Hermanos, estamos aquí reunidos solemnemente para cerrar finalmente esta serie de reviews de los tres tomazos de Hulka que son parte de la Marvel Collection escrita por el ídolo Dan Slott, publicada en español obviamente por el mítico señor Panini.
Si quieres leer las dos reviews anteriores puedes leerlas en [Review] Marvel Collection: Hulka de Dan Slott #1 y [Review] Marvel Collection: Hulka de Dan Slott #2.
Este tercer tomo parte inmediatamente con una acción desorbitante mostrándonos a Hulka tratando de ayudar a enmascarados a desenmascararse a través de la vía legal (y quizá, menos agresiva). Poniéndonos un poco en contexto, esta parte de la historia se desarrolla previo y durante la Civil War y, como suponen, Jennifer Walter se fue del lado de Iron Man.
Y no solo eso, también se nos muestra a Walter locamente enamorada (de una manera casi insana) de John Jameson, quienes viven a plenitud su reciente (y privado) matrimonio. Y es precisamente este detalle que no pasa desapercibido por su compañero de trabajo, Augustus «Pug» Pugliese (que en secreto está enamorado de ella) quien descubre la gran patraña detrás de esta extraña relación.
Resulta que todo fue premeditado, y sólo un ser en toda la existencia pudo haber logrado que el amor floreciera como si nada, llevando a las personas a límites insospechados en nombre del amor: Eros, quien en el tomo anterior fue el responsable de usar sus poderes para obtener el placer carnal de una mujer casada de la tierra… ¿o será otro el responsable?
Obviamente, Pug intentará de todo para mostrar la verdad a Walters, quien incrédula no parece tomar mucha atención a lo que su compañero intenta decir. Esto lleva a una situación incomoda en la que John Jameson termina convirtiéndose en Hombre Lobo, enfrentando a Pug que nada puede hacer, claramente.
Comienza una batalla de proporciones… normales, básicamente. Sin embargo, Hulka intercede y, ahora sí, ¡comienza una batalla de proporciones bíblicas! Se inicia el desmadre en nombre del amor, entrando casualmente a escena Dos Pistolas Kids, que en un número completo se nos presenta parte de su pasado y el vínculo especial que tiene con los hombres lobos.
Él debe ser el encargado de liquidar a este hombre lobo que, por cierto, tiene algo especial (que deberán leer en el cómic). La batalla llega a su final. Un hombre yace en el quirófano tratando de sobrevivir, mientras que ciertas circunstancias relacionadas al Asombro Andy hacen que el amor irracional de Hulka desaparezca como por arte de magia. Y no sólo de ella, sino también de varios personajes relevantes para el desarrollo de la historia.
En el otro lado del universo, mientras las cosas intentan volver a la normalidad en la tierra, comienza un intento de juicio hacia Eros en Titán. Sin embargo, los Magistrados intervienen indicando que este juicio es una farsa, ya que el hermano de Thanos está acusado por crímenes cometidos en otro mundo, por lo que lo que están haciendo es una violación a la Ley Universal.
Acto seguido, Jenn Walters (que sigue siendo parte de los magistrados) es invocada con el fin de ser la jueza en el juicio de Eros. Uff, ¡chúpate esa Starfox! ¡Viene Walters, más enfurecida que nunca! ¿a qué ya no pareció tan buena idea ser rescatado en la tierra por papito? ¿a que no? Jejeje.
El juicio da inicio, todos están en sus puestos, testigos vienen y van, pero uno de ellos destaca entre todos: Thanos, el titán loco, quien viene en defensa de su hermano, mostrando misericordia frente a la situación, o al menos eso es lo que aparenta. Dicha situación rápidamente se sale de control con resultados inquietantes a los que Hulka debe hacer frente a toda costa.
Por otro lado, en la tierra, el Asombroso Andy queda emocionalmente destruido (sí, los androides pueden desarrollar sentimientos, totalmente demostrado) y emprende vuelo buscando nuevas y mejores oportunidades con el fin, tal vez, de poder aclarar sus circuitos. Sin duda un número bastante triste dentro del tomo.
Walters, al volver a la tierra, descubre que todo está patas pa’rriba y quedó prácticamente sola. Pero, ¡sorpresa! S.H.I.E.L.D. hace su gran aparición y contrata a Jenn para sus servicios “especiales” cazando a héroes que van en contra del registro de super humanos.
Poco a poco Walters, en cada misión a la que se enfrenta, además de ir «cazando» metahumanos, se va percatando de un pequeño gran detalle: No ha habido apariciones de su primo (y la destrucción que deja a su paso) desde hace bastante tiempo y, obviamente, tampoco ha podido ponerse en contacto con él.
¿Qué pasó con Hulk? Más temprano que tarde el secreto se revelará.
Desde este punto, She-Hulk es parte importante de incontables misiones a nombre de S.H.I.E.L.D. en las que poco a poco se irán capturando enemigos poderosos y, lentamente, el secreto sobre Bruce Banner irá saliendo a flote.
Jennifer, de cierta manera, termina enterándose del “ridículo” plan que gestó Tony Stark, Reed Richards, Dr. Strange y Black Bolt, el cual consistía en expulsar de la tierra la amenaza gigante verde, llegando a la conclusión de que era la única manera de que podría salvarse la tierra frente a una eventual locura de Hulk… ¡Je! Ni idea tenían del cachito en el que se estaban metiendo… ¿han escuchado de “Planeta Hulk” o “World War Hulk”? Bueno, ahí están las repercusiones del simpático plan que estos cuatro sujetos llevaron a cabo.
Como dato anecdótico, la idea de mandar a Hulk fuera de la tierra vino por parte de Ben Grimm, a modo de broma en las páginas finales de Marvel Deluxe, Los 4 fantásticos: Una vida fantástica… Je.
Tras enterarse, Walters va con una ira asesina para encontrar respuestas de la boca de Tony Stark con resultados catastróficos. Combos iban, combos venían, Helicarrier estallan, naves quedan destrozadas… Uff… ¿qué va hacer Tony Stark frente a esta verduzca amenaza?
Nos encontramos con un tomo que tiene de absolutamente todo, pero que, en comparación a los dos anteriores, va flaqueando lentamente. Después de chorrocientos números, la chispa se va apagando. Pero no os confundáis queridos seguidores, no deja de ser un tomo increíble que cierra muchísimos agujeros que fueron quedando tomos atrás.
Dan Slott nos lleva de la manito por cada aventura de nuestra abogada favorita y nos trae a escena a múltiples personajes. Inolvidable la batalla entre el Wendigo vs Walter / Wolverine. Bien ahí. Los casos no faltan y las soluciones a estos siempre son más que interesantes.
El dibujo no deja de ser menos, Rick Burchett mantiene el mismo nivel impecable que venían llevando sus colegas en números anteriores.
El final se siente un poco apresurado mezclando un montón de elementos que no se terminan de comprender completamente, pero que de alguna u otra manera nos devuelve a la Jenn de siempre, lo que no estoy seguro si habrá sido o no una buena idea… pero bueno, nada que hacer.
Sin duda alguna, personalmente, fue un cierre con un gusto amargo de la etapa de Slott, pensando que en tomos anteriores venía con la vara super alta pero que, finalmente, cumplió y trató de cerrar todos los agujeros que fue creando en su recorrido.
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Sin más, me despido, ¡nos vemos en una próxima review!
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