Una revisión a Thor y la mujer águila; una de las últimas entregas de Félix Vega.

El uso y la últimamente constante explotación a la mitología nórdica nos ha dejado historias que dentro de la ficción han sido más que entretenidas e interesantes.

Desde las novelas actuales que abarcan los contextos históricos como recurso, las series de Netflix inspiradas en las batallas y héroes vikingos, así como el mismísimo Thor de Marvel, nos han entregado horas de diversión, cultura y ficción.

Observando esta arista, es que el artista chileno Félix Vega nos trae una nueva entrega de su maravilloso trabajo, con una historia nórdica para la ocasión y un arte que no decepciona. De la mano de Planeta Cómic se ha lanzado: Thor y la mujer águila.

Sinopsis y análisis

La historia nos pone en un contexto nórdico con inicios de la intervención cristiana en el norte de Europa, junto con ello el comienzo de ver el politeísmo como una actitud pagana. Es así como el destino elige a nuestra protagonista, para ser víctima del contexto y también para ser el puente entre el mundo de los cristianos, los paganos y el mismo Asgard.

La trama es rápida, eso se puede notar en la velocidad en la que se consume el producto. Pero como todos los trabajos de Vega, se necesita un repaso constante por las páginas o incluso, una relectura pero esta vez no al diálogo si no que al arte.

Antes de ir a eso, haré una apreciación personal; la historia tiene un buen ritmo pero le falta consistencia; eso puede apreciarse en la simplicidad (pero no menos majestuosa) intervención del dios Thor en cada sección. Junto con ello, el destino de la protagonista se relata de una manera simple que no da tiempo para cuestionamientos ni dudas pero que deja con gusto a poco.

Aún así, e independiente de que la trama solo nos deje la sensación de que leímos un cuento y nada más que rescatar de ahí, si se puede agradecer bastante la profundización de la catarsis social relacionada a los momentos históricos en los que se inspira la novela gráfica y la explicites con la que los presentan, como los intentos de violación, típicas conductas religiosas.

Independiente de ello, el trasfondo nos entrega aún así, una constante empatía con los personajes que se enfrentan a las catarsis colectivas y el motivo emocional de Thor para darle protección a esta elegida. Estos enfrentamientos se traducen en el miedo a lo desconocido, debido al destino mismo de la mujer águila, quien no solo trae premonición ni presagio, sino que también algo tan grande como una nueva forma de ver la cultura.

Saliendo ya de ahí, lo que no decepciona es el trabajo que Vega hace a nivel de ilustración. Con un sello único y algunas inspiraciones que buscan acercar al realismo más propio del autor los aspectos de las divinidades nórdicas, nos entrega una obra pulcra en niveles artísticos respecto a la caracterización de ambientes, el diseño de personajes, paisajismo y también los simbolismos a través de la imagen.

Es este quizá el mayor fuerte de la obra, que adolece de su trama pero se cubre bastante bien con su hemisferio ilustrativo. Además, como valor estético agregado, la presentación de planeta es en tapa dura y con un tamaño que permite una mejor apreciación del arte.

Últimas palabras

En lo personal Thor y la mujer águila no llegan a la calidad de Duam pero aún así consiguen para los amantes de los comics y la historia nórdica, dar un trabajo que entretiene, que puede apreciarse de excelente manera y que complementa a nuestro mundo ficticio e imaginario con una excelente historia para contar.