Chile arqueológico: un cómic de divulgación científica

Arcano IV rescata Chile arqueológico, cómic que divulga la labor arqueológica en Chile mostrando diez hallazgos sorprendentes

Escrito por Chile en viñetas

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¿El arte es un medio o un fin? Si consideramos los cómics como arte, esta es una pregunta que debe hacerse. El lenguaje del cómic puede ser un medio para expresar algo o puede tener valor por sí mismo, independiente del mensaje que incorpore. Chile arqueológico, de Rodrigo Riveros, opta por usarlo como medio.

Originalmente publicado en 2012 y sumamente alabado por la comunidad arqueológica, entra de nuevo en circulación en 2019, de la mano de Arcano IV. Con el apoyo del Departamento de Antropología de la Universidad de Chile, de la Sociedad Chilena de Arqueología y el Colegio de Arqueólogos de Chile, viene a cubrir el rol de divulgación científica que deberían tener todas las ciencias.

Chile arqueológico

El prólogo a cargo de Victoria Castro, arqueóloga, da paso a una explicación para inexpertos de qué es la arqueología y cuáles son sus mecanismos. Luego entra de lleno en diez hallazgos arqueológicos que han ocurrido en Chile, los que se revisarán a continuación:

Monte Verde y los primeros americanos. Comienza con el descubrimiento de un hueso de un gonfoterio (animal extinto similar al elefante) por parte de unos campesinos. Con ese hallazgo, terminan descubriendo restos arqueológicos de 14000 años de antigüedad, los que permitieron descubrir la alimentación diversificada de los antiguos americanos. También permiten encontrar pruebas del sedentarismo de éstos y establecer teorías respecto a su llegada a América

Momias de Chinchorro en el sitio Morro-1. Mediante excavaciones para construir un estacionamiento a los pies del Morro de Arica, se encontraron con un sitio que tenía una gran cantidad de momias chinchorro. Éstas les permitieron establecer conclusiones respecto al proceso de momificación, a características físicas de la cultura chinchorro y a su vez sus comportamientos. También se aborda a la cultura huentelauquén.

El alero de San Pedro Viejo de Pichasca. Se presentan evidencias de los primeros cazadores recolectores de esta región cercana a Ovalle, con sus herramientas, pinturas rupestres y elementos cotidianos. Se aborda igualmente la relación que tuvieron con los huentelauquén y su gran organización.

Tulán 54 y las primeras sociedades aldeanas. Con el establecimiento de la ganadería para transporte de grandes cargas, se dan evidencia de las primeras aldeas, mediante el estudio de un sitio cercano a Antofagasta, que permite investigar en torno al proceso gradual de pasar de ser cazadores recolectores a aldeanos.

Antiguos habitantes de Santiago en el sitio El Mercurio. Durante unas excavaciones para construir el nuevo edificio de El Mercurio se encontraron restos de antiguos habitantes pertenecientes al grupo cultural Llolleo, que se ubicaban en Santiago y el litoral central. Con el descubrimiento de un cementerio, pudieron derivar distintas cosas en base a cómo enterraban a sus muertos.

Cementerio de Solcor 3. – En San Pedro se hallaron tumbas que evidenciaban artefactos de Tiwanaku, cuyo desarrollo principalmente fue en el altiplano boliviano. Estos hallazgos llevan a investigar la presencia de tiwanakotas en el sector, para determinar que los motivos eran principalmente comerciales y de apoyo mutuo, por sobre una invasión violenta.

La aldea de Camiña 1 y la sociedad Pica-Tarapacá. En el sector de Tarapacá habitaba la cultura Pica-Tarapacá, quienes, a diferencia de otras culturas del sector, no deben su avance al intercambio armonioso con pueblos del altiplano, sino que a poblados anteriores que debieron desplazarse por el territorio y dependieron de la agricultura

El sitio arqueológico km. 0 – Enlace cajón. Durante la creación de un by pass a Temuco, un arqueólogo encendió las alarmas al ver restos de algo que parecía ser una vasija, la que se descubre pertenecía a grupos del Vergel, que habitaron la Araucanía en los X al XVII. Debido a que los hallazgos no fueron suficientes, recurrieron a mapuches descendientes de Vergel para obtener más información.

El inka en el cerro La Cruz. La presencia Inca en lo que hoy llamamos Chile se pensó que era mediante la violencia, una conquista que para mantenerla el inka y sus huestes debían someter a la población. Hallazgos en la zona del río Aconcagua dan cuenta que esto no es tan así y que en realidad mediante medios propagandísticos, como dar regalos a los habitantes, el inka logró dominar la zona sin necesidad de recurrir a la violencia.

En busca del naufragio de la H.M.S. Wager. – En 1740 una flota naval sale de Inglaterra, entre los que estaba la fragata H.M.S. Wager. Al llegar a lo que hoy es el sur de Chile, se separa del resto del grupo y naufraga, para que luego el capitán sufra de un motín. Arqueólogos han buscado el lugar del naufragio sin éxito, aunque todo parece indicar que están cada vez más cerca.

Finaliza el cómic resaltando la importancia del patrimonio arqueológico terrestre y submarino, evidenciando sus principales peligros y qué hacer si se ve que se está incumpliendo la ley.

Aspectos técnicos

El guion utilizado en el cómic explica de manera simple y clara cada uno de los hallazgos. Se da información especializada de forma amena, para que todos puedan entenderlo, tanto adultos como niños. Además de esto, se incorporan bromas dentro del relato, con diálogos de los personajes que aparecen y que suelen ser culturas antiguas o animales, lo que cumple el rol de bajar el exceso de información que se presenta.

Justamente ese exceso es uno de los puntos en contra, ya que la narración está plagada de información que en ocasiones abruma, al tener demasiado texto para ser un cómic (y sí, los cómics norteamericanos antiguos también lo tenían, pero no con múltiple información a procesar). En este sentido, si bien los chistes amenizan la lectura, también hacen que esté aún más sobrecargado de textos.

El dibujo es ambivalente, ya que cuando se trata de presentar los hallazgos, lo hace con gran detalle, representando muy bien aquello que uno no está acostumbrado a ver, como huesos, vasijas, elementos, etc., pero cuando se trata de las personas, el dibujo es muy simple y más bien genérico. Esto se entiende en cierto punto ya que lo que tiene más detalle es justamente a lo que se le da más importancia.

Palabras finales

Estamos ante una obra de divulgación científica que cumple con su cometido. Permite generar cercanía a la arqueología y mostrar algunos hallazgos importantes que probablemente muchos desconozcan. Para hacerlo, usa como excusa el formato del cómic, el cual pasa totalmente a segundo plano.

En cierta medida, más que un cómic es información acompañada de dibujos. No sigue la lógica de la historieta ni responde a su lenguaje. Se entienden las alabanzas de arqueólogos y antropólogos a la obra, ya que dentro de su área de experiencia es un gran aporte a nivel social. A pesar de esto, para un amante del cómic, uno se queda más con lo educativo que con lo artístico.