Reseña: Normal People – Mucho más que amor

Adaptada de una novela, Normal People presenta una típica historia de amor adolescente, pero llenándola de capas que la enriquecen mucho.

Escrito por J Martínez

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Las historias de amor adolescente se encuentran por todos lados. Son casi tan comunes como las historias de gente joven que va creciendo y aprendiendo las dificultades que la vida puede tener (las llamadas coming of age). Ni siquiera es que la mezcla de estas dos sea algo desconocido. Es más, estas suelen juntarse, terminando, en ocasiones, en historias extremadamente melosas y sin sentido (o que, firmemente, dan cringe).

Normal People, en su esencia, es esto. La historia de dos adolescentes que, a medida que van creciendo, ven cómo su relación se hace más difícil debido a problemas propios de la madurez. Pero a pesar de ser un concepto cliché, la serie funciona de maravilla, principalmente porque toca temas que hoy en día se tocan poco, pese que a que deberían ser expuestos a mayor profundidad.

Los clichés del amor joven

El inicio de la serie es muy típico. Se nos introduce a los dos protagonistas, Connell y Marianne, en su colegio. Connell es el típico chico popular, con su grupo de amigos populares, quienes solo le hablan a gente igual de popular. Marianne, por su parte, es la típica chica solitaria, que anda sola para todas partes y que apenas habla.

El hecho de que la personalidad de Marianne no es dócil, sino que es bastante de frontal para decir las cosas, aporta algo de frescura. Pero fuera de eso, los primeros capítulos, introduciendo además que su familia es muy disfuncional, son muy cliché. Quizás hasta demasiado clichés.

Pero, una vez que el colegio termina, todo deja de ser tan típico. Aquí se comienza a ver la delicada personalidad de Connell, mostrando cómo, a pesar de su círculo de amigos del colegio, a él le cuesta mucho entablar relaciones. Su soledad comienza a parecerse mucho a la de Marianne en la época escolar, lo que se hace aún más interesante cuando volvemos a verla, ya que ahora es ella quien es la “chica popular”.

Una serie que solo trata de dos

Desde un comienzo, la serie deja claro que esta es la historia de Connell y Marianne. Esto es tan así, que los demás personajes son absolutamente secundarios, hasta el punto que, en ocasiones, solo son usados para mover la historia. Hay algunos que están bien definidos, como la familia de Marianne, pero más allá de eso, nunca se indaga demasiado en la vida o problemas de estos.

Esto no es un problema durante la mayor parte del tiempo. A pesar de que ocasiona que no te encariñes con ningún personaje, la pareja principal tiene toda la química necesaria para cargar la serie en sus espaldas. Además, los personajes que más tiempo aparecen en pantalla son absolutamente despreciables, así que no necesitan más tiempo del que tienen.

Cuando sí es un problema es cuando estos no son despreciables (que ocurre una o dos veces). La serie toca temas como la depresión, la pérdida de personalidad o los traumas ocasionados por experiencias del pasado, pero, cuando son los protagonistas quienes actúan mal con otros, no da razones suficientes para esto, dejando de lado la responsabilidad emocional, cuando habría sido una gran oportunidad para tratarla.

Tratar problemas mayores en un envase juvenil

A pesar de haber, de cierta forma, criticado lo cliché que puede ser, lo cierto es que uno de los mayores aciertos de Normal People es poder atraer al público juvenil. Esto porque, muchos de los temas que trata son problemas graves, que no se suelen ver demasiado en series de este estilo (y que si se ven, suelen llevarse a la ligera).

Como se dijo, Connell era un chico popular en el colegio, pero realmente no es porque él fuese un extrovertido lleno de confianza en sí mismo. Evitando caer en terreno de spoilers, la mayoría de los problemas por los que él pasará tendrán que ver con una falta de personalidad propia, además de la soledad que el entrar a la universidad puede ocasionar.

Por el lado de Marianne, todos los problemas con su familia que venía arrastrando la van empujando, lentamente, a pésimas decisiones en la vida. Además, todos los problemas de su relación con Connell terminan pasando la cuenta, llegando incluso a una pérdida de su personalidad.

Lamentablemente, a pesar de tratar, de buena forma, estos temas, no siempre hace todo bien. Al ser capítulos tan cortos, muchas de las fuertes emociones que puede llegar a ocasionar quedan contenidas en 25-30 minutos. Esto no termina de funcionar del todo bien porque, en un capítulo podemos estar viendo a Connell en el peor momento de su vida, pero luego, en el siguiente, pasamos a otro problema totalmente diferente con Marianne.

También esto es efecto de que, en los 12 capítulos que dura, vemos años de experiencias e historia, por lo que los saltos temporales son la excusa perfecta para dejar de profundizar en los problemas del capítulo anterior.

Actores desconocidos, ejecución perfecta

Daisy Edgar-Jones y Paul Mescal se han llevado, merecidamente, todos los elogios de Normal People. Y no es que la serie sea mala, todo lo contrario, pero es que el trabajo que ambos hacen es espectacular. Esto es aún más notable considerando que ninguno de los dos había tenido otro papel en alguna producción destacada.

A pesar de que, por momentos, representan más edad de la que deberían, ambos saben presentar a su personaje desde el comienzo. Paul Mescal muestra, con una nula expresión facial que, a pesar de que Connell está siempre con los populares, no se siente cómodo ahí, mientras que Daisy Edgar-Jones sabe hacer lo propio con Marianne, la típica chica objetivo de bullying, pero que sabe defenderse con palabras y actitud.

A medida que estos van creciendo, también lo hace su personalidad, lo que también está actuado a la perfección por ambos. Connell va sintiendo más su soledad, lo que Mescal logra expresar con escenas desgarradoras, mientras que Marianne va tomando más actitud, también mostrada a la perfección por Edgar-Jones.

Pero lo mejor de las actuaciones de ambos, sin ninguna duda, es la química que tienen entre ambos. En todo momento sabes que tienen que estar juntos, incluso cuando no lo están. Tanto es así, que ninguna escena llega a ser incómoda, con todo lo melosas que pueden llegar a ser. Ahí hay amor, en cada conversación y escena.

Hasta los problemas de comunicación, propios de ese periodo de la vida, son muy bien demostrados por los actores. Evidentemente, aquí hay un gran trabajo de guion y dirección atrás, que aunque no se mencionaron mucho, también hay que aplaudirlos (destacar que la autora del libro ayudó con la serie, lo cual se nota muchísimo).

Conclusión y comentarios personales

Entré a Normal People esperando una historia de amor, salí absolutamente destrozado por lo bien que trata temas como la depresión y soledad. ¿Lo mejor? Igual obtuve esa historia de amor que andaba buscando, pero con los sentimientos aumentados a 1000 por todos los problemas que los protagonistas pasan, en los que me vi hasta identificado.

Un guion excepcional, con actuaciones de primer nivel, además de una cinematografía sobria pero muy bien llevada y un OST que no mencioné, pero que multiplica cada emoción que las escenas muestran, hacen de Normal People una obra recomendadísima. Esto además de empaquetar en una serie “juvenil” temas densos, pero que es necesario mostrar y explicar.

Una auténtica maravilla escondida para este lugar del mundo, ya que, lamentablemente, solo ha sido transmitida a través de Hulu y BBC Three. Pero, si tienes la oportunidad de verla, este escritor te pide encarecidamente que no la dejes pasar.