Graveyard: Un desaparecido cómic chileno

Inspirados por el universo de H.P Lovecraft. Graveyard fue concebido como un cruce de poderes sobrenaturales y seres primigenios.  

Escrito por Nathy V. Contreras

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Graveyard nació en octubre del año 2008 en La última frontera o LUF, una editorial dirigida por María José Barros, quien estuvo a cargo del guión del proyecto junto a Mario Prieto. 

Con Eduardo Bromhbley en los lápices y tintas, junto a los colores de Sebastián Franchini y las portadas de Karla Díaz. La publicación contó con un tiraje de 5.000 ejemplares que circularon a nivel nacional. Propuesta que en su momento aspiraba a traspasar fronteras. 

Inspirados por el universo de H.P Lovecraft. Graveyard fue concebido como un cruce de poderes sobrenaturales, personajes jóvenes dibujados en un estilo familiar al de las grapas norteamericanas con escenarios digitales y seres primigenios que aterran desde el otro lado de los portales.  

Y ya que pasados más de 10 años no se puede considerar spoiler. Vamos a ahondar un poco en las historias de cada uno de los tomos. Así que para todo aquel que quiera iniciar la cruzada de conseguir los fascículos para verlos de primera fuente (suerte con eso) recomiendo que lea únicamente hasta este último párrafo.

La mansión Graveyard

Sir William Walter Graveyard, un inglés excéntrico llega luego de un tormentoso viaje al puerto de Valparaíso con una misión. 

Al formar parte de la Hermandad de Nodens, una congregación dedicada a encubrir las verdaderas fuerzas universales que se despliegan en constante combate, sin que los mortales comunes como nosotros tengan siquiera un ápice de lo que en realidad ocurre. El deber de Graveyard era mantener ocultas las cosas del otro lado del velo.

Pero al caer en cuenta de que Sudamérica era un caldero a punto de explotar, decide reclutar gente con habilidades sobrenaturales que lo ayuden a mantener a raya o eliminar cualquier tipo de amenaza paranormal. Formando a sus propios vigilantes que habitarán la mansión Graveyard. Cual A.I.D.P en el mundo de Hellboy o la mansión X de los famosos mutantes.

Años han pasado desde la muerte de William W. Graveyard y hoy los herederos que habitan su mansión son cinco jóvenes, cada uno con una particularidad especial y temperamentos que los harán chocar constantemente. 

Los herederos

Arturo Jermyn es el líder del grupo, personaje que aparece en la precuela a las grapas en un webcomic publicado en la página oficial (hoy lamentablemente extinta) de LUF titulado: El apellido Jermyn, donde descubriremos el origen del libro que siempre lleva en sus manos, el cual utiliza para desencadenar sus poderes. Con un estilo que dista bastante del elegido finalmente para la primera publicación física.  

El nombre de Arturo hace referencia directa a uno de los cuentos de terror Lovecraftianos de 1920 llamado: Hechos tocantes al difunto Arthur Jermyn y su familia. 

Otros miembros del equipo son Lucrecia, la segunda al mando  y curandera del equipo. Quién conlleva una insana relación con Melchor, la oveja negra del grupo quien en la tercera entrega mostrará lo pusilánime que puede llegar a ser. 

Leontina es la Jean Grey de los herederos, si bien posee un carácter amable y excesivamente ingenuo. Puede ser de gran ayuda en momentos conflictivos gracias a sus poderes telepáticos. Suele ir acompañada de Samuel, otro de los jóvenes dotados con poderes pirokineticos. 

Quien asigna las misiones a los herederos es La Dama Ámbar, personaje del que no logramos descubrir demasiado en las tres publicaciones. 

Los herederos tendrán que enfrentarse esta vez a otros como ellos debido a un gigantesco descuido (¿o no?) de la Universidad de Miskatonic, además de tener que convivir con sus propios enfrentamientos internos. 

La tercera grapa de Graveyard termina con la búsqueda de un portal en donde el universo Lovecraftiano se acerca rápidamente a la trama. Sin embargo la historia quedará en un eterno cliffhanger ya que la editorial LUF pudo concebir únicamente tres tomos en físico y la precuela digital mencionada anteriormente antes de desaparecer. 

Escarbando entre tumbas

La información que circula por internet sobre Graveyard es muy escasa, una que otra entrevista antigua a Maria José Barros. Y peleas de pasillo por reseñas en cuanto al uso del color y los formatos digitales, pero nada que valga la pena mencionar. 

Por lo que sí tienen algo que puedan aportar, por ejemplo algún link a las siete páginas que componen El apellido Jermyn o algún dato de la web que hayan guardado. Porque en ese entonces web y grapas se complementaban mucho. Son bienvenidos a mencionarlo para agregarlo al mundo de Comiqueros y poder compartir otro recuerdo desbloqueado con los lectores. 

En la personal 

Mi primer encuentro con Graveyard fue en la FILSA de estación mapocho el 2008. Me llevé un primer tomo firmado con una chapita de regalo que aún conservo.

Graveyard siempre me dio la sensación que formó parte de esos proyectos lanzados en el tiempo incorrecto o adelantados a su tiempo. Tal vez hoy, estaríamos ante la constante publicación de una saga nacional …o tal vez desperté demasiado positiva. Después de todo elegir el mundo de la autopublicación o las artes y mantenerse a flote es un camino duro de recorrer en este país. 

Siempre quise saber qué pasaba en los siguientes capítulos y pasaron muchos años hasta poder enterarme, al menos hasta cierto punto de lo ocurrido. Gracias a Ktlean quien me prestó sus tres tomos impecablemente guardados y el primero firmado en la misma FILSA a la que asistí, seguro cruzamos caminos sin vernos.