Billy Elliot: una historia más allá de la perseverancia

La película Billy Elliot aborda el apoyo de la familia, la dura vida de los mineros, y la perseverancia para lograr los sueños.

Escrito por Conejo Lector

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Siempre se nos dice que la perseverancia es el camino para ir por nuestros sueños, y en parte tienen razón. Sin el esfuerzo detrás de nuestro trabajo, sería imposible que muchos pudieran cumplir sus metas.

Sin embargo, esto a veces no es suficiente. Muchas veces también se requiere de algo más allá que solo hacer un esfuerzo. Quizás por la mentalidad de la familia, el contexto social, los diversos problemas que se pueden afrontar, pueden provocar que una persona entre en una encrucijada. Ya sea dejando sus sueños de lado o persiguiéndolos, independiente del camino.

Este es el caso de la película Billy Elliot, del año 2000, que trata sobre un niño y su meta de convertirse en bailarín profesional, pero que su situación es bastante difícil. Por una parte, su familia que no acepta el ballet como disciplina para un chico y, por otra, vive un contexto complejo: la huelga de los mineros de carbón de 1984, una crisis histórica en Inglaterra.

¿Pasatiempo o vocación?

Nuestro protagonista es Billy Elliot, un niño de unos once u doce años. Su padre y hermano son mineros de carbón en un pequeño pueblo de Inglaterra durante 1984 y 1985, años en los que ocurría la gran huelga de los mineros de carbón, por lo que éstos se encuentran en huelga junto al resto de los trabajadores.

Su padre decidió que Billy fuera a clases de boxeo, ya que esto le permitiría defenderse, y además lo consideraba como un deporte para niños. Sin embargo, en las primeras clases, el chico no logra sentirse cómodo. Le pegan demasiado y no puede derribar a sus contrincantes, lo que le desmotiva a seguir.

Es cuando en el gimnasio en donde se daban las clases de boxeo, llega un grupo de niñas pequeñas con una maestra de ballet, la cual pacientemente espera que remuevan el equipo de boxeo para poder impartir sus clases de danza.

Billy, a quien el entrenador había dejado castigado dándole golpes a un saco de boxeo, comienza a mirar a la maestra e imita sus indicaciones. En ese momento la sra. Wilkinson (la maestra de ballet) no solo le invita a la clase sino que descubre su potencial, dándose cuenta que, con el entrenamiento adecuado y dedicación, podría llegar a ser un gran bailarín.

Es entonces cuando Billy tiene que luchar contra el prejuicio que su padre y su hermano tienen sobre la danza, ya que ellos creen que el ballet es solo para niñas, y que si su hijo baila, significa que es homosexual.

Perseverancia, prejuicios y “masculinidad”

Siempre se habla de que la perseverancia y la dedicación de Billy fue lo que hizo que pudiera cumplir sus sueños. Pero la verdad es que va mucho más allá de eso. La época, el hecho que a muchos bailarines se les tachara de homosexuales simplemente por bailar y la discriminación que se tenía antes por esta disciplina, eran muy grandes.

Entonces, ¿qué fue lo que hizo que Billy alcanzara su sueño?

Para empezar, hay un cambio en la mentalidad del protagonista que sí tiene que ver con la perseverancia y la dedicación. Billy era un niño que, por lo que podíamos ver en un principio, no intentaba seguir con las cosas si no salía a la primera. Por lo que la dedicación que comienza a inculcarle su maestra es crucial. Y mucho más cuando es él quien decide ir a las audiciones y esforzarse.

No solo comienza a practicar en clases a escondidas se su padre, cuando este le tiene prohibido acercarse al gimnasio, sino que lo vemos practicar en casa o en la calle. Algo que muchos bailarines hacen para poder dominar las diferentes técnicas que están aprendiendo. La disciplina es crucial en la vida de un bailarín, por lo que constantemente están practicando.

La segunda ayuda se ve en su maestra. La sra. Wilkinson es quien le ayuda a seguir practicando y a adelantarlo en los distintos movimientos y pasos de ballet. Enseñándole las posturas y posiciones correctas.

Ella se enfrenta a la familia de Billy para apoyarlo y para que pueda dar la audición en el Royal Ballet School en Londres. Y a pesar de saber que no puede cambiar la opinión de la familia, decide darle clases gratis para que así pueda cumplir su sueño.

La tercera es el cambio de mentalidad de la familia de Billy. Jackie, su padre, descubre a su hijo en las clases de ballet, después de que el ex entrenador comentara que no había visto al chico en semanas. Es quien más le discrimina en un principio, diciéndole que el ballet es solo para niñas y dejándole en claro que no sea “marica”.

No es hasta que lo ve bailar que se da cuenta del potencial que tiene, y comienza a tener esperanza de que no tendrá el mismo destino que él y su hijo mayor. Es decir, el ser mineros como algo heredado, con una mala calidad de trabajo.

Tony también discrimina a su hermano cuando se entera que va a dar la audición. Lo obliga a bailar en la mesa como si fuera un espectáculo y tachándolo de homosexual porque baila ballet, aun sabiendo que tiene la oportunidad de dedicarse a esta disciplina. Y hasta que no lo espía por la ventana no se da cuenta de su error al presionarlo de esa manera.

Y por último, tenemos el apoyo del pueblo. Los cuales al ver a la familia Elliot haciendo todo para que el chico pueda ir a Londres, ayudan en lo posible para conseguir el dinero para los pasajes. Esto puede llegar a ser una representación del cambio de mentalidad a nivel social que generó el protagonista en ellos.

Una de las frases más significativas de la película se da cuando el mejor amigo de Billy, Michael, le da a entender que él es homosexual dándole un beso en la mejilla. Billy le responde que no porque le guste bailar significa que sea gay.

La realidad de los mineros de carbón

A pesar de que la película ambienta muy bien la época, es importante un poco de contexto histórico respecto a esta. Especialmente porque no se nos dice cómo se originó la huelga y el porqué gran parte de los obreros estaban en ella.

En marzo de 1984, el Consejo Nacional para el Carbón cerró 20 minas en Gran Bretaña, lo que provocó que hubieran 20.000 personas desempleadas. El 12 de marzo del mismo año, La Unión Nacional de Mineros llamó a huelga a todos los trabajadores y fueron liderados por Arthur Scargill.

La película inicia con los obreros ya en huelga y con la violencia que implicaban las protestas. Por un lado, tenemos la violencia policial, la cual vive Tony, el hermano de Billy, quien provoca a los policías y lo persiguen hasta dar con él, propinándole golpes aun estando en el suelo indefenso.

Por otra parte, se encuentra la violencia de los huelguistas a aquellos que volvían a trabajar o que no se habían unido a la causa. Esta parte histórica se ve bastante más a detalle, e incluso la familia del protagonista lo vive, siendo una de las escenas cruciales de la historia, y la que define a Jackie como padre.

En varias ocasiones se ve cómo él y su hijo mayor tratan a aquellos que regresan a la mina, tratándolos de traidores, sin comprender el porque han decidido regresar. Cuando la verdad es que se le estaba brindando ayuda económica (por parte de algunos partidos opositores a la huelga) a aquellos que regresaban al trabajo, mientras que el gobierno ejercía una ley de 1980 en donde se negaban a prestar ayuda a huelguistas o a sus familias que dependían de ellos.

Tanto Tony como Jackie, viven la huelga todos los días y no es hasta que se enteran de que Billie baila que comienzan a colocar sus intereses políticos de lado. Actuando como deben ser: un buen hermano y padre preocupados por el menor de la familia.

Conclusión

A pesar de todo el esfuerzo de Billy, no hubiera podido cumplir su sueño si no hubiese sido por un montón de personas a su alrededor que le dieron apoyo, incluso en un momento de crisis social.

Billy Elliot no es solo una película de perseverancia. Trata también de un contexto social que marcó a Inglaterra, y sobre el esfuerzo de muchas personas que apoyaron al protagonista en su viaje. En la discriminación que se tenía (y aún se tiene) a los bailarines del sexo masculino y al cambio de mentalidad que se requiere para que la danza deje de ser un pasatiempo y se convierta en una profesión.