la editorial en las distintas ferias de libros durante el año.