El despertar de los gatos

El despertar de los gatos, de Benard Werber: una catástrofe inevitable vista a través de los ojos de dos gatos adictos al conocimiento.

Escrito por White Usagi

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Hoy vamos a revisar El despertar de los gatos, una obra de ciencia ficción distópica protagonizada por gatos y escrita por el francés Bernard Werber. El primero de una nueva trilogía publicada entre 2016-2019.

La humanidad tiende a repetir los mismos aciertos y errores en cada nueva generación. Ya sea por orgullo, nostalgia o negación, frases como: la música, literatura, cine, arte, de mi época es mejor, la de los jóvenes es pura basura, o el clásico no tienes derecho a criticar, en mis tiempos hacer lo mismo era más difícil, han creado un curioso bucle que la mayoría parece ignorar: nos transformamos en eso que alguna vez juramos combatir; cedemos nuestro lugar a una nueva generación de pensadores críticos y tomamos el lugar antagónico de los que estuvieron antes que nosotros.

Esa parece ser la idea fundamental detrás de El despertar de los gatos, tomar la peor parte de ese ciclo repetitivo y analizarlo a través de criaturas que no pueden hacer más que espectar como nos autodestruimos.

Sobre el escritor

Fotografía de Bernard Werber.

Bernard Werber es un escritor francés nacido en 1961. Luego de estudiar criminología, dedicó los siguientes 10 años al periodismo científico y a escribir pequeños relatos e historietas para fanzines en diferentes idiomas. Es uno de los novelistas más leídos de Francia y considerado autor de culto en varias zonas de Europa. Sus 22 libros han sido traducidos en 30 idiomas y tienen más de 25 millones de copias vendidas.

En su entrevista con Tiramillas:

Intento contar historias sencillas, a través de las cuales transmito conceptos filosóficos, porque todos los seres humanos se plantean preguntas sobre el futuro de nuestra especie. Y yo lo que busco son formas distintas de hablar de la humanidad usando puntos de vista de animales. Cuando escribo yo no me planteo que tengo que escribir bien, lo que me planteo es que tengo que contagiar al lector las ganas de ir pasando páginas. Creo que un buen escritor no se tiene que notar en la novela. El lector no tiene que estar diciendo ‘qué bien escribe’, sino que tiene que estar preguntándose qué le va a pasar al protagonista. Es un poco como los titiriteros. Al titiritero no hay que verle. Me trabajo mucho los personajes. 

Comentario de Bernard Werber para Tiramillas. Entrevista «En la humanidad hay cosas que no tienen lógica».

El despertar de los gatos: ciencia ficción de fórmula clásica

La novela gira en torno a Bastet, una gata joven, orgullosa y altanera que recorre las calles de París en busca de cumplir su más anhelado sueño: comunicarse de forma clara y concisa con otras especies. En su aventura conocerá a Pitágoras, un gato siamés sometido a experimentos y operaciones que no solo le han otorgado una inteligencia y comprensión del mundo superior, sino que también le permite conectarse a internet a través de un puerto USB en su frente.

Bastet, pese a ser obligada a reproducirse con otro gato que no es de su interés, está profundamente enamorada de Pitágoras. El siamés comenzará a darle clases sobre geopolítica, filosofía, historia y ciencias, mientras ambos espectan cómo París sufre de atentados terroristas radicales, protestas, y conflictos armados.

Lo bueno: simple, rápido y directo

Me encanta El despertar de los gatos. Excelente presentación de las ideas. El análisis de temas filosóficos simplificados ayuda a profundizar en las personalidades de los personajes sin caer en lo tedioso ni en lo simplista; se nota que el escritor ha trabajo mucho en mantener un equilibro.

Los personajes evolucionan a medida que la historia avanza, creando la sensación de que el contexto histórico y social en el que viven no es solo decorativo. Pese a que a veces se puede sentir flojo, desde las primeras páginas se deja claro que París está pasando por una época violenta, en ningún momento se crean escenarios estáticos o sin vida.

El ship entre Bastet y Pitágoras me encanta pese a que cae en el cliché del personaje indiferente y misterioso, versus la contraparte orgullosa pero curiosa -en más de una ocasión pensé qué genial que es Pitágoras. La relación entre ambos tarda unos 15 capítulos (de 31) en florecer, tiempo suficiente para explorar las penas y glorias de cada uno sin recurrir al relleno innecesario.

El mundo es cruel, pero está escrito de tal manera que permite situaciones cómicas naturales y acorde a la personalidad de cada personaje.

Lo malo: rompe su propia inmersión (spoilers)

Dejando de lado el aspecto de Pitágoras como un gato súper inteligente con un USB en la cara, los primeros 18 capítulos se sienten reales, justificados y bien trabajados. El ambiente caldeado de París, la exploración personal de Bastet, la forma en que los personajes enfrentan la muerte y la toma de decisiones difíciles, todo está conectado de una forma inmersiva.

Sin embargo, en el momento en que se desata la guerra en París y se dan los primeros indicios del fin del mundo, los gatos protagonistas tienden a hacer cosas que rompen con ese pseudo-realismo. En lo personal, creo que una secuencia de escape o evasión o incluso de provocar algún accidente con una intervención sutil, se hubiese sentido más acorde y satisfactorio que gatos lanzando granadas o luchando uno contra uno versus un soldado armado.

Siendo justos, entiendo que la trilogía apunta a cómo los gatos reemplazan al hombre como especie dominante en un futuro cercano. Pero el libro se enfoca tanto en hacerte experimentar el ahora, que de todas formas te queda ese gusto agridulce al verlos actuar así.