El reestreno de Harry Potter y el valor de la experiencia cinematográfica

20 Años de magia vuelven a la pantalla grande alrededor del mundo. Lo que Harry Potter nos muestra en la actualidad

Escrito por Nicolás

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Hace dos décadas (qué rápido pasa el tiempo), allá por el lejano 2001, se estrenó por primera vez la adaptación cinematográfica de una de las novelas más famosas del siglo. Harry Potter y la Piedra Filosofal se encuentra en su 20° aniversario y, a modo de celebración, una multitud de cadenas de cine y distribuidoras alrededor del mundo hoy exhiben nuevamente el inicio de toda esta saga.

La versión audiovisual de Harry Potter nunca ha sido recordada por su calidad argumental o su fantástico guion. Quizás su méritos radican en la labor de producción, en su diseño o en su banda sonora. Por lo tanto, verla hoy en cines, luego de 20 años, resulta una grata sorpresa.

Años de maratones en TNT

La experiencia cinematográfica es un deleite. El visionado de una película en el cine es un placer. El privilegio de poder ver una obra, en el medio específico para la cual fue concebida, hace que esta misma adquiera un valor especial. Aún sin ser una obra trascendental, que haya permeado totalmente en la cultura pop (en comparación a otras) o que haya definido todo un género, Harry Potter y La Piedra Filosofal impresionantemente crece bastante en la pantalla grande.

¿De que han sido estos veinte años? Encontrarla ocasionalmente en el cable, en Warner Channel o con su ya clásica maratón en TNT. Un domingo palomitero con el streaming de confianza. De ver nacer, crecer y permanecer a otras sagas mucho más grandes que Harry Potter. De acostumbrar el ojo a grandilocuentes y eternas producciones. 

Contemplar una obra con un diseño de producción tan particular en pantalla grande, con una de las últimas bandas sonoras icónicas en un sistema de sonido a la altura… es a lo menos una experiencia. Una incomparable al smartphone e incluso al televisor. Una que hace apreciar el lenguaje cinematográfico y la dirección de Chris Columbus, apreciar la traducción y conversión del formato de la literatura al cine. Todo esto sin pertenecer al grupo de las grandes obras o historias contemporáneas.

Experiencia Colectiva

No pertenecer al “canon” de las grandes obras por supuesto que no quiere decir que no exista la fiel fanaticada de Harry Potter. Es grato encontrarse con una sala “llena” (en tiempos de COVID) de personas que sienten un profundo cariño y respeto por aquello que están viendo. Que la frases puedan ser coreadas por la audiencia, momentos puedan ser aplaudidos y que se genere esa vibra colectiva tan necesaria en el histórico momento que vivimos.

Más allá de la saga de Harry Potter, son estos momentos los que recuerdan lo mucho que amamos el acto de ver una pantalla y sentir emociones. Ser tocados de alguna manera por lo propuesto en frente de nosotros. Y también los que nos hacen reflexionar sobre los estrenos en Streaming… Qué ganas de volver a ver nuestra película favorita en el cine. Porque si es Harry Potter quién provoca esto, no puedo esperar al siguiente reestreno.

Resulta satisfactorio revisionar cualquier película en su medio. Y en este caso particular, se siente incluso fresco. Con la presente saturación de un género en específico y constantes intentos de volver todo franquicia, este “viaje al pasado” (que tan al pasado no es) se siente como un descanso. Volver a la experimentación con CGI, al efecto práctico, a la historia clásica y simple pero por sobre todo al comienzo de una de las “primeras franquicias modernas”. 

El reestreno de  Harry Potter y la Piedra Filosofal es una muestra de cuándo y cómo el medio empezó a transformarse en lo que hoy es norma. Nunca sobrará aquella reflexión en la audiencia y mucho menos en la crítica. Hasta ahora, dentro de los estrenos del año y fuera de todo lo que podría haber pensado, éste resultó ser uno de los que más pude disfrutar en cines.