Spotlight: en busca de la verdad

Toda película basada en hechos reales se esfuerza por contar la historia de la manera más creíble, cercana y realista, para que el espectador sienta el viaje de lo los personajes. Spotlight es una de esas películas y se le podría definir como necesaria. 

La historia es sobre un equipo de reporteros del diario Boston Globe, que en el año 2001 inician una investigación sobre los abusos sexuales a niños que ocurrían dentro de la Iglesia católica en la ciudad de Boston. Los reporteros se dan cuenta de que muchas autoridades están encubriendo la verdad y que los abusos van más allá de lo que creían. Lo principal es buscar a toda costa la verdad.

Una mirada realista del periodismo

Spotlight es dirigida por Tom McCarthy (The Cobbler) y se presenta con un tono serio y contenido. Es sumamente realista al punto que quizás algunas personas lleguen a sentir la cinta un poco fría. Pero es eso lo que se quiere lograr, que la noticia sea percibida como es, cruda y sin ningún tipo de modificación de por medio. Hay un enorme respeto en el tratamiento de las historias de las víctimas. Está bien cuidado, no exagera el morbo y tampoco deja lado el dolor en ningún momento.

El peso del film radica en el excelente guion, escrito por el mismo Tom McCarthy y Josh Singer (The Fifth Estate). Durante sus 2 horas y 28 minutos no se siente pesada y lentamente la verdad sale a flote. Además, no solo vemos al equipo de reporteros en sus trabajos, si no que nos muestran a sus familias y cómo la investigación afecta a todos. Vemos a los protagonistas comprometidos con el trabajo, pero también impactados por todo lo que había estado pasando durante tantos años, y porque nadie antes lo había hecho público.

El trabajo en equipo

Otro acierto de la cinta es el elenco. Las actuaciones son sólidas, y cada actor aporta algo especial a su personaje. Pero sobre todo destacan las actuaciones de Michael Keaton como el jefe del equipo, Mark Ruffalo como el reportero más emotivo y entregado al caso y Rachel McAdams como la reportera más certera y cercana a su familia. Es interesante la decisión de mostrar a todo el equipo de Spotlight como protagonistas en vez de tener a solo uno, ya que podemos ver las diferencias entre ellos y como les afecta el caso a cada uno de distintas maneras. 

La edición de Tom McArdle es ágil, no pierde el tiempo y va directo al grano. La  música de Howard Shore no se queda atrás, con temas más ambientales, minimalistas y de acompañamiento con pianos. Quizás un aspecto técnico que no destaca mucho es la cinematografía de Masanobu Takayanagi, pero cumple con lo que se requiere.

La importancia de los temas

En mi opinión, la película también es respetuosa con la fe católica y con la influencia que tiene la Iglesia sobre las personas. A pesar de presentar los hechos concretos de lo sucedido (con cifras, nombres y detalles), no la ataca ni generaliza las faltas hacia todo el clero. En ningún momento se siente agresiva con los aspectos religiosos, lo cual es interesante y diferente a muchas otras películas en donde el discurso es lanzado a la cara de los espectadores. Spotlight toma una ruta diferente y se siente más imparcial en ese aspecto.

Con todos estos aciertos, Spotlight es una excelente película, técnicamente impecable y que cuenta una historia que es importante que la gente conozca. La cinta hace las preguntas necesarias y habla de diversos temas importantes para nuestra sociedad, como lo son la presión social que hace callar y el abuso de autoridad. Es un film que da para hablar y discutir durante largo tiempo.