Shazam fue, en un momento, el personaje más popular de los comics. Hablamos de cuando era conocido como Capitán Marvel y sus historias eran publicadas por Fawcett Comics. Cuando comenzó a competirle a Superman en ventas, DC optó por la opción más lógica posible, comprar los derechos del personaje.

Billy Batson se mudaría a Detective Comics, y con el paso del tiempo pasaría a ser uno de los personajes de segunda fila en la editorial. Este niño que al pronunciar el acrónimo de Shazam obtenía los poderes de Salomón, Hércules, Atlas, Zeus, Aquiles y Mercurio, se convertía en un reserva de la Liga de la Justicia, y tendría alguna que otra publicación interesante, pero nada imprescindible.

Esto hasta que el 2011, en el marco de New 52, de la mano de Geoff Johns, Shazam volvió a vender y a convertirse en best-seller. Pero el proyecto cinematográfico estaba en carpeta desde hace tiempo. En el 2000 se comenzó a proyectar llevar al cine a el superhéroe. 19 años de producción, abandonos de proyectos, cambios de guionistas y directores, para una de las películas más entretenidas del género.

La diversión, solo eso

Dirigida por David F. Sandberg (director de Annabelle: Creation) y actuada de manera muy correcta por Zachary Levi y Asher Angel. Ambos actores caen de lleno en el personaje de Shazam y Billy, respectivamente, y los interpretan con una naturalidad fantástica. Si a eso le sumamos a Mark Strong (que siempre suma) como un villano correcto tenemos una entretenida película.

Shazam funciona, y funciona bien. Es que su mayor atributo es no pretender nada, no aspirar a nada. Snyder traía seriedad y oscuridad, mientras que Wonder Woman mostraba la esperanza, y Aquaman buscaba un poco de terror. Todas las películas de DC buscaban algo, apuntaban alto, pero Shazam no es el caso. La película busca ser entretenida y eso es lo único que quiere, hacer que pases un buen rato. Y lo logra; no apunta a nada y da de lleno.

No buscar ser nada le da la libertad al director de poder jugar con todo. La película se ríe de ella misma, del mismo género de superhéroes, y eso es super rescatable. Cuando Shazam y el Dr. Sivana se enfrentan por última vez, el villano suelta un discurso aterrador de villano genérico, que no es escuchado por Shazam. En otras palabras, la película se preocupa de reírse de todos los tópicos del cine de superhéroes.

Una comedia, eso es, una comedia como de esas que ves el sábado en la tarde, de esas que sabes que no ganara premios, pero tiene chistes muy buenos. Se tomó a Shazam y se centró en la distopia que hay en él; un niño en el cuerpo de un adulto, y en eso es donde más destaca Zachary Levi. El Dr. Sivana tiene un trasfondo interesante, y su seriedad contrasta con lo infantil y tonta (en el buen sentido de la palabra, si, «tonto» tiene un sentido positivo) de Billy/Shazam.

Lo mejor de la película es sin duda es Jack Dylan Grazer como Freddy, el hermano adoptivo de Billy. Este niño es un genio, y es uno de los actores jóvenes más prometedores de la industria. Desde It que viene siendo de los puntos altos de sus películas.

Pese a que la película sea tonta, para nada pretensiosa y algo para reír el fin de semana, tiene corazón, y todo lo que es producido de corazón tiene cosas buenas o emotivas. Tal como película de los 80, ¡Shazam! tiene a la familia y a los amigos como centro. El proceso de Billy para encontrar una familia, un lugar donde estar, tiene un desenlace satisfactorio y hasta emocional.

Dentro de lo negativo, está el hecho de que Levi y Angel no interpretan al mismo personaje. La diferencia entre ambos esta muy marcada, incluso parece que Billy Batson es más maduro que su contraparte adulta. Pero son detalles que no alcanzan a sacar de la película.

Sin pena ni gloria, pero aun así ¡Shazam! es de las películas más satisfactorias del universo DC, y una de las franquicias con más futuro. La película de Black Adam, su mayor enemigo, está confirmada, al igual que la secuela de Shazam. Una escena post-créditos dio indicios de lo que podía pasar en esta. DC funciona mejor en una paleta amplia de colores, que vaya desde la oscuridad de Batman v Superman, hasta la claridad de Shazam.

Esteban Beaumont

Periodista de Mega y FM Tiempo. Comiquero y Cinefilo. Fanático de DC. Mantengo una relación de amor y odio con el genero de terror. Puedo completar casi cualquier dialogo de Los Simpsons.

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