Gargantas desgarradas, aullidos en plenilunio, balas de plata, ojos centelleantes que acechan la oscuridad y monstruosas huellas dejadas en charcos de sangre, son lo que conforma, tomando como base la licantropía clásica popular, El ciclo del hombre lobo escrito por Stephen King
Nacida como una idea para ser publicada en un calendario de doce historias cortas, finalmente, El Ciclo del Hombre Lobo fue transformado en una novela. Debido a que la pluma del autor sobrepasó el límite para poder encadenar en tan solo doce pequeñas secciones, a la temible criatura que acaba de soltar en sus páginas.
Aullidos en la noche
Cuando la luna llena brille sobre el tranquilo pueblo de Tarker ‘s Mills, se desatará una cruenta masacre durante todo un año, donde la Bestia, como le han apodado los lugareños, acechará en la oscuridad comenzando a cazar a sus habitantes con cada mes que pase.
¿Será un sicópata que llegó al pueblo? ¿Un vagabundo loco que se esconde en los bosques? ¿Alguien con doble personalidad que deja salir lo peor de sí cuando la luna está en su apogeo? ¿O acaso los cuentos de los niños en la escuela son más ciertos de los que nos gustaría creer?
Las teorías son variadas, la policía está perpleja y baila tango con estupidez al no prestar atención a lo evidente.
El terror empezó en enero…
Los capítulos del libro están literalmente diseccionados en meses y cada estación nos traerá una pincelada sobre algún ciudadano de Tarker’s Mills. Un atisbo de su vida simple y algún deseo o recuerdo guardado en sus mentes. Luego, la noche llega y el horror no se hace esperar.
Dada la mención de su creación original, cada mes podría ser fácilmente un cuento apartado de otro, en vez de poder considerarse como una novela completa.
Las descripciones son detalladas y descarnadas, así que no espere sutilezas cuando sienta que en lo profundo del bosque algo pareciera haberse movido.
La edición está ilustrada en blanco y negro por Bernie Wrighston al inicio y al final de cada capítulo. En las páginas centrales del libro existen notables ilustraciones a todo color. Es recomendable ojearlas luego de terminar el libro, ya que contienen algunas escenas del final y puedes spoilearte sin querer.
En cuanto a los ciclos lunares, el mismo King en el epílogo menciona la libertad creativa que se tomó para poder hacer aparecer la luna llena durante las fechas más memorables.
A esos lectores que podrían pensar que me había equivocado o que era un ignorante en esta especialidad, les aseguro que no es así…, pero la tentación era demasiado grande para no caer en ella.
Stephen King – 4 de Agosto 1983
El Ciclo del Hombre Lobo es una lectura fluida y se puede devorar sin problemas en tan solo un día.
Al mismo tiempo, debido a su fugacidad, no se detiene en mayor profundidad en el desarrollo de los personajes de Tarker’s Mills. Enfocándose principalmente en las escenas de acción y masacre, por lo que nunca se genera una verdadera conexión con el lector o demasiada empatía cuando a los personajes les llega la hora. Sobre todo dado el exceso de personas atacadas.
Habrá mutilaciones y rugidos desde enero hasta el frío diciembre en el pequeño pueblo de Maine.
En la personal
El ciclo del hombre lobo es muy fácil de leer porque casi ni se detiene a respirar.
Se sintió como saltarse las partes “cabezonas” de una película para llegar directamente a la acción.
Extrañé el acostumbrado conflicto interno del hombre y la criatura. Se resuelve con mucha rapidez, o con mucha arrogancia en este caso, y no alcancé a conectarme con ningún personaje en particular. Ni siquiera con el hombre lobo que es lo que casi siempre me pasa. Tampoco da tiempo de encariñarse con ningún residente, ya que la Bestia, ataca de inmediato.
Me gustaron mucho las ilustraciones, pero sí me saboteé el final sin quererlo al darles un vistazo y me encantó la descripción de la pesadilla en mayo.
Honestamente no hay demasiada profundidad, pero si tiene sed de sangre, le aseguro que el libro la sacia a cabalidad. Sobre todo cuando nuestra mente anhela que ojalá a ese personaje desagradable y déspota, el hombre lobo lo encuentre pronto y acabe con él de la forma más terrible posible.
Después de todo, la criatura representa esa sensación y deseo de bestialidad en nosotros mismos. En donde el “se lo merecía” pasa al menos un par de veces por la cabeza.