Reseña: Spiderman Superior

Spiderman es un personaje con gran recorrido editorial. Desde su primera aparición en 1962, el personaje creado por Stan Lee y Steve Ditko ha gozado de grandes etapas e historias, alzándolo como uno de los pilares fundamentales de La Casa de las Ideas.

Quizás, el último gran nombre vinculado al trepamuros sea el de Dan Slott, quien estuvo a cargo de la cabecera principal durante una década. Su larga etapa tuvo varios altibajos, pero hay una parte de la misma que quedó marcada en los lectores, Spiderman Superior.

Conociendo al Spiderman Superior

Spiderman Superior es una historia de 31 números dentro de la etapa arácnida de Dan Slott, en donde, producto de un cambio de cuerpos entre Otto Octavius y Peter Parker, este último muere, quedando el Dr. Octopus con el cuerpo y la vida de Peter.

Una apuesta muy controversial, con una muerte poco digna para Peter Parker y un reemplazo aún menos digno, pero que evidentemente da un aire fresco al status quo de la cabecera.

Así, la historia muestra como Otto Octavius acepta la obligación de defender la ciudad de Nueva York, pero desapegándose de los métodos de Peter Parker, por considerarlos ineficientes y blandos. Impone sus nuevas reglas, basadas en la vigilancia de toda la ciudad mediante spiderbots, con un ejército personal listo para enfrentar cualquier amenaza y utilizando fuerza letal de ser necesario contra sus enemigos.

La historia tiene un punto de partida potente. Los primeros 5 números son vertiginosos y dejan en claro por qué estamos frente a un «Spiderman Superior» (según Otto Octavius), un Spiderman más brutal, intimidante y controlador, que al tener una vara moral por el suelo no duda en dejar graves a sus enemigos, ser un gran hermano de la ciudad e incluso asesinar.

Ver a un Spiderman sin escrúpulos, orgulloso y despreocupado de sus amigos y familiares causa un impacto en el lector, al ser tan contrario al bien intencionado Peter Parker.

¿Robos menores en las calles? Que se encargue la policía. ¿Coqueteo con la Gata Negra? No hay tiempo para eso, directo a la cárcel. ¿J. Jonah Jameson da problemas? Lo extorsiona. ¿Chistes? El miedo es más eficiente. Ese es el estilo del nuevo Spiderman.

Es muy interesante ver que Otto no solo eleva a Spiderman a un nivel Superior, sino que también a un Peter Parker Superior, buscando cumplir con sus deberes familiares, obtener un doctorado e incluso fundando su propia compañía, cosas que el Peter original nunca logró.

Obviamente, esto no puede ser tan simple, y Otto va a ver que la vida de Parker no es tan fácil como parece.

Se agradece que la historia tuviera una buena planificación, con piezas que fueron colocadas desde los primeros números. Como el caso del Duende Verde que organiza de a poco su gran golpe y logra que todo explote en la cara del Spiderman Superior, quien ve como todo lo que sembró se devuelve de una cruel manera.

Es la planificación lo que hace que esta historia funcione, ya que incluso los arcos más débiles terminaron aportando su grano de arena. Por otra parte, se destaca la elección del Duende Verde como villano principal y la buena utilización de personajes secundarios.

No todo es Superior

Lo novedoso e interesante del argumento son puntos altos de la etapa, pero lamentablemente no logra ser consistente a lo largo de toda la lectura.

La historia sufre de varios altibajos, parte de gran manera y con la novedad de ver cómo reaccionan los amigos y familiares de Peter ante está nueva personalidad. Pero tras la primera docena de números empieza a tener en ciertos bajones de calidad e interés, con algunos arcos poco desarrollados o con resoluciones rápidas.

Por suerte al final, con el apoteósico arco llamado Nación Duende, se logra concluir la historia por todo lo alto, con un final épico y con todos los personajes peleando en múltiples frentes.

Por otra parte, la historia pone en duda los límites que debe tener un superhéroe. ¿Es correcto seguir manteniendo vivos a asesinos y criminales peligrosos? ¿Es correcto mantener bajo vigilancia invasiva a toda una ciudad?

Estos dilemas lamentablemente no se desarrollan a profundidad, ya que solo hay un énfasis en que Spiderman es irreconocible, pero nadie repara en lo grave de sus acciones (se muestra a los Vengadores pensando en expulsarlo o detenerlo, pero a final de cuentas todo termina en nada). Es una lástima, ya que considerando que el mismo Otto es un villano reconvertido, se pudo jugar mucho con el tema.

Es difícil valorar el apartado artístico del cómic, ya que hay una rotación constante de dibujantes, con estilos muy diferentes entre sí, lo que inevitablemente genera incomodidad en el lector. Es tanta la diferencia que hay puntos en que cuesta determinar qué personaje estamos viendo. Fuera de eso, en general el nivel del apartado artístico es bueno, sin destacar en sobremanera.

Valoración

Estamos frente a un cómic fresco y entretenido. Tiene una premisa interesante y Slott explota de buena manera la mayoría de las interacciones del nuevo Peter Parker con sus cercanos.

Estos más de 30 números también cumplen una función muy interesante: hacer extrañar a Peter Parker, puesto que tantos números sin él hacen que el lector se acostumbre al arrogante Otto, lo que provoca que el inevitable regreso de Parker sea más épico. Y Slott maneja esto de gran manera, ya que con una simple frase puede plasmar el abismo de diferencia entre Otto y Peter.

Los principales puntos negativos son la irregularidad entre arcos argumentales y el excesivo cambio de dibujantes.

En conclusión, una muy buena etapa, que no es perfecta, pero que entretiene y sale del status quo en el que descansan la mayoría de cómics superheroicos de las grandes casas editoriales.