Comparación de Los Tesoros del Rey Pirata primera y segunda edición

Recientemente, en preparación al lanzamiento de la segunda edición de Los Tesoros del Rey Pirata, de la editorial Ludoismo y Devir, se escribió en este mismo sitio una reseña de su primera edición. El juego, de los chilenos Pablo Céspedes y Víctor Hugo Cisternas, obtuvo buenos comentarios de la crítica y el público, pero siempre hay espacio de mejora. Es por esto que ahora se explorarán las diferencias y similitudes entre ambas versiones, haciendo una comparación detallada de todos sus elementos.

La metodología usada es simple: se mostrarán punto por punto los componentes de los juegos, comentando las diferencias, y se dará un punto a quien sea evaluado como «superior». Al final de la nota, quien tenga más puntos es el ganador. Téngase presente de todas formas que las opiniones son siempre subjetivas, y el lector puede pensar diferente a lo aquí expuesto.

Sin más preámbulo, vamos a la comparación.

Caja

La caja de la segunda edición es más grande a la original, lo que a muchos puede resultarles más inconveniente, pero hay que reconocer que era inevitable. Con el cambio que se hizo al tablero era imposible mantener el tamaño de la caja.

Más allá del tamaño, el acabado de la caja en sí es superior en la nueva versión. Como se puede apreciar en las fotos, la falta de laminado en la primera edición facilita el deterioro y la aparición de marcas por el roce.

Pero lo que decide el punto en este caso es el inserto de la nueva edición. Un excelente añadido, no presente en la primera versión del juego, que permite guardar los componentes de forma cómoda y ordenada, disminuyendo el movimiento de las piezas dentro de la caja.

Primer punto para la Segunda Edición.

Tablero

El tablero de la segunda edición fue incrementado de tamaño, y el arte fue actualizado junto con el resto de los componentes. Las islas ahora tienen una mayor correlación entre su nombre y su representación visual.

Otro añadido es que ahora el reverso del tablero tiene el logo del juego. Bonito, pero no muy relevante.

Honestamente, no siento que el tablero necesitara ser agrandado, su tamaño inicial funcionaba bien, y en este caso prefiero también el estilo del original, ya que parece más un mapa que el de la segunda edición.

Punto para el original, que empata el marcador.

Componentes

Al igual que la caja y el tablero, los nuevos componentes también han recibido un upgrade en términos de tamaño. siendo más grandes que los originales.

Pero a diferencia del tablero, aquí que sean más grandes tiene un poco más de sentido. Al hacer los barcos más grandes se les pudieron añadir más detalles, pareciendo ahora verdaderos galeones pirata. Y las fichas tienen el tamaño y apariencia de monedas, mucho más temáticas que las anteriores.

Punto para la segunda edición, que va ganando 2 a 1.

Cartas

Este es probablemente el apartado más complejo de juzgar, porque depende únicamente de las preferencias estéticas de cada uno, y eso es algo muy personal.

Hablando desde mis preferencias, es un poco difícil decidir. El nuevo estilo es más infantil y colorido, mientras que el original era oscuro y apuntaba a una estética antigua o de época.

En algunos aspectos, cómo las cartas de Evento y Equipo, prefiero la versión original, pero en otros, como las Cartas de Capitán o Isla/Tesoro, siento que la segunda edición hace un mejor trabajo de facilitar el juego mediante sus elementos visuales.

Temo que no me queda más opción que tomar la salida del cobarde y declarar un empate y dar un punto a cada uno. 3 a 2 para la nueva edición.

Manual y Reglas

El cambio que no se puede observar a simple vista, pero diría que es el más importante, el que define si una segunda edición es o no relevante. Los cambios estéticos y de calidad están bien, pero si no se hace una mejora a las reglas, entonces sólo es el mismo juego con otra presentación, son las mejoras mecánicas las que justifican el relanzamiento de un juego.

El nuevo manual está redactado y ordenado de forma más clara que el original, y hace algunos ajustes menores que facilitan la comprensión y avance del juego, específicamente en lo que refiere a las cartas de Equipo y de Motín.

Pero además hace cambios a las reglas que mejoran el juego, reconociendo y tratando de resolver algunos de los puntos problemáticos de la versión original. Por ejemplo, ahora sólo se utilizan 3 de las 5 cartas de Evento durante cada partida, lo que acelera el final del juego.

También se añade una mecánica, las cartas de Maniobra Intrépida, que permiten sorprender a un rival confiado y añade más dinamismo a los combates.

Todos los cambios introducidos se sienten como mejoras para el juego, por lo que el punto sólo puede ir para la nueva versión. 4 a 2 y perfilando una victoria.

Economía de elementos

La última categoría en la que se compara a los juegos es la de los elementos faltantes. Como se dijo en el punto anterior, la segunda edición tiene una mecánica nueva, lo que significa un añadido al juego. ¿A costa de qué se logró este cambio? ¿Qué se perdió?

Honestamente, nada importante. Dos cartas que se utilizaban para marcar el final de los mazos de Tesoros y Cartas, que en realidad no afectan el juego. Dos cartas de Canto de Sirenas, que sólo servían para tener un Valor de Dado 1, lo cual es bastante malo, y se recortaron probablemente en favor de la nueva mecánica, mucho más útil que una carta cuya única función es ser peor que todas las demás. Y dos cartas de Evento para personalizar.

Estas últimas probablemente sean lo único que podrían llamarse una pérdida, ya que el componente de personalización pudo ser atractivo para algunas personas, pero no creo que sea tan terrible.

No voy a otorgar puntos por esto, por lo que el puntaje final es 4 a 2 con victoria de la segunda edición. Un upgrade no sólo visual y de calidad de los componentes, también en la jugabilidad, por lo que está totalmente recomendado tanto para quienes disfrutaron del original como para quienes no conozcan el juego.

Pero no aún me molesta que haya un Puntaje de Dado de 7 en una ilustración de un dado de 6 caras.