El horror psicológico es un género complicado de escribir, ya que debe jugar correctamente con la tensión y con lo grotesco, de modo que el shock no rompa esa sensación terrible de que no, el texto todavía no ha tocado fondo. Best Seller, de Roberto Meezs, es una de las joyas de Áurea Ediciones en esto.
Después de todo, ¿qué puede ser más terrorífico que perderte a ti mismo? ¿Qué las personas que más amas alrededor tuyo se conviertan (no tan) lentamente en monstruos con piel humana? Este libro relata la transformación de Fernando Quintana en algo más. O, mejor dicho, en alguien más.
El ego del escritor
Fernando Quintana es un escritor de poca monta de Linares, en el sur de Chile. Como persona oriunda de región, puedo confirmar sus frustraciones: hay más pobreza que en Santiago y la gente es más inclemente todavía con la cultura, por lo que vivir del arte es prácticamente imposible. Ser artista implica una vida de penurias.
Casado y con dos hijos, el mundo entero parece ir en su contra: el cuidado de los niños le impide escribir a gusto, su esposa, Victoria, está harta de que no genere ingresos para su hogar lleno de deudas y su editor, Alfonso, no parece tener interés en publicarlo otra vez. Fernando está a una sola deuda de perderlo absolutamente todo.
En este escenario, comienza a ser poseído por una segunda personalidad muchísimo más violenta, tal cual Doctor Jekyll y Mr. Hyde. Su actitud irracional provoca que su mujer le tenga miedo, terror incluso, pero no sabe explicar bien qué está pasando con su marido. Pese a no tener ni un solo peso para gastar sin consecuencias, busca ayuda para recuperar a su amado.
La novela relata estos arrebatos de Quintana, el desarrollo de esta segunda personalidad y las acciones que poco a poco, de manera inevitable, destruyen su familia y su vida. Sin embargo, sobre la destrucción construye un nuevo inicio para el gran escritor de best sellers que cree ser… en que se ha convertido.
“Problemático”
Esa es una palabra que se ha repetido mucho últimamente para describir casi absolutamente cualquier cosa, pero eso no significa que siempre sea utilizada en vano. Esta sección de la nota contiene spoilers grandes del libro, así que recomiendo bajar hasta la opinión personal si quieres leerlo.
Best Seller es una novela atrapante, horrible en el mejor sentido, pero anticuada. Leyendo la trama más allá del valor de shock prometido (“sin edulcorantes que escondan los peores sentimientos del ser humano […]”), uno encuentra fácilmente esa anti-crítica que trae. La salud mental en Chile es digna de miles de historias de terror, pero lo peor aquí no es el sistema.
El trastorno de identidad disociativo (o personalidad múltiple, como era conocido) es muy raro. Los casos más extremos cuentan de hasta decenas personalidades conviviendo en un mismo cuerpo, pero extrañamente son personalidades violentas. De hecho, es más común que la identidad original cometa crímenes primero, sentando antecedentes agresivos.
La culpa nunca es de quien sufre el trastorno. Honestamente, la segunda personalidad se siente como una excusa; la trama hubiera podido seguir con naturalidad sin este factor, con Fernando siendo el auténtico monstruo.
La transformación de Quintana en ese otro hombre es verosímil dentro de la fantasía de la novela, pero poco realista. Nada muy terrible, hasta que llegamos a la transformación final, cuando el escritor de best sellers se convierte en la escritora de best sellers, pero no una personalidad nueva, sino que se la robó a su esposa.
En orden: mata a su editor, rapta a su esposa, mata a sus hijos, mata a los agentes de cobranza que van a su casa y entonces mata a su esposa. Después de todo esto, se pone una peluca (que sacó de Dios sabe dónde), maquillaje y ropa femenina, declarándose mujer para ser publicada, porque, según Alfonso, las mujeres eran más publicadas que los hombres.
Como si se tratara de la villana de Ace Ventura convirtiéndose en mujer para escapar de sus crímenes pasados, así de caricaturesco se siente. Por cierto, hasta el día de hoy el porcentaje de libros publicados escritos por hombres es mayor a los de mujeres y el machismo editorial está muy, muy presente.
Opinión personal
A nivel superficial, es una novela que cumple con todos los aspectos técnicos de manera excelente. A nivel profundo, es una historia sencilla y disfrutable. A nivel más profundo, crítico, me dejó un pésimo sabor en la boca ver cómo representaba a los pacientes de TID (trastorno de identidad disociativo), a las personas LGBTQ+ y el negocio editorial.
Es un buen thriller si puedes ignorar todo eso. Yo no puedo. Puedes adquirir la novela en el sitio de Áurea, haciendo click aquí.