Uncharted 4 – Una última aventura

Con la PS4 llegó la última aventura de Nathan Drake, Uncharted 4, la que, a pesar de los avances técnicos, no trajo grandes cambios a la saga

Escrito por J Martínez

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Las aventuras de Nathan Drake siempre han buscado experiencias similares a las que Indiana Jones brindaba en el cine. Aunque logra su objetivo, el buscar una “experiencia cinematográfica” por momentos mermaba el ritmo y mecánicas del juego anterior. ¿Es distinto en Uncharted 4? Pues no. A pesar de aprovechar notablemente las capacidades de la PS4, el juego cae en los mismos problemas anteriores.

Desarrollado por Naughty Dog y distribuido por Sony Computer Entertainment, el título nos cuenta la nueva vida de Nathan, ya casado con Elena y trabajando de forma legal. Mayor será su sorpresa (y la nuestra, dicho sea de paso) cuando su hermano, Sam, a quien creía muerto hace años, se aparezca en su vida para pedirle ayuda con un nuevo tesoro.

El primer problema: el argumento

La saga nunca se ha destacado por tener los argumentos más lógicos, es cierto. Los personajes son muy destacables, y las aventuras no se quedan cortas en lo espectacular, sí, pero la forma de actuar de los protagonistas, y la “lógica” detrás de los eventos nunca ha sido la mejor. Lamentablemente esto se incrementa en los primeros minutos de Uncharted 4.

¿De dónde salió Sam? ¿Por qué nunca nadie lo había mencionado antes? Durante 3 juegos completos, nunca siquiera se insinuó que Nathan podría tener un hermano… y este es la excusa que da el juego para mover toda la historia.

Sería erróneo decir que es un mal personaje; es más, tiene un arco bastante interesante, que hace paralelos con lo que ocurrió en la tercera entrega. Pero el juego insiste en volverlo parte esencial de la vida de Nathan, metiendo flashbacks y conversaciones sobre su pasado. ¡Nathan incluso le miente a Elena, por enésima vez, por su culpa!

No solo esto, también hay momentos muy Deus ex machina, con personajes encontrándonos –porque sí– cuando estamos al borde de la muerte. O el hecho de que, a pesar del avance técnico, las áreas finales se queden un poco al debe respecto a entregas anteriores. Nuevamente, a pesar de ser una caza de tesoros entretenida, casi todo lo que ocurre detrás de esta es ilógico y, a lo menos, frustrante.

Más que un salto técnico

El salto de calidad que Uncharted 4 da es más que evidente. Aunque tu experiencia con la trilogía original haya sido con la remasterización, este título se siente y se ve mucho mejor. Las animaciones, las expresiones faciales, el detalle de los escenarios, y hasta el control han sido totalmente mejorados. Nada tiene que envidiarle, visualmente, a juegos más recientes.

Todos estos avances le sientan de maravilla al juego. Lo que más se agradece es, sin lugar a dudas, el control. Atrás quedó la inconsistencia al moverse entre coberturas, al saltar y en los tiroteos. Esto disminuye, considerablemente, la frustración en los enfrentamientos y en las zonas de exploración, que era uno de los mayores problemas de la trilogía original.

Otra variación que, aunque menor, es bastante notable, es la variación en las habilidades de escalada y exploración. Ahora Nathan dispone de una cuerda, la que puede enganchar en ciertos lugares para balancearse. Además, a partir de cierto punto, tiene una especie de estaca, la que hace un poco más proactivo el escalar.

Una vez más, los problemas de ritmo y estructura

Pero, con todas estas mejoras, no logra solucionar el mayor problema de la saga (y de los juegos de Naughty Dog, si vamos hasta The Last of Us y su Parte II). Una vez más, no se decide por un ritmo, y termina con situaciones anticlimáticas durante todo el juego.

Ignorando el excelente epílogo, el final del juego está… bien. Pero no es, ni de cerca, la mejor parte del juego. Esto no sería problema de no ser porque, para lo que se propone la saga, sí debería serlo, pero se queda en un Quick Time Event glorificado en el que tenemos que presionar ciertos botones para ganar. No hay alguna prueba de habilidad, ni de exploración, ni de puzzles. Ni siquiera una escena de acción emocionante como las que sí hay en mitad del juego.

Y es que el juego sí tiene puzzles en los que tienes que pensar, sí tiene escenas de acción emocionantes que nos levantan de la silla. El problema es que están repartidas por todas las 15 horas que dura el juego y no progresan a medida que el jugador avanza, lo que nos lleva a otro problema recurrente en los juegos de Naughty Dog…

La estructura de los juegos de la compañía está mal. Se siente mal… se siente anticuada. Es casi como si los juegos aún estuviesen por niveles; un nivel de exploración, luego uno de combates, luego otro de exploración, para seguir con uno de puzzles, etc. Como si estuvieses en juegos distintos, pues ninguna de estas situaciones se mezclan jamás.

¿Cuál es el problema de esto? Pues que el juego no varía, nunca. Siempre sabes lo que va a venir. ¿Hay cajas en el suelo? Prepárate para el tiroteo. ¿Marcas en las paredes? Pues a escalar. ¿Nathan anota algo en el diario? Un puzzle. En esta ocasión no se siente tanto porque el combate es mucho menos torpe y la exploración es más variada, pero el problema sigue ahí.

Sobre el epílogo y conclusiones

Uncharted 4 es la conclusión a la historia de Nathan Drake. A pesar de que soluciona la torpeza del control de la trilogía original, no mejora demasiado los otros problemas de esta. El ritmo está en cualquier parte, la estructura divide demasiado todas las mecánicas del juego, y el argumento, aunque fuerte en sus personajes, falla en su lógica y se mueve casi por arte de magia.

Pero, por algún motivo, no se siente como una mala despedida a la saga. Quizás es porque estos problemas son tan recurrentes que se vuelven ignorables, permitiendo que nos quedemos solo con lo bueno que agrega esta entrega. O tal vez es que los personajes se terminan pegando tanto en nuestro corazón, que el epílogo puede llegar hasta a emocionar.

El epílogo está absolutamente fuera de lugar. Pareciera que pertenece más a de The Last of Us que a Uncharted. Pero, por algún motivo, emociona si has seguido toda la saga. Es el perfecto adiós a unos personajes que, si bien no están en los mejores juegos de la historia, sí son muy queribles y carismáticos.

Porque al final, lo que Uncharted busca es tener personajes memorables y entretener. Esto lo hace mediante escenas de acción espectaculares y un puñado de protagonistas muy carismáticos. ¿El argumento? Pues quedará en segundo plano; solo hace falta una excusa para salir a buscar tesoros y repartir tiros. ¿Entretiene? Pues sí. Y ya está… tampoco hay que poner tantos peros a todo.